el otro día hice una entrada con el titulo: tengo que confesarte ahora, nunca creí en la felicidad.
la entrada es una boludez, y la frase es la única oración coherente de un tema horrendo de julieta venegas (maten a esa chica por favor, que le pasa).
pero se aplica cantada a mi misma.
el otro día hablando con inés repasabamos un poco eso.
yo tengo así como una idea de que en la vida lo que va son las penurias.
soy una persona melancólica. o dramática, más bien. estar mal y hablar de eso es lo que mejor me sale. ademas de enojarme, ofenderme y quejarme.
claramente una persona con todas esas virtudes juntas (a la vez, un combo explosivamente terrorífico) tiene el problema de que el temita de la felicidad se le va a hacer muy cuesta arriba. porque además, la felicidad implica un estado de inconciencia, de no cuestionamiento, de salto al vacío y de decisión lógica irracional que no me siento capaz de afrontar. considero que la gente feliz es gente que no es sincera consigo misma. que se tapan los oídos y cierran los ojos y corren gritando lalalalalalaala y se quedan con el/la primera persona que les da bola y que decide que la felicidad es eso manotear un acompañante circunstancial para una vida que se ordena bajo las reglas del estudio, trabajo, un toque de sexo, algo de diversión y tres o cuatro amigos, cosa de no tener demasiado tiempo para cuestionarse ese panorama de felicidad armada que se inventaron.
mi ex novio era así. el decía que conmigo estaba feliz. y yo tenía la espantosa sensación (que luego corroboré, claro) que era feliz conmigo o con cualquier otra que le llenara el casillero de "PAREJA". alguien para ver una peli, tener sexo, llevar a las reuniones familiares y dormir abrazaditos (y pegoteados por la transpiración, claro).
la felicidad de mi ex era una decisión. las tres máximas de la felicidad perfecta son: decidir ser feliz, ser feliz, no cuestionarse la felicidad (repita como mantra y de ser necesario vuelva a empezar).
a mi me volvía loca. me acuerdo que yo siempre le decía que odiaba que para él estar conmigo fuese eso, estar conmigo porque estaba acá al lado. lo quería despertar. le gritaba que yo quería que me elija, que esté enamorado de mi, que no pueda evitar ser feliz, no que lo decida.
corté por esa incompatibilidad esencial. para el, yo podía ser cualquiera. para mi, él tenía que ser único.
cuando alguien me dice que para ser feliz hay que solo proponérselo, me acuerdo de mi ex.
y me estremezco.
a veces me gustaría ser feliz.
otras le creo a p.- que la inconciencia que genera la felicidad es solo un estado espuma que no nos permite descubrir lo mejor y lo peor de nosotros. que diluye la intensidad.
pero a veces
me gustaría
que
todo fuese
recto
claro
brillante
y tan
pero tan
simple
y obvio
como
esas felicidades
elegidas
que te permiten vivir
sin sobresaltos
hasta la segura muerte en la que nunca
nunca piensan.
la entrada es una boludez, y la frase es la única oración coherente de un tema horrendo de julieta venegas (maten a esa chica por favor, que le pasa).
pero se aplica cantada a mi misma.
el otro día hablando con inés repasabamos un poco eso.
yo tengo así como una idea de que en la vida lo que va son las penurias.
soy una persona melancólica. o dramática, más bien. estar mal y hablar de eso es lo que mejor me sale. ademas de enojarme, ofenderme y quejarme.
claramente una persona con todas esas virtudes juntas (a la vez, un combo explosivamente terrorífico) tiene el problema de que el temita de la felicidad se le va a hacer muy cuesta arriba. porque además, la felicidad implica un estado de inconciencia, de no cuestionamiento, de salto al vacío y de decisión lógica irracional que no me siento capaz de afrontar. considero que la gente feliz es gente que no es sincera consigo misma. que se tapan los oídos y cierran los ojos y corren gritando lalalalalalaala y se quedan con el/la primera persona que les da bola y que decide que la felicidad es eso manotear un acompañante circunstancial para una vida que se ordena bajo las reglas del estudio, trabajo, un toque de sexo, algo de diversión y tres o cuatro amigos, cosa de no tener demasiado tiempo para cuestionarse ese panorama de felicidad armada que se inventaron.
mi ex novio era así. el decía que conmigo estaba feliz. y yo tenía la espantosa sensación (que luego corroboré, claro) que era feliz conmigo o con cualquier otra que le llenara el casillero de "PAREJA". alguien para ver una peli, tener sexo, llevar a las reuniones familiares y dormir abrazaditos (y pegoteados por la transpiración, claro).
la felicidad de mi ex era una decisión. las tres máximas de la felicidad perfecta son: decidir ser feliz, ser feliz, no cuestionarse la felicidad (repita como mantra y de ser necesario vuelva a empezar).
a mi me volvía loca. me acuerdo que yo siempre le decía que odiaba que para él estar conmigo fuese eso, estar conmigo porque estaba acá al lado. lo quería despertar. le gritaba que yo quería que me elija, que esté enamorado de mi, que no pueda evitar ser feliz, no que lo decida.
corté por esa incompatibilidad esencial. para el, yo podía ser cualquiera. para mi, él tenía que ser único.
cuando alguien me dice que para ser feliz hay que solo proponérselo, me acuerdo de mi ex.
y me estremezco.
a veces me gustaría ser feliz.
otras le creo a p.- que la inconciencia que genera la felicidad es solo un estado espuma que no nos permite descubrir lo mejor y lo peor de nosotros. que diluye la intensidad.
pero a veces
me gustaría
que
todo fuese
recto
claro
brillante
y tan
pero tan
simple
y obvio
como
esas felicidades
elegidas
que te permiten vivir
sin sobresaltos
hasta la segura muerte en la que nunca
nunca piensan.
Bueno hay veces que el humano no puede tener control sobre las emociones espontaneas. La felicidad es una de ellas, pero si se puede controlar lo que a uno lo hace feliz o infeliz, que el concepto sea tan abierto como boliche en dia sabado es otra cuestion. Bueno me despido me vuelvo a mi mundo xD saludos y larga vida y prosperidad \\//
ResponderEliminarmirá, mi teoría de la felicidad, o algo así, es que la vida es como un estante lleno de copas de cristal. Uno pasa la vida ordenándolas, limpiándolas, dejando todo lindo, pero cuando ve que todo está ahí, pulcro y ya no queda nada por hacer, uno mismo lo rompe, lo destruye para tener algo por qué vivir. En algún momento, breve y hermoso, fui feliz. Después se vino todo a la mierda y volví a perder la esperanza en la felicidad. En el fondo, no sé si es repetible. Y lejos está de ser una decisión
ResponderEliminarme gusta lo que escribiste, maria. si uno cumple con todos sus objetivos de vida se estanca, y al no poder ir mas adelante, va mas atras. los obstaculos nos dan la razon de vivir, y la felicidad se basa en lograr cumplir algunos, pero no todos, que siempre haya algo pendiente. siempre hay una vida que realizar, un hijo a quien ayudar a que se realice, y mas adelante un nieto. el quererse uno y ser feliz queriendo a ver feliz a alguien mas es lo que nos plantea un nuevo objetivo dia a dia. ojo, creo, no soy la persona mas experimentada ni el dueño de los razones del resto.
Eliminaren el caso de tu exnovio, belen, creo que simplemente se sentia comodo, y eso se siente ser feliz, estar comodo, no preocuparse.
y aprovecho para comentar acerca de algo que lei sobre la felicidad: que radica en la comparacion. uno mira al de al lado, y si esa persona es feliz, y uno tiene la salud, el amor y el bien material equivalente a esa persona, tambien es feliz. era mucho mas largo y explicito el articulo, pero no quiero escribir un texto del tamaño de una longaniza con eso ajjaja.
un beso grande :)
me encantó lo que escribiste mery. tenés razón en todo, deberías escribir una entrada sobre eso.
Eliminarigual hay distintos tipos de felicidad. esta de la que estoy hablando es solo una, eso lo tengo claro. pero que existe existe.
besote linda.
cerebrito. ser feliz no es estar cómodo, no al menos para mi. pero que vamos a discutir, si sos menor y hombre =P
Eliminarcondiciones mas que favorables las dos jajaja
Eliminarvos querés que se enamoren de vos, que a tu lado no puedan evitar ser feliz, no querés ser la ficha intercambiable de un casillero...pero para vos a nadie se debe valorar tanto o nadie es lo suficientemente único.
ResponderEliminarme voy a escuchar a charly, un poco feito opinar de los demás, pero bue capaz que varios andamos masomenos en la misma.
no se si entendí muy bien tu comentario, pero si, seguramente algo de razón tenés.
ResponderEliminaraguante charly. opiná todo lo que quieras, besote.