mis padres fueron radicales, yo soy peronista, lo de progre vino por default. no entiendo lo de guardar secretos y siempre lloro en todas las sesiones con mi analista así siento que no desperdicio 700 pé. mi último gran descubrimiento es que soy una discapacitada vincular. lo específico nunca fue mi fuerte, amo odiarme y te juro que soy mejor con la cara en movimiento.

la unica diferencia entre la realidad y la ficción es que la ficción debe ser verosímil .- mark twain

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dijo de belén el caricaturista historiador bobrow: "el idiolecto de la autora de este blog asume todos los tópicos culturales más políticamente incorrectos de occidente sin por ello asumir su carga ideológica".

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martes, 30 de abril de 2013

febo el efebo y yo/10 o el final

primera parte
segunda
tercera
cuarta
quinta
sexta
séptima
octava
novena

me desperté por el sol que entraba desde la persiana entre abierta. me estiré, incomoda. agarrado a mi, como una garrapata, estaba febo.
lo miré. dormía profundamente. su peso me aplastaba. de a poco corrí una pierna, y luego otra. saqué el brazo de debajo de su cabeza y me incorporé. me senté en la silla y lo miré otro rato. estaba tan solo. estamos tan solos, pensé, otra vez. pensamiento recurrente.

me puse un short y una remera vieja y prendí la computadora. tomé mates. leí los diarios por internet.
me sentía extraña, con una molesta sensación de incomodidad en mi propia casa; algo que me pasa seguido cuando los tipos se quedan a dormir.

febo.- ¿bel?
belén.- estoy acá.
efebo.- ¿qué hacés?
belén.- leo los diarios.
febo.- ¿me lees?
me acerqué a la habitación.
belén.- ¿qué?
efebo.- que me leas las noticias.
belén.- ...
febo.- ...
belén.- bueno. a ver. la más importante, river juega hoy por el descenso. el indec caca caca, inflación...
efebo.- bel.
belén.- ¿qué?
febo.- veni a la cama conmigo.
belén.- ¿que pasa?
efebo.- nada. mirá, te hago espacio.
belén.- ahora me haces espacio. ayer casi me aplastas.
febo.- ¿me estas diciendo gordo?
se semi incorpora y me tironea de la mano, obligandome a acostarme con el.
efebo.- sos linda, bel.
belén.- ¿no era que no era tu estilo?
febo.- no. pero tenes que saberlo.
belén.- jaja. es tarde. ¿vos no te tenias que ir?
efebo.- prefiero quedarme con vos un rato mas. me voy cuando empiece el partido, a las 15 hs.
belén.- uhh, pero no tengo nada para que almorcemos.
febo.- no te preocupes. te como a vos y listo.

toda la mañana y todo el mediodía se nos paso tirados en la cama, con la persiana a medio abrir, y el sol entrando de a rectangulitos en la habitación.
belén.- boludo, son las 15.30. te estas perdiendo el partido.
efebo.- no puedo creer que no tengas tele nena. como bostero no puedo perderme este partido histórico.
belén.- sorry.
febo.- ufa. bueno, me levanto. ¿hay algún bar por acá?
belén.- si. acá a tres cuadras.
efebo.- ya estoy. ¿vamos?
belén.- ¿eh?
febo.- veni conmigo.
belén.- no, anda vos. yo tengo cosas que hacer.
efebo.- es un partido histórico, ya te dije.  lo tenes que ver. después cuando seas vieja le vas a contar a tus hijos que vos lo viste con un rubio ario machista que lloraba y que se enamoró de vos sin darte un beso siquiera.
belén.- no tengo ganas. me tengo que vestir.
febo.- veni así. estas hermosa.
belén.- callate tarado, hacen -10.
efebo.- ya fue. quedemosnos entonces.
belén.- no seas tonto. tenés que volver a tu casa.
me miró serio.
febo.- no quiero.
belén.- no es la forma.
efebo.- volvé conmigo. ¿no querés venir? vemos el partido allá.
belén.- no.
febo.- bueno. acompañame a ver a river a un bar aunque sea.
belén.- bueno.

bajamos al bar. casi no hablamos durante todo el partido. a las 18.30 yo me encontraba con mis amigas. me levanté para irme. me volvió a agarrar de la muñeca, fuerte.
efebo.- quedate un rato mas.
belén.- me tengo que ir. me esperan.
febo.- decile que no podés ir.
belén.- algún día vas a tener que volver. ¿sabés?. si no es hoy, es mañana.
efebo.- pero hoy no, belén. me siento bien cuando estoy con vos. hace un mes me siento mierda.
belén.- me tengo que ir. en serio.

me acompañó hasta la puerta del bar. me abrazó fuerte, muy fuerte. otra vez escuché con mi oreja pegada a su pecho el corazón, esta vez latía lento, acompasado. me beso, pero muy despacio. le guñié un ojo. me pidió que me quedara otra vez. la negativa de mi cabeza fue la palabra final.
esto también va a pasar, le dije.

crucé acoyte y me di vuelta. estaba todavía ahí parado, mirándome. lo saludé con la mano pero no contestó el saludo.

a la noche me mando un msj que decía: ¿y cuando pasa?
no se lo contesté.

nunca más volvimos a hablar. lo vi un par de veces en la facultad, nos saludamos desde lejos, y nada mas.

el otro día me llegó un mensaje de él, totalmente descolgado, que decía: todavía no pasó.

y me puse a escribir esta historia.

lunes, 29 de abril de 2013

febo el efebo y yo/9 o la vida nos da sorpresas (a veces con ojos)

primera parte
segunda
tercera
cuarta
quinta
sexta
septima
octava

abrí la puerta. el desorden indicaba que no esperaba a nadie.
se sentó en una silla y abrió la cerveza que había comprado en el kiosco de abajo.
hablamos durante horas sobre todo. sobre nada.
no amagó a tocarme ni una vez.
yo tampoco hice nada para que lo intentase. me senté lejos. desde el sillón lo miraba hablar, gesticular.
a las tres am me levanté para ir a la cocina a buscar un vaso de agua. estaba claro, para mi, que nada iba a pasar. cuando estaba a punto de abrir la canilla sentí que me tironea del brazo, fuerte, y me atrae hacia el. me envuelve, mas bien, casi sin dejarme respirar. se quedó ahí, abrazandome, un rato largo. yo, incómoda, contenía la respiración y escuchaba con mi oreja pegada a su pecho su corazón acelerado; no sabía que hacer con mis manos, no soy una hug person la verdad, esto de abrazar no es muy mi estilo. después de unos minutos me moví, ya que él no parecía tener intenciones de hacerlo. me agarró la cara con sus manazas enormes y me besó. me besó apasionadamente, me besó brusco, me besó desesperado, me besó muy él. me aparté como pude para tomar aire, ya que tanta emoción me mareaba... no me gusta sentirme acorralada, no poder moverme con naturalidad me pone nerviosa. le pregunté que hora era. miró su celular y me dijo que eran 3.30. le sonreí y le dije que solo quería saber cuanto había tardado para darme un beso, eran como seis horas desde que nos encontramos en corrientes; eso no era digno de febo, el efebo, el mejor culo de puan. me agarro de la cintura y muy fácilmente me cargó como una bolsa de papas sobre uno de sus hombros. ante mis pataleos horrorizados (tengo una pesadilla constante de que muero porque se me va toda la sangre de mi cuerpo al cerebro y explota) me llevó hasta la pieza y me tiró bruscamente (como una bolsa de papas, otra vez) encima de la cama. un poco aturdida por las maneras del efebo, me senté como pude. no me dejó respirar ni diez segundos que ya lo tenía encima mío.
belén.- que haces, bruto.
febo.- nada. te miro.
me empuja hacia atrás y se me sienta encima, sujetándome las manos.
belén.- soltame gil.
efebo.- nop.
belén.- no me gusta que me agarres todo el tiempo chabón, soltame.

sin darme pelota, me besó otra vez. y otra más. y otra. me soltó una mano mientras me sacaba la remera y se desabrochaba el pantalón. en un segundo se quedó en calzones. era el tipo mas lindo del mundo, sin lugar a dudas.
febo.- que miras.
belén.- nada.
efebo.- sos linda.
belén.- es la primera vez que me lo decís.
febo.- no soy de esos.
belén.- no, claro. sos de los del garrote. tipo picapiedra.
efebo.- ¿no vas a dejar de pelearme nunca?
belén.- no.
me sacó el pantalón. me dí vuelta, para prender el velador, y lo escuche reírse.
me ofendí.
belén.- ¿de que te reís???
febo.- tu bombacha tiene ojos en la cola.
ahí de repente recordé la vedettina comprada en coto la semana pasada que me había parecido un chiste genial. coloradisima, me di vuelta otra vez.
efebo.- nooo, date vuelta, quiero ver.
belén.- dejame en paz.
febo.- no, es que esos ojos son lo mas sexy que me paso en mucho tiempo.
belén.- basta forrrro.
efebo.- jajajajaja
belén.- salí de acá.
febo.- por favor. si sos lindisima de atrás, dejame ver.
belén.- vos te queres reír de mi bombacha gil.
efebo.- ademas.
belén.- salí, tarado. dejame en paz.
se acostó a mi lado todavía riéndose y me abrazo, otra vez, sin dejar ni un espacio entre nosotros. mi dios, yo me ahogaba. intentando ser lo más delicada que pude, me di vuelta y lo miré.
belén.- ¿tenés preservativos?
efebo.- ehhh... no...
belén.- ¿no???
febo.- no. ¿vos no tenés?
belén.- no. sos el hombre, bien macho, tendrías que traer vos nene.
efebo.- belén, estuve dos meses intentando salir con vos. lo que menos me voy a imaginar es que íbamos a cojer hoy.
belén.- ¿no venías pensando en cojerme? que clase de febo sos.
febo.- no. solo en ver tu bombacha con ojos.
belén.- no quiero hablar mas de ese tema. basta.
efebo.- jajaja. a verla, dejame.
belén.- no basta. uf, que mal.
febo.- nahh. sos linda.
belén.- ¿no queres bajar al kiosco?
me abrazó de nuevo, con su style tan particular y se acurrucó contra mi, como pudo, enorme, en mi cama individual.
efebo.- en un rato bajo.
belén.- ¿no querés que vaya yo?
febo.- no.
belén.- son dos segundos, no me molesta.
efebo.- no, belén. quiero que te quedes acá.

domingo, 28 de abril de 2013

febo el efebo y yo/8 o yo si que soy encantadora

primera parte
segunda
tercera
cuarta
quinta
sexta
septima

salimos del cine, contentos. el frío era cada vez mas frío  y el viento agitaba entre la calle corrientes, ahora si, vacía, las latas, vasos, botellas y bolsas de nylon que bailaban sobre el cemento haciendo remolinos.
me acompañó las cuadras que me separaban de la parada del 26.

belén.- ni pochoclos me compraste.
febo.- te va a doler la panza.
belén.- ¿es que estoy gorda decís?
efebo.- y...
belén.- hijo de puta.
febo.- y, no se. muy atlética no estas porque te gané.
belén.- te deje ganar, sino te ibas a poner a llorar de nuevo.
efebo.- ¿ah si?
belén.- obvio.
febo.- ah, esta bien. no hubiese podido soportar que una mujer me ganara.
belén.- lo se.
efebo.- viste, me vuelvo a comportar de acuerdo a tus parámetros.
belén.- esta bien. no esperaba menos de vos.

llegamos a la parada y se apoyó contra el poste.

febo.- no quiero que te vayas.
belén.- les pasa a todos.
efebo.- ¿ah si?
belén.- si. pero todo termina al fin, nada puede escapar.
febo.- y seguís canchereando.
belén.- es parte de mi encanto.
efebo.- suerte. se ve que tenés pocos.
belén.- por favor. hoy te hice llorar, nada de lo que puedas decir para agredirme superará eso.
febo.- ¿ah si?
belén.- ajam. se que estas enamorado de mi. pero después se pasa.
efebo.- ¿en serio??
belén.- es un efecto que tengo. dura poco.
febo.- ¿¿posta??
belén.- si.
efebo.- no te creo.
belén.- es una impresión fuerte, muy buena, al principio. después se diluye. tiene que ver con lo que cuesta que te diga que si a una salida. y con que soy encantadora.
febo.- claro que si.
belén.- pero después, cuando se dan cuenta de que en realidad era accesible, se les pasa.
efebo.- no creo que sea eso.
belén.- ¿no?
febo.- no. das un poco de miedo, nada mas.
belén.- ¿por que?
efebo.- porque si. los hombres somos así  preferimos mujeres más fáciles,  no tan cuestionadoras. son menos estimulantes, pero mas llevables. y después de estar casados durante años con la misma mina, nos odiamos por no elegir a la otra.
belén.- si se hubiesen casado con la otra hubiese sido igual.
febo.- puede ser. o puede que no.
belén.- ahí viene el 26.
efebo.- ¿me vas a dejar solo al final?
belén.- si.
febo.- falta solo la nieve cayendome encima para dar una imagen mas desoladora. pobre de mi.
belén.- ponete a llorar, eso te sale bien.
efebo.- forra. ni invitarte a tomar algo puedo, porque no tomás.
belén.- quiero ir a casa. tengo frío.
febo.- si. ya sé.
belén.- ...
efebo.- ...
belén.- ¿querés venir?

sábado, 27 de abril de 2013

febo el efebo y yo/7 o tenemos que hablar

primera parte
segunda
tercera
cuarta
quinta
sexta

caminamos hablando de cualquier cosa hasta un restaurante. nos sentamos en una mesa al lado de la ventana. me saqué la campera y me sentí mal vestida, otra vez. siempre me pasa esto, que mierda. el traía una camisa preciosa, azul con rayas finitas. se había arreglado, estaba de punta en blanco, y yo parecía de entrecasa. nota mental: nunca aprendo, la última vez que salí con un pibe (hace una semana) me sentí mal vestida otra vez. la historia de mi vida, en fin.

nos sentamos y pedimos una pizza. la charla fluía, pero lentamente. parecía querer decir algo, pero no.
belén.- ¿qué te pasa? ¿de qué querías hablar?
febo.- nada, de nada.
belén.- decime, dale.
efebo.- le temo a tu cuchillo.
le hice ojitos como única respuesta. se rió, y de pronto se puso serio.
efebo.- hoy se cumple un mes de lo de mi hermano.
belén.- ah...
febo.- y... no se. quería charlar con alguien.
belén.- ...
efebo.- y me di cuenta de que no tenía con quien.
belén.- ...
febo.- y no se. pensé en vos.
belén.- lo malo y lo bueno de la vida a la vez es que todo pasa, hasta lo peor.
efebo.- ...
belén.- se que... que uno piensa que está mal seguir viviendo sin el otro. que está mal volver a reírte  o a sentirte bien, o a ser feliz, o simplemente, seguir. es feo seguir sin el otro. pero no hay muchas opciones. la vida te arrastra, viste.
febo.- sabés que de toda la gente que... que me escribió cuando... cuando pasó... la única que dijo algo con sentido fuiste vos.
belén.- no importa mucho lo que digan. importa que quieren decirte algo que te haga sentir mejor, aunque no funcione.
efebo.- si, ya se. pero dicen mierda.
belén.- si.
febo.- ...
belén.- a mi me pasó que... que decidí que nunca más iba a ser feliz. me parecía... obsceno, ser feliz sin ella. un despropósito, viste. nunca nadie me iba a volver a querer así, yo nunca iba a significar eso para nadie, nunca más... nunca iba a querer a nadie como a ella. y... y decidi, concientemente, que si ella no estaba yo no podía ser feliz otra vez. que no, que no me lo merecía, que no podía ser feliz sin mi mamá. estuve muchos años así.
efebo.- ¿y que pasó?
belén.- un día me levanté, después de dos años, y sentí que no podía seguir así. o... no se, me mataba o decidía estar mejor. pero tenia que dejar de tener lastima por mi.
febo.- ¿y estas mejor?
belén.- a veces.
efebo.- ...
belén.- es cierto. lo del tiempo. de pronto te olvidás como era cuando estaba. deja de ser una sensación real y... y nada, te acostumbrás a que no esté. y es horrible. pero es lo que te permite seguir.
me miró y los ojos se le llenaron de lagrimas. la tristeza no parecía ser un sentimiento plausible en el efebo luminoso, pero estaba ahí, sin sentido, con el sonido ambiente de fondo, la gente charloteando, el ruido de cubiertos, las risas del afuera. bajó la vista y yo aparté la mirada y me concentré en la ventana. estudié a la gente que pasaba. señoras paquetas que iban al teatro y cartoneros se sucedían en continuidad. pensaba que que solos que estamos todos. que que sola estoy yo. que que.
febo le pagó al mozo y se levantó. yo seguía mirando por la ventana sin ver, hipnotizada en la nada. me agarró de la muñeca, esta vez suavemente y tiró. me levanté sin mirarlo y me puse la campera.
cuando abrimos la puerta el frío nos golpeó la cara. de pronto sentí que el trance se habría roto, que estaba viva de nuevo. al grito de: ¡el que llega primero gana! corrí las dos cuadras que nos separaban del cine al que ibamos.



efebo me ganó, claramente. es una constante de mierda en mi vida: a mi los hombres nunca me dejan ganar. y después la gente me pregunta por qué no puedo ser feliz, vos fijate.

viernes, 26 de abril de 2013

wear sunscreen

cada vez que me siento una idiota busco en mi mp3 esta canción hermosa de baz luhrmann basada en un discurso de una periodista, mary schmich, publicado en the chicago tribune.



no dice nada demasiado impresionante, ni demasiado nuevo. sin embargo dice todo.

lo termino de escuchar y me siento más idiota de lo que me sentía antes.
a veces es bueno confirmar sensaciones.

lastima que una cancioncita no te lo soluciona.

dejar de ser tan idiota, digo.


jueves, 25 de abril de 2013

febo el efebo y yo/6 o yo que vos...

primera parte
segunda
tercera
cuarta
quinta

belén.- no me importa. quiero irme.
febo.- bueno, pero vas a esperar a que termine de decirte lo que quiero decirte.
belén.- dejame de joder.
efebo.- no.

y me volvió a agarrar la muñeca derecha con fuerza.
no había casi gente en la esquina y el viento helado me hizo estremecer. los letreros luminosos y los cartoneros de fondo, y él, mirándome serio, tan serio. no era una mirada normal, me dio miedo. no lo conocía, sabía que era un toque agresivo y de repente me ericé toda, como un gato, mis sentidos se agudizaron y empecé a sentirme acorralada. esa sensación de que te pusieron música de que va a pasar algo, viste, y de pronto un ahogo de miedo, así, que te invade de golpe. el aire me entró en los ojos y se me pusieron vidriosos. el efebo, erguido, me miraba en silencio, casi sin parpadear. me sentí tan chiquita al lado de el, que era tan grande, tan fuerte. moví despacio mi muñeca y su mano enorme se cerró con más fuerza, instintivamente, sobre mi brazo. respiré hondo y, en voz baja, ya sin mi acostumbrado tono de la tengo re clara, gil, medio supliqué.
belén.- quiero irme, en serio.
sus ojos imperturbables me miraban. no movió ni un músculo.
belén.- por favor. me estás dando miedo.
le solté, sin pensar lo que decía. miré a mi alrededor nerviosa y volví a tirar mi brazo casi sin proponermelo, sin esperanzas de soltarme, solo como un nuevo mohín de resistencia. sin embargo su mano se abrió y respondiendo a la fuerza de gravedad la mía se deslizó fuera, libre. lo miré sorprendida.
febo me miró, sus ojos también estaban vidriosos.
efebo.- quería decirte que tenía ganas de que charlemos.
belén.- estamos charlando.
febo.- lo hacés tan difícil, no se por qué.
belén.- no lo hago difícil. no me gusta que me agredas, ni que te te pienses que sos la gran cosa, ni que yo tengo que estar agradecida porque me des bola, ni que me agarres así como me agarrás. no se si en el planeta de los picapiedras las cosas se hacen así, pero a mi no me gusta.
efebo.- perdón.
belén.- la gente no se maneja así.
febo.- vos no te manejas como la gente tampoco.
belén.- bueno. pero no traigo un cuchillo para acuchillarte en pleno callao, enfermo.
efebo.- yo tampoco. ¿en serio te asusto?
belén.- un poco.
febo.- me gustás, belén. me gusta que me bardees porque si, y que te rías de que todas las chicas quieran salir conmigo. y tengo ganas de que charlemos un rato, ¿puede ser?
belén.- ...
efebo.- prometo no volver a asustarte en toda la noche.

y sonrió, tranquilizadoramente. sus ojos, por primera vez en la noche, se suavizaron. me extendió su mano. dudé unos segundos, pero finalmente se la estreché.
belén.- en realidad si traje un cuchillo. en el bolso. tenía planeado cortarte en pedacitos. leí que si encontras las uniones la carne es fácil de cortar.
febo.- me lo supuse.
belén.- planeaba venderte en partes por mercado libre.
efebo.- una idea asombrosa.
belén.- las chicas se van a volver locas, vas a ver.
febo.- te recuperás rápido, eh.
belén.- si. además corro rápido y muerdo fuerte. yo que vos tendría cuidado.
efebo.- todavía puedo asesinarte, querida belén. yo que vos, me comportaría.

miércoles, 24 de abril de 2013

volver a los 17 o que lindo tanta ingenuidad

estaba dando una clase sobre la dictadura de uriburu en uno de esos quintos quilomberos si los hay. después de cambiar a un par, sentar a uno mirando contra la pared (ah, si, mis métodos de enseñanza son muy modernos) y sustraer 5 celulares logré un poco de silencio (igual los quiero, son divinos y me hacen reír  pero por dios, no paran de hablar un segundo, hijos de puta).

en eso estábamos, hablando de como comienza la década infame tras que las elites terratenientes garcas se dan cuenta de que nunca nunca van a poder ganar una elección (si), cuando la veo a angie con los auriculares puestos. hay pocas cosas que me saquen mas de quicio que verlos escuchando música cuando estoy hablando. me acerqué sin que me viera y le desconecte el celular de los auriculares. sorprendida se dio vuelta y se sentó derechita hacia el frente. nada dije, me limité a amontonar el celular junto a los otros en el escritorio. cuando la volví a mirar vi que gruesos lagrimones le caían de los ojos. seguí dando la clase desconcertada y al rato la miré otra vez. angie con los ojos apuntando firmemente al suelo seguía llorando. preocupada, hice una pregunta que generó un debate entre el grupito de los tres nerds del curso. los deje discutiendo y me acerqué a angie.

belén.- ¿qué pasa? ¿estás bien?
angie.- si
belén.- ¿pero pasó algo?
angie.- cosas mías. personales.
belén.- ¿pero querés que hablemos o algo?
angie.- no profe, esta todo bien.
belén.- pero mira como lloras, no esta todo bien. ¿queres salir al baño?

aldana, que estaba adelante escuchando el dialogo, me dijo que ella la acompañaba. le dije que bueno, y se fueron las dos.

a los diez minutos volvió aldana a decirme que estaba todo bien, pero maso. que el tema era grave.
belén.- ¿qué pasó? ¿se peleo con la madre? ¿se llevo una materia?
aldana.- no profe, algo serio te dije.
belén.- ¿algún problema con bariloche?
mirándome con cara de ufff, pobre tipa, me contestó:
no, profe. la dejó mariano, el amor de su vida. y de esta, le digo, creo que no se recupera más.

martes, 23 de abril de 2013

febo el efebo y yo/5 o no necesitaba tanta información, gracias

primera parte
segunda parte
tercera
cuarta

me quedé tildada unos segundos mirandolo. estaba lindo. una bufanda verde cuadrillé y un tapado negro. jean de corderoy y zapatillas de esas de elegante sport.

belén.- ¿si?
efebo.- obvio, trencitas. estás conmigo.
belén.- ah, cierto. disculpá he man.
febo.- ahh, en vivo también me peleás.
belén.- si.
efebo.- pensé que me ibas a dejar plantado.
belén.- no dejo plantada a la gente.
febo.- estaba decidiendo cuanto tiempo mas te esperaba, sino te iba a ir a buscar.
belén.- sos un goma.
efebo.- me molesta que seas así.
belén.- asi como.
febo.- terca al pedo. es obvio que querías verme, yo quería verte a vos, al pedo decís que no.
belén.- me sorprende tu confianza en vos mismo. ¿es porque sos ario?
efebo.- es porque se que te gusto.
belén.- obvio. hace 4 años que lloro por vos en secreto. de hecho, no puedo creer que estemos acá. que me des bola, no puedo creerlo. digo, ¿cómo me diste esta oportunidad?
febo.- ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh.
belén.- gracias, de verdad.
me agarró de la muñeca y me atrajo hacia él. se acercó a mi oído, y, despacito, me susurró en un tono bastante amenazante:
efebo.- de nada, trencitas.
me solté incomoda. el me sonrió. nos quedamos en silencio unos segundos.
febo.- que querés hacer.
belén.- no se.
efebo.- dale, elegí.
belén.- me da igual.
febo.- como todo, ¿no?
belén.- ¿eh?
efebo.- a que te da lo mismo estar acá o no estar.
belén.- ....
febo.- y a que te parezco un ario pelotudo y agrandado. lo dejaste claro ya.
belén.- ...
efebo.- ¿no? ¿me olvidé de algo más?
belén.- y mujeriego.
febo.- y mujeriego, claro.
belén.- y un toque machista.
efebo.- ahhh, claro. eso también.
belén.- y demasiado expansivo.
febo.- ¿tenés muchos más adjetivos?
belén.- vos preguntaste.
efebo.- ¿querés saber que me parecés vos?
belén.- no.
febo.- ahh. sos muy cocorita para lo que te conviene.
belén.- no me interesa que pienses de mi, la verdad.
efebo.- no, claro. solo estás acá porque te obligué.
belén.- no dije eso.
febo.- me pareces increiblemente terca, peleadora, busca roña, critica, estricta y bardera al pedo.
belén.- mirá vos.
efebo.- y además, prejuiciosa. y que pese a tu actitud, no te la bancás.
belén.- ajam.
febo.- y sos lo menos espontáneo y lo mas limitadito que conocí en mi vida, nena. que te pensás.
belén.- ...
efebo.- parece que te tuviese que agradecer que estuvieses acá. y después el soberbio soy yo, sos exasperante pendeja. ey, ¿qué hacés? ¿a dónde vas?

me siguió y me agarró de la muñeca, otra vez. claramente era su movimiento preferido.
febo.- ¿qué haces?
belén.- me voy. no vine para que me insultes.
efebo.- vos empezaste.
belén.- vos me preguntaste.
febo.- quedate acá. todavía no terminé.

lunes, 22 de abril de 2013

febo el efebo y yo/4 o esto solo puede ponerse mejor

esta es la primera parte
la segunda
la tercera

febo se desconectó, y yo me quedé leyendo un libro que tenía que terminar. cuando volví a levantar la vista, eran las 8 y 20. sobresaltada, me aterroricé. no me había bañado, nada, que pelotuda. mejor le avisaba que no iba nada, a ver si estaba en el face... y, no, obvio. si no estaba ya esperándome  debía estar viajando. me desvestí para meterme a bañar. en bolas, miré el reloj otra vez. 8 y 25. mierda, que me voy a meter a bañar, voy a llegar tardísimo y no tengo el celular para decirle que me acordé que mi papá no me dejaba salir con extraños rubios con culo hermoso y machistas. intenté tranquilizarme y, en bolas, me senté a pensar la solución. me levanté para mirarme al espejo, a ver si se me veía muy sucia. inmediatamente me sentí una pelotuda barbara, te bañaste ayer belén, que pensabas encontrarte, ¿pedazos de barro en la cara?. respiré hondo, me di ánimos. vos podés solucionar esto belén, no es tan terrible, vos podés. miré el reloj, 8.30. reaccioné. me lavé mis partes púdicas (¿se dice así?), abajo de los brazos, la cara y los dientes. si hay mugre que no se note. me cepillé el pelo y me hice dos trenzas, me puse una bombacha y un corpiño negros de algodón, un jean, la remera que tenía puesta y mis all star. busqué mi bufanda y la campera de jean y antes de salir me miré otra vez. no estaba tannn mal, podía haber sido peor. 8.35 salí de casa. pensé en tomar un taxi, pero decidí que no (judiiiiiia). esperé el 146 diez minutos. me subí, y siendo las 8.55 llegué a corrientes y callao. me bajé, muerta de frío; la campera de jean había sido mala elección. me miré a un espejo que había en una vidriera. dos trencitas y una nariz roja me observaban. llegué a corrientes y lo divisé  en la esquina de enfrente de espaldas. se me aflojaron las piernas. pensé un último segundo en volverme a casa. apreté los dientes, metí las manos en los bolsillos y crucé la calle.
me acerqué despacio y me frené en seco a 5 cm de él. levantó la vista y sonrió complacido.

no puedo creer que viniste. esto solo puede ponerse mejor.

domingo, 21 de abril de 2013

febo el efebo/3 o era eso

si no conocés a febo, tenés que empezar por acá, sino no vas a entender nada
y seguir por acá.
y ahora si, podés leer.


efebo.- hola, trencitas
febo.- nena, contestame.
belén.- hola, que hacés.
efebo.- bien. era para avisarte que en 3 hs te paso a buscar.
belén.- ¿?
febo.- si. vamos al cine o algo.
belén.- tengo cosas que hacer. otro día.
efebo.- no, ahora belén. hace dos meses que chateamos, cuando te veo en la facultad te haces la boluda, te invite un montón de veces y nunca podés, dejate de joder.
belén.- terrible tu vida.
febo.- no, la tuya. ¿a qué le tenés miedo?
belén.- a enamorarme, mi amor. y no poder vivir sin vos.
efebo.- no ves que sos una idiota.
belén.- no me trates así cuando expreso mis sentimientos mas oscuros hacia vos.
febo.- me pasaron tu dirección, ¿a las 8.30 nos vemos, dale? te toco el timbre.
belén.- no, nene.
efebo.- la puta que te parió belén, voy a ir igual. asique mas vale que estes vestida. o desvestida, no se, como prefieras.
belén.- no tenés la dirección de casa.
febo.- ¿querés apostar?
belén.- ok. no, perá, no vengas para acá. nos vemos en otro lado, no se.
efebo.- bueno. te espero en callao y corrientes a las 20.30.
belén.- ehhh... bueno.
febo.- no le pongas tanta onda.
belén.- bueno.
efebo.- chau.
belén.- chau.
febo.- mas te vale que aparezcas eh. no me conocés enojado.
belén.- mirá como tiemblo.
efebo.- vas a temblar por otras cosas. ya vas a ver.
belén.- paraaaaaa he-man.
febo.- seguí haciendote la canchera vos.
belén.- no me hago, soy.
efebo.- por eso cuando te cruzo por la facultad ni me mirás.
belén.- es que soy tímida.
febo.- cagona más bien.
belén.- es que temo ser para ti una más, nada más. y mi corazón se marchita.
efebo.- te voy a cagar a palos cuando te vea, que pendeja de mierda que sos, dejá de cargarme.
belén.- es tu fama que se interpone, oh, dulce efebo, entre nuestros corazones.
febo.- sos insoportable, ¿alguien te dijo alguna vez?
belén.- no. sos el primero. en todo. soy una virgen ante ti, como madona, touch for a very first time.
efebo.- dios mio. te odio.
belén.- se que detrás de tus palabras hostiles se alberga un corazón débil y golpeado que late tímidamente en busca del amor.
febo.- no se si quiero verte porque me gustás o porque me exasperás.
belén.- porque tengo tetas. dos.
efebo.- ah, cierto. era eso.

viernes, 19 de abril de 2013

consejos útiles/3

i.- ay, me re gusta, pero mal.
belén.- dejate de joder, es un pelotudo ese flaco. ¿cuántas veces mas necesitás que te basuree?
i.- no me basurea
belén.- naaa, nada mas te caga con toda mina que tenga a mano.
i.- si, ya se. pero me re gusta, vos no entendés porque nunca te gusta nadie.
belén.- nunca me gustaría un flaco que me trata así. cortala, no seas idiota y ya.
i.- me re gusta, no se como hacer. me habla y todo lo que había prometido que no iba a hacer más, se va a la mierda.
belén.- no te pongas en hot.
i.- no, no. no se que hacer para sacarme a este idiota de la cabeza.
belén.- mirá, yo el otro día escuché algo que te va a venir bien, un super consejo.
i.- a ver.
belén.- esto se soluciona fácil; buscate otro que te guste más, y lisssto.
i.- ...
belén.- ...
i.- no está mal.
belén.- lo leí en las obras completas de sócrates.
i.- tarada. jaja, ¿quién te dijo?
belén.- lo escuché en rebelde way.
i.- ¿¿¿rebelde way????

belén.- ajam.
i.- pero eso es de hace tres millones de años.
belén.- lo están dando de nuevo en telefe.
i.- ¿y vos lo ves??? JAJAJAJA
belén.- de que te reis, gila.
i.- ¿por qué ves esa mierda????
belén.- porque yo al tiempo, si lo voy a perder lo pierdo en serio, viste.

jueves, 18 de abril de 2013

un poco de amor

estábamos en el colectivo y no se que le estaba contando. monologaba desde hacía mas de veinte minutos y el se reía. de pronto se me acercó demasiado y me miró a los ojos con una media sonrisa.
só má difícil que sacarse la campera en el bondi lleno vos, ¿no?
dijo, sin que nada tenga que ver con nada, y me conquistó.

lunes, 15 de abril de 2013

nada nunca no

                                                                                             chau
te vi venir, distraido.
mi corazón se aceleró. un poco.
no tanto en realidad.
pasaron por mi cabeza tus imágenes. las mías. con vos. los dos.
recordé que nunca fuimos juntos.
felices, quise decir.
solo parecíamos.
tu cara me miró, inexpresiva, durante tres segundos.
el asalto de nostalgia y melancolía se agotó.
cuando mis ojos se cruzaron con los tuyos
me di cuenta
que nada
eras
que nada
soy
que nada
quedó
me estremecí de que los recuerdos
parecen más felices
a veces
cuando los vivís.
felicidad perdida, de cotillón.
ahora con muchos años más
me doy cuenta
de que vos
nada
nunca
no
te solté
       la vista
            mis recuerdos
                           mi nostalgia
te sonreí
buscando al menos
algo de complicidad en ese adiós tardío
en ese descubrimiento de no nada
que tontos
que eramos
sobre todo vos.
pero no entendiste
otra vez
no hubo empatía
y ni siquiera
un adiós melancólico
algo que cierre
esta historia
con un poco de altura
siempre viviste al ras de la tierra.
yo también.
pero al menos cada tanto miro para arriba.
chau marido ideal que no te quería y con quien hubiese una vida monocordemente buena
cierro los ojos.
te imagino inclinando levemente la cabeza y sonriéndome divertido
así te convierto en historia
no me importa inventarte un final
nunca fuiste suficiente
nada, en realidad.

chau corazón,
mi última concesión.
tener nostalgia de la nada
es difícil
pero si invento una conexión final
un alguito que maquille tanta compañía vacía
es mejor.


la realidad no existe.
solo yo.
            vos ya no.

jueves, 11 de abril de 2013

conchu

belén.- yo no puedo creer que este tipo me de bola.
p.- poooor.
belén.- que se yo. es otro nivel viste.
p.- taradaaa
belén.- es como guau.
p.- igual no te noto convencida.
belén.- ¿no?
p.- no. no te entusiasma demasiado.
belén.- si. bha, no, tanto no. o sea, es lindo.
p.- ajam.
belén.- pero lo que más me entusiasma es que se entere f.-
p.- JAJAJAJ, ves como sos.
belén.- f.- lo amaba, moría por él. se le va a retorcer el estómago MAL cuando se entere que me lo coji.
p.- jaja. dejala vivir, no seas forra. encima que le bajaste la persiana a su super amistad.
belén.- es una pelotuda.
p.- si, ya se. te lo dije desde el primer día que la conocí. y vos no, insististe cuanto, ¿dos años? hasta que te cagó feo.
belén.- por eso. 
p.- es ridiculo, ni te interesa esa piba.
belén.- obvio que no. pero se que ella anda buscando info de mi todo el tiempo, rastreando. demosle algo interesante pa que encuentre.
p.- jaja, sos mala.
belén.- es un tema. ¿cómo se puede enterar?
p.- ¡¡¡¡¡belén dejate de joder!!!
belén.- ya se. mandale un anónimo vos desde tu mail que es poco reconocible. ese mail adolescente que tenés.
p.- ridícula.
belén.- F.-, BELÉN SE COJIÓ A J.- TE RE CABIO. TU INFORMANTE SECRETA
p.- jajaja
belén.- me re emociona.
p.- o sea, te lo vas a cojer para que se entere la otra, nada mas.
belén.- exxxxacto.
p.- jajaja. belennnn.
belén.- queeee.
p.- no seas tan... tan... putaaaa.
belén.- creo que es conchuda la palabra que buscás.
p.- si, tenés razón. conchuuu.

miércoles, 10 de abril de 2013

el sobreviviente

eras el mejor afilador de cuchillas del mundo. estabas obsesionado. fueses donde fueses, revisabas la cuchilla del dueño de casa y si no estaba lo suficientemente afilada (nunca estaba) te la llevabas para devolverla relucientemente dañina. tu primer regalo cuando me mudé, y no tenía nada de nada, fue una cuchilla, que aquí sigue estando. yo te decía que si algún día asesinabas a alguien ya sabíamos que arma ibas a utilizar. y vos te reías.

siempre tenías proyectos. proyectos ridículamente geniales, que solo podían fracasar porque nadie entendía tu genio. desde comprar una camionetita "arreglamos de todo para la señorita señora viuda, soltera, separada, soltera, solícita" hasta poner una bailanta donde hacía tanto, tanto calor. la solución eran los ventiladores, dijiste. compraste decenas, los pusiste por todas partes. cuando te fundiste de vuelta, te recuerdo regalando ventiladores por todos lados. no se donde los tenías guardados, pero te encargaste de traer dos para madryn, y ahí están, todavía. refrescando. vos repetías que en esto de los negocios era cuestión de pegarla y ya. era una vez, un invento, una idea genial, y listo. y listo.

yo te quería mucho. jugar con vos era genial, porque me pegabas fuerte. cuando mamá te decía que no seas tan bruto, le decías que yo también te pegaba fuerte, que me la aguante si era macha. así también me bajaste un diente de leche con un pelotazo que fue a darme fuertísimo en plena jeta. cuando con la pelota bajo el brazo entré a casa llorando buscando los brazos comprensivos de mi madre, y cuando madre te miró con cara de pocos amigos, le dijiste que yo tenía que aprender a que la vida no era color de rosas. que no siempre iba a estar madre para cuidarme, y que mas vale aprendiera a dejar de llorar todo el tiempo. tenías razón en todo, pero nunca aprendí a dejar de llorar.

nuestra casa era chiquita, tan chiquita, que solo teníamos una pieza, un baño y una cocina comedor que funcionaba como pieza de mama también (porque la nena tenía que tener su cuarto, claro). mi bicicleta molestaba y la ibamos corriendo de un lado a otro. bhá, a vos te molestaba. estuviste cuatro días puteando con la bicicleta que estaba siempre en el medio, decías, hasta que fuiste a una ferretería. con sogas, clavos, martillos y rieles construiste una especie de manivela que se enganchaba a las dos ruedas de la bicicleta, y, por medio de un sistema de poleas, si tirabas desde dos lados a la vez, podías subir la bicicleta al techo, que era alto. ahí quedaba colgada la bicicleta. con mamá nos reíamos; nos hacías reír con tus ideas ingeniosas e impracticas. una sola vez subimos la bicicleta, porque eramos dos mujeres, claro, y la montain bike pesaba una tonelada. estuve un mes sin usarla porque se nos complicaba bajarla. cuando la bajamos, tiramos a la mierda tu excelente sistema. siempre fuiste un genio incomprendido.

mamá se reía tanto con vos, de vos. como la vez que te compro la piedra pomex para que te pases en el brazo y te hiciste sangrar cuando te la pasaste. mamá se tentaba, así lindo, como se tentaba ella, imaginandote respandote el brazo como un descocido, siempre tan exagerado eras, siempre tan bruto. los dos tenían linda risa. los dos se tentaban y lloraban cuando se tentaban. todavía me acuerdo de verlos felices, juntos, riéndose de alguna maldad, porque eran malos malos ustedes. eran ustedes dos. y era difícil pasar, ser parte de. lograr que quisieran.

eran parecidos. callados, desconfiados, de pocas palabras, lastimados, tan lastimados, tan omnipotentes, tan solos. nunca dejaron que nadie se acercara demasiado. yo siempre los entendí, igual. la soledad que provoca tener una madre que no te quiere es inmanejable. por mas que tres hijas desde acá los quisiésemos mas que a nada. nunca bastó. les faltaba ese amor primero, único, fundamental.

cuando murió madre y yo estaba ahí afuera, en un pasillo horrendo con enfermeras horrendas, te acercaste para decirme que ya estaba. ya está, dijiste. yo te miré y se me rebalsaron los ojos, se me rebalsó la vida, así de repente, se me rebalsó todo y quise yo también ya estar. me tocaste el hombro bruscamente, el contacto físico no era lo tuyo; bha, de ninguno de ustedes. ni el contacto físico, ni las palabras cariñosas. no llores, belén, me dijiste. no llores, que no quiero verte llorar. y me diste la espalda y te fuiste, dejándome ahí, sola. en el pasillo horrendo, rebalsandome.
vos no querías verme llorar y yo no sabía hacer otra cosa.

después desapareciste. yo tenía tanto dolor adentro, que el dolor que me causó que no volvieses no lo noté. te conocía; sabia que tener que hacerte cargo de mi, aunque yo no lo haya pedido, sino ella, te hizo trastabillar. nunca pudiste hacerte demasiado cargo de nada y con la enfermedad de mamá dejaste tu ultimo aliento. estar conmigo, cerca, acompañarme, era demasiado para vos, que nunca pudiste hacerte cargo ni de vos.

hace un año subí una foto de nosotros dos al face. yo jugaba a mojarnos con una manguera. vos etiquetaste en la foto estas palabras: como pasa el tiempo... ¡alguna vez fuimos felices juntos!

después se murió la abuela. ese ser horrible. un amigo tuyo me dijo que nunca te repusiste del todo de la muerte de mamá. te vi una sola vez más, tomamos mate en esa casa donde se criaron, donde vivió esa familia de 5 de cual eras el único que quedabas vivo. era la tardecita, y el olorcito a humedad tan platense con la brisa que entraba por la ventana de la cocina que daba al patio me hacía sonreír. te noté mal. te vi triste, te costaba respirar. estabas enojado, preocupado, como siempre, demasiado lejos.
hablamos de boludeces. esperé que se hiciese un silencio y te pregunté como estabas.
no contestaste.
me cebaste un mate, y de pronto, en el silencio, lo soltaste:
cuesta ser el único sobreviviente, dijiste.

te costó tanto que te moriste.
y yo no puedo parar de llorar.
y no lloro por mi. ni por tus hijas.
lloro por ustedes. tan duros, tan fríos, tan lastimados, tan solos, hasta el final.

agradezco que mamá no esté por acá, porque se moría de nuevo sin vos. porque en realidad, solo se tuvieron a ustedes.

lloro porque no quiero morirme. no así; no sintiéndome tan sola, ni tan lastimada. no quiero morirme tan joven, tan trágicamente. quiero ser viejita, y feliz, y morirme a la sombra de un abedul plateado. y me da tanto miedo repetirlos. pero sin su coraje, sin su valentía, y sin tener a un otro. porque ustedes eran dos. y yo solo soy yo.

sin poder dejar de llorarlos.


martes, 9 de abril de 2013

this is england

hoy vi this is england, una película de shane meadows





con la voz de thatcher de fondo e imágenes de las malvinas (hay un paneo de un soldado argentino muy conocido entre nosotros) la película se ambienta en ese fatídico 1982. el protagonista, un chico de 12 años llamado shaun, pierde a su papá en la guerra de malvinas.

solo y sin amigos, conoce a moody, un skinhead, que al verlo triste busca animarlo y lo integra a su banda. el film bucea un poco en el mundo skinhead donde valores como el compañerismo, la lealtad, la "buena" música y el coraje los mantenían unidos. con una vestimenta similar a la usada por la clase obrera, las cabezas rapadas y la violencia como arma, estos jóvenes se vinculan afectivamente en la triste inglaterra de los ochenta. el conflicto aparece cuando un antiguo miembro del grupo reaparece y los divide, trayendo ideas radicalizadas, nacionalistas y racistas.

lo llamativo de la película es que te pasas la hora y media que dura (una de sus virtudes, su brevedad) entretenido esperando que pase algo, que toda esa violencia contenida estalle de alguna forma... y no. no del todo, al menos. es una película chiquita, que cuenta una historia chiquita, pero que logra trasmitir la desazón de una inglaterra devastada. las imágenes, su estética añeja y una excelente banda sonora son sus puntos más fuertes, además de una brillante actuación del personaje principal (y, como ya dije, que en una hora y media donde no pasa específicamente nada, nunca te aburrís).
es bueno saber que la desazón, la tristeza, la crisis y la desesperanza no es propiedad solamente de los subdesarrollados.

8 paremos de sufrir sobre 10. si querés verla, clickeá acá



y además, tiene una increible interpretación del tema please please let me por el grupo clayhill, para mi mejor que la original de the smiths (bueno bueno, no me peguen).




lunes, 8 de abril de 2013

inés, filosofa contemporánea/1 o como darme un cross en la mandíbula todo piola

inés.- ¿qué te pasó?
belén.- ¿por?
inés.- la cara, estás palidisima. y las ojeras.
belén.- ahhh, eso. casi me muero.
inés.- ...
belén.- es que estuve desde el domingo antes del finde largo con fiebre, viste.
inés.- eso es hace como dos semanas antes. que tiene que ver.
belén.- que me drogué con ibuprofeno desde ese domingo para que me bajara la fiebre. y me empezó a doler la garganta, pero pensé, son tres días, me tomo amoxidal y todo piola.
inés.- o sea, te automedicás.
belén.- y todo piola.
inés.- jaja, sos una tonta.
belén.- asique tome una semana. y después me sentí mejor, el finde digamos. tire esos dias, labure, curse, corri, tome colectivos y el finde ya me sentí mejor y dejé de tomar.
inés.- aja.
belén.- y resulta que el martes a la tarde otra vez fiebre viste. yo me doy cuenta porque empiezo a transpirar, todo piola.
inés.- jaja.
belén.- y me tomé y tenía 38. pero dije: me tomo un ibuprofeno y ya ta, todo piola.
inés.- aja
belén.- y el miercoles me levante y todo no tan piola.
inés.- ¿qué paso?
belén.- nada, me levanté, me vestí y medio que me marié. y me sentia rara, y digo: me voy a tomar la fiebre (5.50 am todo esto eh) y me tomo la fiebre y adiviná, 39.7 inés.
inés.- ¡40º belén! es una locura eso.
belén.- ya se. y entonces llamé a las escuelas y avisé que estaba muriendome que no sabía bien como pero que me estaba muriendo, que no iba a poder ir.
inés.- o sea, 40º y lo que hacés es llamar a las escuelas.
belén.- y después me fui a la guardia del italiano. no se como bajé las escaleras, zombie estaba. me temblaban las piernas, inés. ¿ya estas llorando?
inés.- dale belén.
belén.- bueno, nada, eso. me re asusté, imaginate. en siete años aca nunca habia ido a un medico. tres horas en la guardia me tuvieron los hijos de puta. seguro que si iba al durand me atendian mejor, pasa que no me gusta ocuparle un lugar al publico cuando yo tengo obra social.
inés.- aja.
belén.- me pusieron una inyección en el culo para bajarme la fiebre, me dieron leuvo algo y me mandaron de una patada a mi casa. me atendió para el culo el forro: nunca vi unas placas así  no tiene que ni siquiera bajar la lengua para que se la mire señorita, desastre. y asi y todo me dio solo dos días. VUELVA EL JUEVES Y VEMOS. si claro, vuelvo a casi morirme tras esperar 3 horas en la sala de espera de un hospital con pisos de mármol  ojo, eh, que yo me muero, pero me muero en un lugar con estilo y equipado con la última tecnología.
inés.- no es necesario que hagas un manifiesto de todo.
belén.- bueno. nada, y volví y el medicamento me nockeo. me desperte a las 6 pm. no comí en todo el día. y acá me ves.
inés.- si, te veo. ¿por que saliste de tu casa?
belén.- porque ya me siento mejor.
inés.- a verte las placas.
belén.- ¿en serio?
inés.- si, dejame ver.
belén.- aaaaaahhhhhhh
inés.- belén, las tenes ahí nomas.
belén.- si, te dije. mi divertimento es mirarmelas en el espejo, pero vos no me crees.
inés.- acostate.
belén.- bueno. pero esto es bueno, te digo, inés. venía muy pasada, muy histérica con todo, con esto de que vuelvo a mi casa a las once de la noche y salgo a las 6 am, venia muy pasada de revoluciones. y esto es como que me dijo: bueno, basta de locura, basta.
inés.- y, si. todo se sumó.
belén.- porque ademas viste que yo vivo pensando en adelantar. es como: uh, bueno, ahora el sábado agarro y adelanto un montón.
inés.- claro.
belén.- adelanto las clases, y la ponencia, y lo que tengo que leer, y el libro, y la maestría y adelanto, leo lo de la otra semana, así estoy adelantada. el otro día mandé una ponencia a un congreso y el tipo re divino me contesta: me llego todo ok, muchas gracias, sos la primera. la primera de la mesa. de 35 soy la primera. a ese nivel de locura de antelación te estoy hablando. tengo que tener todo listo antes para tachar algo más y pasar a lo otro.
inés.- claro. vas tachando cosas de la lista, siempre haces eso. pero la lista siempre suma cosas ¿no?
belén.- si. me agota porque siempre estoy pensando en que me queda por hacer, viste. y que tengo que hacer lo otro, y lo otro. y me angustio pensando que no voy a llegar, que no llego.
inés.- ¿para qué?
belén.- para que se termine. la lista. alguna vez. y no se termina nunca. es agotador.
inés.- es que la lista, belén, es la vida. el día que no tengas nada para hacer, probablemente estés muerta. me sorprende que lo busques con tanto ahínco.

domingo, 7 de abril de 2013

jueves, 4 de abril de 2013

febo el efebo y yo/2 pero con una invitada especial

para lu, que se enamoró del efebo desde la primer entrada

la primera parte de esta historia: acá

a partir de allí, y cada vez que nos cruzabamos por la facu, febo era la persona más simpática del planeta tierra y yo la más estúpida. si me veía, aunque estuviese hablando con 5 personas y a 400 mts de él, se acercaba a saludarme con una sonrisa enorme. más simpático era él, mas idiota reaccionaba yo. ni que decir de mis amigas, que no podían entender que semejante tipo se acercase a nuestro encuentro. ¿de dónde lo conocés? y ¿desde cuando te saluda tan simpáticamente Mr. Culo? eran solo dos de las miles de preguntas que me hacían entre sonrisitas estúpidas. mientras el efebo derrochaba simpatía y les charlaba, yo solo quería desaparecer, o sea, ¿siempre hacía este calor en abril? ¿qué onda?

si hay algo que me molesta (entre las miles de cosas, claro) son las personas excesivas. efebo era todo excesivo, él. era excesiva su sonrisa, su belleza, su simpatía. era de esa gente que no podía hacer nada calmadamente, digamos, ni de bajo perfil. su vozarrón, cuando te saludaba, cubría 15 mts a la redonda, y su risa podía asustar a mas de uno que estuviese desprevenido. y yo, convengamos, de excesiva nada. no soy, es verdad, de la que transcurren su existencia callada la boca, pero no me gusta llamar la atención. no al menos en la vía pública o entre un grupo de desconocidos. no me gustan los gritos ni divertirme sabiendo que al otro día voy a arrepentirme por las cagadas que me mande. todo lo barroco y expansible, y sobre todo la gente así, genera en mi el efecto inverso, genera que me retrotraiga ante tanta expresividad. no puedo, con la gente excesiva yo no puedo, no se manejarlas, no se hacia donde pueden ir y, de cierta forma, me asustan.  me asusta que no se mantengan dentro del rango previsible. la previsibilidad de la gente es, para mi, importante. yo se que mi amiga p.-, que es de las de perfil bajo, podría cantar karaoke si yo le insistiera mucho (de hecho, lo hizo) pese a que la había escuchado decir miles de veces que ella no lo haría. ahora bien, se que a p.- no podría convencerla de subirse a la barra y sacarse la remera, por ejemplo. la conozco, la quiero, y, además, conozco su rango de posibilidades digamos (eh eh, que no van las situaciones limites, no vale drogada, o en momento de catástrofe, esos casos no cuentan). la previsibilidad ES NECESARIA. te permite saber con qué personas te manejas, hasta donde va, que piensan, que quieren, hasta donde llegan.
pero efebo era imposible. nunca podías saber que estaba pensando, que quería, o que haría. era, como ya dije, excesivamente impredecible. y a mi me gusta caminar por suelos seguros, viste. no soy de las que saltan al vacío por qué les parezca divertido. entonces me confundía. se acercaba y me hablaba y me envolvía y a mi me confundía, me ponía boluda (no era SOLAMENTE una cuestión hormonal, no sean brujas/os).
además, yo lo conocía a efebo. no es que lo conociese, especialmente. conocía los rumores, los chismes que su expansividad generaban. mujeriego empedernido, insistente hasta el hartazgo, algo violento, complejos temas familiares y cierta superficialidad machista me hacían pensar, realmente, que yo con este tipo no quería ni tenía que querer nada. que no me convenía.
y vos viste. lo que no nos conviene se vuelve, justamente, aquello que no podemos sacarnos de la cabeza.yo SOÑABA con el efebo, SOÑABA. o sea, eróticamente, se entiende. NUNCA me pasó con nadie, NUNCA. salvo con febo. y me torturaba pensando que ya había llegado al grado de pelotudez hormonal cósmica. mi otra amiga p.- me decía, que me deje de joder, que me lo coja y ya. pero a mi me daba miedo, viste. yo creo que lo que me daba miedo era que me gustara en serio. justo febo, el que yo sabía que jamás podría enamorarse de mi, porque estaba demasiado enamorado de si mismo. y es que yo puedo ser muchas cosas, pero estúpida seguro que no.
transcurrieron los días así. efebo semi persiguiéndome con su séquito de admiradoras hormonales detrás, y yo, escapándome de la vergüenza que me daba que un tipo así me atrajera tanto.

una noche estaba con una amiga en casa. mi amiga tenía un pedo para 4. abrazada a una botella de vino tinto, decía estupideces y yo me reía. y en esas, me habla febo. era un jueves, doce de la noche. y efebo me pone: hola, trencitas. mi amiga, que estaba sentada en la computadora, le contesta, enseguida:
- hola fefo
febo: ¿fefo?
- si me dihje bel qus te llamnas fepo
febo: ¿eh?
- mucho chansho gusrto soy j.- que tal
febo: que tal j.- ¿estás con bel vos?
- si claro yo respetio mushcio la privazidad febo que te penszas
febo: jaja. mandale un beso de mi parte por favor.
- yaaaa mismooooooooo con lengua o sin lenguaaaaa
febo: con todo.

j.- bellll aca te mandan besooo el fefoo esteee
belén (desde la cocina).- ¿quién?
j.- el febo que te calienta te manda de todo dice creo que dice todos los besos
belén.- ¿eh?
me acerqué a la pantalla y me di cuenta de LA DIMENSIÓN de la situación.
belén.- salí de ahí boluda, que haces
j.- le contesto a fefoooo
belén.- ¿fefo? jajaja, sos una pelotuda
j.- dijo que te daba besiiitoooos, besitooos con lenguaaaaaaaaa
belén.- uh, estás mal.
j.- estoy mejor que nunca


febo: ¿hola?
- hola, disculpá, es una amiga que está re mamada
febo: ¿y vos como estás?
- estoy en baby doll esperandote a vos, boludo (ah, si, soy re valiente, una viva bárbara desde atrás de un teclado, vieron)
febo: ya salgo para allá.
- gil.
febo: en serio. ¿querés que salgamos?
- no, estoy con una amiga.
febo: que venga también.
- mierda que solucionabas los problemas logísticos fácil
j.- fefooooo te quierooooooooooooo decile a fefooo que lo quieroooo
febo: viste
- si fuese tan fácil conseguir tríos la gente sería tanto más feliz
j.- febooooo asommmmaaaaa ya susss rayosss iluminannnn lararla el conventoooo
febo: igual yo con vos ya estoy completito.
- mi amiga está cantando la marcha de san lorenzo, te la comés.
febo: no, te quiero comer a vos.
j.- tras los muroooooooosss corceles y acerooooos 
- hablamos después. beso.
j.- el clarinnnnnnnnnn sonoooooo y la voz del gran fefe a la carga se ordenoooo
febo: dale, dejame que te pase a buscar. hacemos lo que vos quieras.
- estoy con una amiga, ya te dije.
j.- !!!bravo!!!!
belén.- ¿¿¿bravo??? jajaja, borracha de mierda.
j.- vivaaaaaaaaaaaaaaaaa ferrrfooooo
belén.- jajajajaja
febo: bueno, hacemos algo los tres.
- que goma que sos. te dije que no.
febo: vos me ponés goma.
j.- chau chau mandale besos al ferrrrfoooo
belén.- ¿chau qué? dame la botella
j.- me voy a mi casa mañana tengo que levantarmeeee temprano
belén.- dame la botella
j.- noooo, tiene todavía
belén.- ¿te vas a ir con la botella?
j.- siiiiiii, chau ferfooo chau
belén.- pera que bajo con vos. ¿no te querés quedar a dormir boluda?
j.- noooooooo. ferboooo asomaaaaaaa tusss brazoooos
belén.- jjajajaja.
febo: ¿hola?
febo: ¿bel?
febo: me dejaste colgado otra vez.
- perdón. bajé a abrirle a j.-
febo: dale. te paso a buscar.
- no.
febo: ¿por qué?
- porque no quiero nene. es tarde, y es jueves y mañana tengo cosas que hacer.
febo: si no querés verme decime.
- no quiero verte.
febo: ¿y el baby doll?
- ya me lo saqué. ahora estoy en bolas sentada escribiéndote.
febo: ¿con crema en las tetas?
- obvio.
febo: mirá que tengo formas de conseguir tu dirección.
- no me rompas las pelotas. ya te dije que no. me voy a dormir, beso.
febo: vos si que sabés como sacarme de quicio.
- aprendé que no siempre podés hacer lo que querés. una lección que la mayoría aprendemos a los 5 años más o menos.
febo: ¿qué otras cosas me vas a enseñar?
- me fui a dormir. chau.
febo: chau trencitas. te aviso que pienso seguir pensando en vos todo lo que quiera, eso no me lo podés prohibir. 

miércoles, 3 de abril de 2013

otra vez

escribo esto con un pote de dulce de leche al lado. algo que no hacía hace mucho tiempo. pero reincidí.

hoy hablé con una amiga que me contó que se enamoró. se la nota feliz, contenta, extasiada.
emocionada, le pedí todos los detalles. charlamos un rato y cortamos.

y de pronto apareció.
yo sentía que me daba golpecitos desde que escuché la noticia. pero lo ahogaba, lo reprimía. la adoro, a mi amiga, solo quiero verla bien, soy feliz con ella, por ella.
pero estaba ahí. y en cuanto corté, se abalanzó sobre mi.

la desesperación, el miedo, el enojo. ¿será que soy una envidiosa asquerosa, un ser horrible, un humano despreciable? es mi amiga, debería estar feliz.

pero no. me asalta la comparación. con ella íbamos a ser solteras por siempre. con ella criticábamos a los tipos y nos reíamos de sus ruidos sexuales. con ella nos apoyábamos y entendíamos.
y de pronto la comparación odiosa.
ella pudo, y yo no.
otra que pudo.
otra que se enamoró, que es feliz con alguien, que puede pensar de a dos.
me inunda una sensación de soledad horrorosa en conjunción con la vergüenza que me da sentir lo que siento. soy mezquina, chiquita, despreciable.
mientras me muerdo el labio intento tranquilizar mis demonios.
estoy feliz por ella, repito como mantra. esto no tiene nada que ver conmigo, estoy feliz por ella.
y sin embargo los ojos se me llenan de lágrimas.

furiosa conmigo misma, me miro en el espejo del baño, amenazante.
no llores, belén. no seas un ser despreciable, belén. te odio, belén.
las lágrimas caen ignorantes de mis deseos.
estoy tan enojada conmigo.

escribo esto apretando los dientes. pensé en no subirlo, porque es horrible, soy horrible; pero siento que no sería sincera. no con ustedes, que al fin y al cabo solo leen cada tanto, sino conmigo. no me banco ser así, pero soy, y dejarlo asentado es reconocerlo.
me siento una basura (basurita) por sentir lo que siento.
me siento sola. y enojada. y horrible.

pienso una y otra vez que esto es ridículo, que no tiene nada que ver conmigo, que nada cambio, pero de una forma extraña sigo pensando que si.


otra vez soy yo.
otra vez soy yo la que no puede.
otra vez soy yo la desubicada.
otra vez soy yo la que hace las cosas mal.
otra vez soy yo la que siente cosas que no quiere sentir y que la hacen sentirse una mierda.
otra vez soy yo la que se queda sola.
otra vez soy yo.

yo conmigo.
y nada mas.
otra vez.



y me muero de verguenza de ser así.
tan yo.
tan despreciable.
tan chiquita.
otra vez.

martes, 2 de abril de 2013

linda, linda linda

sos linda, me dijo.
lo miré un rato con mala cara.
no me gustan los cumplidos porque si, contesté.
¿ah no?, se sonrió. me parece, belén, que hay muchas cosas que no te gustan.
no me gusta que me mientas con frases hechas, no es necesario.
sos dificilisima, eh. ¿por qué te voy a mentir?
no se. porque ustedes mienten.
¿ustedes quienes? ¿los jóvenes? ¿los tipos? ¿el universo?
los hombres.
¿para qué te mentiría?
¿para levantarme?
ya estás acá.
si.
tan linda, tan.
callate gil.
lindalindalindalinda
me molesta, cortala.
lo lamento. tengo que decírtelo, necesitas desesperadamente que alguien te lo diga.
no necesito nada, no se de que hablás.
de que sos linda, tan linda.
bueno, ya no es gracioso.
no, claro que no. es verdad. sos linda.
mi mamá decía que no había que decir las cosas. había que demostrarlas.
¿cómo te demuestro lo linda que sos?
nunca me decía nada lindo. nunca nunca. hablaba poco, mi vieja.
si, ya se.
mi papá tampoco decía cosas lindas. era muy sincero. nunca me consideró linda del todo.
si, ya sé.
hace unos meses, discutiendo, yo hice un gesto, una mueca. levanté una ceja y me mordí el labio inferior. mi viejo me miró unos segundos y me dijo que estaba igual a mi vieja.
sos muy parecida, si.
yo sonreí y le pregunté si de verdad. era muy linda mi mamá.
si, lo se.
me miró y me dijo que si. que le da escalofrio a veces, porque mi cara, mis gestos, son reflejos tardíos, como deja vu de ella, viste. hizo un silencio y después me dijo que igual, yo era más linda que mamá. que sonreía más, que tenía rasgos mas delicados y que mis ojos, mis ojos, decían tanto más.
tus ojos, si.
le costó 25 años decirle a su hija que era linda. 
se sentó al lado mio, y me abrazó. cerca de mi oreja, susurró: tu papá no entiende nada. sos linda, linda. linda como tu mamá.
por unos segundos sentí que estaba donde tenía que estar. sin animarme a mirarlo, acomodé mi cabeza entre el recoveco de su hombro y le dije la verdad: no me gusta que me digan linda. a mi lo que me gusta es que me quieran.

lunes, 1 de abril de 2013

febo el efebo y yo/1

uno de los proyectos de este blog era contar, de atrás pa adelante, acerca de los hombres de mi vida (muchos de los cuales ya retraté y ustedes recordaran). debido a que soy historiadora y medio obse, había decidido hacerlo cronológicamente.

ese proyecto tenía un prologo
un primer capítulo, el primero de todos mis hombres
y un segundo capítulo, donde dos hombres pelean por mí


hay muchos hombres ANTES de febo el efebo. pero hoy me acordé de él, y se me cantó contarlo. (ni yo misma me obedezco, no me imagino como saldrán mis hijos... pobres).

asique hacemos un salto generacional y nos ubicamos en capital, en el año 2011. ya hechas las aclaraciones pertinentes, pueden continuar.

era el culo mas bello de puan.
así estaba catalogado por todas las féminas de la facultad.
pero el tipo no era solo un culo, no señor.
el tipo era la suma de sus partes. era el conjunto. era febo, el dios apolo. era el sol, el mar, las estrellas sucundum sucundum.
habíamos cursado un par de materias juntos, pero pedo. nada, cero. yo no soy muy simpática para hacer sociales, y él mas allá de saludarme cuando entraba al aula seguido por su séquito de feromonas femeninas no hacía mucho. y es que a mi, el cancherito me va, pero no el carilindo porteño que la tiene clara. ese me la soba, digamos. me la seca, para ser mas específica. (no tanto)

un día me agregó al face y me resultó extraño; me pregunté de donde sabría mi nombre, ¿no?.
hablamos un par de veces pero no mucho más. no me gustan los dioses, y menos rubios. asique pedo. además mi actitud hacia el sexo masculino es pasiva completamente. nunca levanto, no se como se hace, no se me ocurre, no es mi área. en general, la gente me levanta a mi. (inés diría que nunca elijo yo y que eso implica una vez más una falta de deseo a considerar; siempre espero a que me elijan y de ahí veo mas o menos, nunca una actitud pro activa. me pregunto si inés además de psico estudió recursos humanos o alguna boludez así).

un día de mucho calor, estaba yo con dos trencitas sentada en una mesa de las que hay a la entrada de puan. conmigo, mi mochila.
el efebo salió por la puerta y yo vislumbré su punto mas alto (su culo, claro está). en ese preciso momento el se da cuenta de mi presencia y vuelve sobre sus pasos. me puse colorada, ¿me habrá visto mirarle el culo? que vergüenza, una chica respetable como yo.

febo el efebo.- bel, ¿no saludás?
belén (con la culpa carcomiendole por el usufructo que había perpetuado de las posaderas del caballero rubio).- ehhh hola
febo.- ¿qué hacés?
belén.- ehhh nada
efebo (se acerca demasiado y me tironea de una de las trenzas).- que hacés trencitas, decime dale.
belén (sintiendo un calor incómodo que no suele sentir porque es medio frigi; no digas ehhhh otra vez que va a pensar que no tenés masa encefálica pelotuda).- ehhhh
febo.- ...
belén (dale idiota, vos podés).- estemmmm
efebo (se acerca una vez más, me tironea la otra trenza y se sienta a mi lado).- ¿me puedo sentar con vos?
belén (si, quiero).- ahhh, si...
febo (sonriendo).- que chiquita que sos.
belén.- ehhh... si, pasa... (¿¿¿¿si, pasa???? ¿¿que te pasa a vos enferma mental??? ¿desde cuando tu cerebro está en coma, mogolica del orto???)
efebo.- mirá, mi mochila es mas grande que vos casi.
belén.- jejeje (si, cojamos, dale, ya)
febo.- cuchame, ¿querés que vayamos a tomar algo?
belén (¿yo? ¿a mi? ¿yo yo? ¿estás seguro? ehhh, o sea, ¿yo?).- ehhhh... no (¿¿¿¿no??? ¿¿¿dijiste que no???)
efebo (visiblemente sorprendido).- ¿no?
belén (pelotudaaaaaaaaa).- ehhh, no, prefiero que no (¿ehhhh???¿¿¿prefiero???)
febo.- ...
belén.- ...
efebo.- ...
belén.- bueno, chau
febo.- ¿chau?
belén (desaparecé, desintegrate, chau chau adios).- ehhh, si.
efebo.- ¿a dónde vas?
belén.- ehhhh, por ahí
febo.- ¿donde?
belén.- lejos tuyo (¿dije eso en voz alta? ¿en serio?)
efebo.- ¿eh? ¿por?
belén.- es que es el sol, me ponés incómoda.
febo (larga una carcajada).- ¿qué sol? vos estás de la nuca.
belén.- si. chau.
efebo.- chau belén. tas linda.

di media vuelta y medio mareada rumbié hacia las escaleras. un silbido penetrante me hizo darme vuelta.
febo.- nos vemos prontito, personaje. y si es con trencitas mejor.

muerta de horror subí las escaleras de dos en dos (para alguien de mi tamaño, es toda una hazaña). me metí en el baño y me miré al espejo. coloradísima estaba ahí, del otro lado, con cara de espantada. me pasé la mano por el cuello y sentí los latidos acelerados de mi corazón. pajera de mierda, pensé.
ese día descubrí que yo también tenía feromonas. y que habían estado acechando todo este tiempo para,  tras 25 años de convivencia, hacerme un piquete frente al pibe mas lindo de la facultad.

me lavé la cara y salí del baño con toda la dignidad que me fue posible.
al menos no me largué a llorar enfrente de él, pensé; vos siempre podés hacerlo peor. bien belén, bien.