mis padres fueron radicales, yo soy peronista, lo de progre vino por default. no entiendo lo de guardar secretos y siempre lloro en todas las sesiones con mi analista así siento que no desperdicio 700 pé. mi último gran descubrimiento es que soy una discapacitada vincular. lo específico nunca fue mi fuerte, amo odiarme y te juro que soy mejor con la cara en movimiento.

la unica diferencia entre la realidad y la ficción es que la ficción debe ser verosímil .- mark twain

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dijo de belén el caricaturista historiador bobrow: "el idiolecto de la autora de este blog asume todos los tópicos culturales más políticamente incorrectos de occidente sin por ello asumir su carga ideológica".

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viernes, 20 de diciembre de 2013

me toca

                                                                           
esta entrada la canta la genia de lady gaga:

a veces no encuentro la forma de decirte, de contarte.
que no entiendo, o no se. o no puedo saber.
la neurosis es mas fuerte.
grita en mi cabeza. me ensordece.
actuo mecanicamente, inconcientemente.
no se identificar el deseo.
no puedo visualizar donde esta.
me cuesta entender que es lo que quiero.
cierro los ojos y trato de enfocarme.
los abro los cierro los abro los cierro y los aprieto.
los abro. está todo borroso.
veo doble.
 
me ves primero, porque nunca puedo ver a nadie. no puedo visualizar, veo borroso, doble. no veo nada de tanto mirar.
te acercas. te espero. te siento. me excito. se que no podés elegirme y eso me deja tranquila. ninguno se elije y es mas seguro asi.
estoy en la zona de confort.
nada puede hacerme trastabillar porque ya se como termina esta historia.
pronto.

finalmente nada funciona.
ni el amor, ni la felicidad, ni la alegria, ni la tristeza.

yo quiero querer desesperadamente, pero no se que.
no se a quién.

me anticipo, se lo que va a pasar. leo el futuro, siempre me gustó jugar mostrando las cartas. mi mano esta en la mesa.
me gusta jugar.
saber el final.
saber que te gano algunas manos, porque te distraigo, pero que inevitablemente voy a perder.
se que te gusto. te gusta mi cuerpo, cojerme.
esas son mis cartas. te las muestro. ya sabes a que juego.
despacio, las coloco boca arriba en tu rango de visión.
me aseguro que las veas bien.
para perder.
porque me es mas facil así.

pero de pronto nada va como lo previsto.
pegás un manotazo sin avisarme.
te desvías de lo que yo sabía que inevitablemente iba a pasar.
me sorprendés.


repartís de nuevo y ya no estoy tan segura.
no se que hago acá enfrente tuyo.
me quedo quieta y te observo.
reprimo el deseo de correr. me tranquiliza saber que voy a alejarme casi por obligación. miro fijamente mis tres cartas, cartas nobles, cartas buenas. no se si quiero mostrartelas. no se si quiero ganar o perder.
irse al mazo no se puede. esto es real.
me muerdo el labio. cierro los ojos. intento visualizar el deseo, pero se pierde, se borronea, veo doble. no veo nada.

como te cagó, ¿eh?, comenta inés.


vos ya tiraste.
me toca jugar.
cierro los ojos. me concentro. esta vez voy a poder.
los abro. no veo nada. estoy ciega.
no se que carta mostrarte.
cierro los ojos otra vez.
me doy ánimos, me repito que finalmente nada funciona, nunca.
tomo aire.
intento concentrarme pero no puedo.
demasiado ruido. demasiada oscuridad. demasiada confusión.
pesa el deseo, pero no se donde está.
estamos a tientas, todo en suspensión.

¿y ahora, belén?, insiste inés.
no la veo desde el diván, pero puedo jurar que se está sonriendo.
te toca a vos. es tu turno.


es mi turno.

de pronto jugar ya no me gusta tanto.
dejo las cartas boca abajo sobre la mesa.
me toca.

can´t read my, can´t read my
no he can´t read my poker face
(she´s got to love nobody)

martes, 17 de diciembre de 2013

first world problems

37,8º, 17 de diciembre del 2013, belén averiguando como puede obtener una tarjeta de credito:
.- si señora, le podemos cambiar el plan, de super cuenta que es la que tiene usted que es el plan mas bajo, la pasamos al plan infinity, un plan en el cual obtendrá muchos mas beneficios a solo...
belén.- pero cuanto me sale...
.- usted pasará de tener solo tarjeta de débito a obtener capacidad de préstamos, servicios de asesoramiento de inversión, y dos tarjetas...
belén.- no me importa eso, cuanto me sale quiero saber.
.- pasa de pagar $60 por mes a pagar solamente $198 y le ofrecemos así DOS tarjetas de credito, con un descubierto de...
belén.- pero yo no quiero dos tarjetas de credito, quiero una
.- no señora, vienen dos
belén.- pero si yo te compro una ¿no me sale mas barato?
.- usted no "compra" las tarjetas señora, es un servicio, y el paquete trae dos.
belén.- pero de $60 pesos a $198 hay $138 de diferencia, ¿no tenés algo que sea intermedio entre los dos?
.- hay un plan, pero no le conviene. sale $140 y casi no tiene limite de descubierto...
belén.- ¿pero trae solo una tarjeta de crédito?
.- no, dos
belén.- pero yo quiero una, no dos
.- los planes vienen así, señora
belén.- pasa que yo quiero irme a uruguay y me dijeron que tengo que tener tarjeta de credito, pero acá yo no la voy a usar, ¿entendés?
.- en uruguay puede usar las dos, señora
belén.- pero necesito una nada más, porque voy a pagar por dos si quiero una.
.-vienen dos, señora
belén.- pero no entiendo, no tiene sentido.
.- lo que usted no entiende, señora, es al capitalismo

jueves, 12 de diciembre de 2013

el no casado/3

esta historia empieza acá
esta es la segunda parte

besaba suave, acompasado. esperaba que yo me moviese e iba detrás mio, pero no dejaba que me aleje de su boca. cada vez que yo intentaba cortar el beso el me obligaba a seguir besándolo, ininterrumpidamente, como si intentara no perder ni un segundo de tiempo. eso me ahogaba y me excitaba a la vez. cada vez que mi cuerpo intentaba alejarse sus manos me presionaban para que me quedase donde estaba, pegada a el. yo pensaba que hacía calor, que que calor, que lo iba a transpirar y que que asco, y que no sabía ni siquiera el nombre, y que necesitaba tomar aire pero que el chico del beso mas largo del mundo no me dejaba y que en parte eso me gustaba. intenté separarme dos, tres, cuatro veces. el beso aumentaba en intensidad, y yo me ahogaba y calentaba cada vez más. desesperada, le mordí el labio de abajo. hizo un gesto de dolor y me soltó, llevandose la mano al labio. le sangraba.
mientras intentaba recuperar el aliento e intentando mantener la dignidad dado que hablaba como si hubiese acabado de correr veinte cuadras, le pedí disculpas.
nada dijo, me volvió a tironear contra él y me besó otra vez. sentí el sabor de su sangre, mezclada con el gusto a cigarrillo. su lengua, ritmicamente, volvia a su quehacer, a no dejar que me apartase de su boca. de pronto me acordé de mis amigas. me alejé de pronto.
tengo que volver, le dije.
se volvió a tocar el labio que seguía sangrandole. me preguntó a donde.
con mis amigas, le explique, acomodandome la ropa.
voy con vos, se ofreció. me puse colorada y le dije que no.
dame tu celular, me dijo, y extendió su mano. le alcancé mi celular y se agendó sin decirme su nombre.
escribime, me ordenó.
no le respondí nada y empecé a caminar por donde había venido.
busqué entre mis contactos algún nombre desconocido. de pronto lo encontré: demián.

mientras caminaba hacia mi mesa le mande un wassap.
- hola, soy yo.
me contestó al toque:
- si. ya sé.

lunes, 9 de diciembre de 2013

el no casado/2

esta historia empieza acá

me sorprendió la rapidez del movimiento. de pronto estaba muy cerca de él, y no tenía muchas posibilidades de alejarme, me tenía bien agarrada.

el humo de su cigarrillo me hizo toser. moví rápidamente la muñeca hasta que conseguí soltarme. con esa misma mano lo empujé hacia atrás. sin embargo su otra mano seguía agarrandome de la cintura. se va a dar cuenta de que estoy gorda, pensé. la ridiculez del pensamiento me hizo reir.
sonrió conmigo. ¿qué es lo gracioso?, preguntó divertido.
nada, nada, le contesté. y me alejé un paso mas, no se por qué, ya que no quería irme a ningún lado.
¿a dónde vas?, me preguntó, aflojando su brazo en mi cintura.
lo miré y me acerqué de vuelta a él, retocediendo en mi retroceso.
así está mejor, me dijo. con su mano libre alcanzó el cigarrillo y le dio otra pitada. volvió a colocarselo en la comisura. pensé que qué sexy que eran los hombres que sabían fumar. me reí otra vez de la observación pelotuda.
entrecerró los ojos. ¿y si me contás que cosa te parece tan divertida y nos reimos los dos?, me reprochó.
cerré los ojos y los abrí, intentando ganar tiempo. esta timidez pelotuda que me agarraba en los instantes de levantes me iba a matar, gracias a dios que tenía dos tetas, que sino moría virgen. me reí otra vez, pero me puse seria enseguida. él hizo un gesto de fastidio.
suspiré y le dije: nada, que me estás tocando la cintura y estaba pensando que te ibas a dar cuenta de que estoy gorda y me dio gracia pensar semejante pelotudez.
tiró el cigarrillo al piso. rápidamente puso ambas manos en mi cintura y me presionó hacia él otra vez. mi corazón se aceleró, sentí que su entre pierna también reaccionaba a mi cercanía. me puse mas nerviosa. hacia mucho calor, estaba transpirada, era un asco. que asco.
agachó su cabeza y pegó su mejilla a la mia. su barba de tres días me raspó la mejilla. subió sus manos y me abrazó. me abrazó fuerte. yo contuve la respiración, expectante. mis manos colgaban a los dos lados de mi cuerpo, y él me abrazaba cada vez más fuerte.
torpemente llevé una de mis manos a su cuello. la otra hacia su mejilla descubierta. me dio un beso suave en la comisura de mi boca y se quedó ahí, quieto.
los segundos se me hacían eternos. ¿por qué no me besaba?
esperé pero no volvió a moverse. torpemente entonces alejé mi cara de la de él y lo miré de frente. me quedé ahí, cinco, diez segundos, a un centimetro de su boca; el aliento caliente con sabor a cigarrillo me llegaba nítido, pero no me tocaba. sentía su entrepierna cada vez mas preparada. saqué mi lengua y le acaricié el labio de abajo.

fue la señal. me apretó contra él, y, finalmente, me besó.

domingo, 8 de diciembre de 2013

el no casado/1

se me acercó, despacio.
yo estaba molesta. el calor me pone mal, me tiene mal.
había comido todo el día, además. me sentía pesada, gorda. y el calor.
estuve un rato largo escuchando sobre relaciones de otra gente, me aburría. el tópico, me aburría; tal vez no tener nada que aportar al respecto de él. hacía mucho tiempo que el tedio de una relación no me transformaba en un ser monotemático. la gente me aburría. esa cosa palermitana pedorra, pagar una milanesa de berenjena 80 mangos, nada encajaba, que mierda hacía yo en este cuadro. dije que iba al baño, o algo así, y me acerqué a la terraza del lugar buscando aire. que corra aire en esta ciudad agobiante. algo que me permita respirar un poco mejor.
me até el pelo y me saqué los zapatos, no me los aguantaba más. cinco centimetros menos y los pies tocando el cemento fresco me hacían sentirme mejor.
y fue cuando se acercó, despacio.
me pregunto que hacía. era lindo, normal. pelo negro, ojos marrones, camisa a cuadrille. podía confundirse facilmente con la fauna de chetos palermitanos.
me saco los zapatos, contesté, mal humorada. que no me mire la panza, pensé. estoy gorda, pensé. que calor, pensé, la puta madre.
veo, si. ¿estás más cómoda?
lo miré, midiendolo. le contesté que no. que alguien como yo nunca podría sentirse cómoda en uno de estos barcitos pedorros de plaza serrano. demasiada gente, dije.
¿ah no?, se sonrió. se puso más lindo, la sonrisa le sentaba bien. ¿y donde te sentirías cómoda?, insistió.
el silencio duró mas de la cuenta. no se me ocurria nada divertido ni canchero que decir. finalmente dije la verdad, porque algo habia que decir: en casa.
pero es sabado, ¿ya te querés ir a tu casa?
era un palermitano boy, claramente. de esos que piensan que los findes indefectiblemente hay que salir a romper la noche y a divertirse, aunque no se rompa nada en realidad, aunque la diversión del tedio nocturno sea ninguna.
a vos tampoco se te ve muy up, le contesté seca. empecé a pensar que iba a tener que esperar al puto 15 durante una hora y que seguro no iba a pasar.
estoy donde quiero estar, che. siempre me gustó charlar con minas mala onda, tienen un no se qué de ariscas que me llama la atención.
yo no soy mala onda, contesté automáticamente.
¿entonces tenés novio?, consultó.
miré nerviosa a dos rubias que se reían estrepitosamente.
no, no tengo. hace mucho que no tengo novio.
que raro, me dijo, galante. y se acercó un poco. no tenés pinta de ser de las que pierden. ¿un chongo, tal vez?, preguntó mientras prendía un cigarrillo.
algo así. soy de esas que estan con tipos que se que nunca me elegirían. que no pueden elegirme.
le dio una pitada al cigarrillo y me miró con los ojos entrecerrados. no entiendo quién no podría elegirte a vos, la verdad, dijo acercandose. hizo un gesto y agregó: mirate.
semi sonreí de costado y le dije que no era necesario el chamuyo, que estaba de más.
no te chamuyo, contestó rápido, ofreciendome un cigarrillo. claramente no sos de las chamuyables, se te nota desde lejos. ¿elegís casados?
lo miré sorprendida por la perspicacia. le contesté que algo así.
asintió con la cabeza y sonrió otra vez. esa sonrisa tenía un magnetismo extraño. los casados son una raza aparte, seres grises que buscan sacar un poco la cabeza afuera del agua para constatar que existe algo mejor pero que no se animan a flotar mucho tiempo y vuelven a hundirse, dijo rapidito, como si supiese de que estaba hablando.
un poeta sos, le dije, burlona, porque no se me ocurrió otra cosa mejor que decir.
entrecerró los ojos una vez más y se llevó el cigarrillo a la boca. lo sostuvo en la comisura, se ladeó hacia adelante, me agarró de la mano y me acercó a él.
- poeta no se; pero casado seguro que no. ¿te jode mucho eso?, preguntó, mientras me rodeaba la cintura con la otra mano.




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