soy un ser altamente intolerante.
pero lo que menos tolero en el mundo mundial (además de las babuchas de mina esas que parecen cagadas, la gente que se rie con la boca abierta y a leticia bredice) es la gente tonta.
la tontería me exaspera, me abduce, me repliega, me pone de pésimo humor. no tengo compasión (en general, pero menos que menos con el/la pelotuda de turno). mi mamá solía decirme que pobre, había gente que era así y ya, que peor era la mala gente. pero te juro que no puedo, la estupidez me enerva, de compasión nada. la sublimación de la inteligencia me da ataques de odio inusitados que solo puedo controlar manteniendome lejos del especímen que está pavoneando su estúpidez para no tener deseos de empujarlo por las escaleras.
hoy, hablando por teléfono con una amiga hice un comentario malvado y ella me soltó: cuanta maldad, belén. andá a saber desde cuando la venís incubando.
inmediatamente me di cuenta de que yo sabía desde cuando: desde el día que conocí a margarita nuña.
margarita
nuña era una compañerita de primaria. tonta, muy tonta. era tonta a los
6, y la cuestión se fue agravando a medida que nos poníamos jóvenes. por
suerte (para mi) en el secundario nuestros caminos se bifurcaron y
nunca más se volvieron a cruzar.
yo era de esa clase de niña que no responde bien a la idea general de que a los chicos hay que verlos pero no oirlos. a mi si me veías, tenías suerte (si no estaba trepada a un árbol estaba corriendo alrededor de algun perro que me encontraba por el camino) y siempre se me escuchaba. siempre. mi vieja me recuerda agotadora hasta el cansancio; yo siempre tenía algo que comunicarle al mundo y si no tenía, lo inventaba.
mi vieja, además, tenía la mano pesada y era de la vieja escuela. siempre jodí con que la iba a denunciar por malos tratos, pero mirando hacia atrás entiendo que para una niña dificultosa como lo era yo, a veces un sopapo era la única forma de ubicarme. igual, yo de tonta no tenía un pelo. maomeno a los 7 ya le conocía el ritmo y cuando veía que mi vieja tenía en la cara ese ricuts y hacía un leve gesto que indicaba que iba a levantar la mano para sopapearme, empezaba a correr. si, no te jodo. corria por el pequeño comedor, abría la puerta y salía corriendo por el jardín. si tenía suerte y el portón estaba abierto, mi vieja desistía de seguirme por la vereda y yo esperaba un rato dando vueltas a la manzana a que se le pase. si el portón estaba cerrado, en cambio, la suerte era más incierta. cualquiera podía ser el desenlace. empezaba a correr alrededor del pequeño jardín y del sauce electrico, con ella atrás. había momentos en que la situación se tornaba tan larga y ridícula que mi vieja se sentaba en el pasto a reirse medio histéricamente. ahí, toda colorada y sabiendome vencedora, me le acercaba desconfiadamente con una semi sonrisa, esperando la señal que indicaba que estabamos en paz. cuando me agarraba, en cambio, me dejaba la cara (o la cola, o la espalda, lo que lograse palmear primero) toda llena de dedos. tenía la mano pesadísima mi vieja. mal.
mi foto grupal de primer grado es muy ilustrativa acerca de margarita nuña y yo. en una esquina, parada, impecablemente de blanco, margarita. el guardapolvo atado atrás, alta, ojos celestes y una media colita con un moño blanco enorme, el pelo rubio, rubiiisimo. en la otra esquina, sentada, colorada por haber estado jugando al futbol un rato antes (y castigada en la dirección, en realidad, porque brian jones me habia pegado un patadón y yo le devolví una piña en la jeta que nos dejo a ambos charlando con la directora un rato) yo. una colita baja, el flequillo corrido para los costados, el guardapolvo atado adelante (era la única que lo tenía así. unos años más tarde recuerdo haberle reprochado a mi madre que no me haya puesto uno atado atrás para ser mas señorita y me sacó cagando: dejate de joder belén, que te compré uno y volvías todos los días llorando diciendo que te ahorcaba el guardapolvo de nenas, que vos querías de los otros. eras insufrible) y toda transpirada. margarita nuña y yo, dos mundos opuestos... pero además paralelos. margarita es de esa clase de gente con la que jamás hamas jamás de los hamases yo podría compartir algo. eramos de dos planetas distintos y, para mi desgracia, habíamos caido en el mismo aula.
margarita nuña era, además de medio tonta, bastante insoportable. ella quería hacerse amiga mia, y yo lo único que quería es que no me hablara, porque además de tarada, llorona e insufrible, era aburridisima. y es acá, en este punto, donde encontramos la primer raíz de maldad de la que tengo memoria. yo hacía proselitismo (mi carisma natural ayudaba, pero más que nada la insportabilidad de marga era lo decisivo) y casi todas las chicas de 1° A detestabamos a margarita; funcionabamos como una especie de anti club. y un día llegó mi cumpleaños. el mio era después del de margarita nuña, al que fui gentilmente invitada y al que obviamente no fui.
cuestión que llegó mi cumpleaños y llevé a la clase las tarjetitas del rey león para invitar a mis compañeritos. e invité a TODO el grado (TODO, ¿eh?), MENOS a margarita. tampoco es que lo hice con carpa, ni nada por el estilo. entregue las tarjetitas a la vista de todos, y margarita nunca recibió la suya.
en el recreo se acercó a preguntarme si podía venir a mi cumpleaños. yo la miré, y le dije, muy seria (y con una lógica impecable): si quisiera que vinieses te hubiese dado una tarjetita, ¿no?
obviamente margarita nuña lloró. obviamente yo la miré con cara de SE LE HA METIDO EL DEMONIO. obviamente terminé de nuevo en mi lugar en el mundo, la dirección.
recuerdo haber vuelto a casa en donde mi mamá me decía que no sabía de donde había salido así tan mala y que tenía que invitar a margarita nuña a mi cumpleaños y yo le gritaba y le decía que era MI CUMPLEAÑOS, que no quería a gentes como margaritas nuñas dando vueltas por ahí. finalmente mi mamá llamó a la casa de margarita nuña y la invitó ella. la expresión de carrió de que esto es fascismo militarista me hubiese venido de pelos en ese momento.
a partir de ahora cuando alguien se queje de mi maldad les diré que con eso no se jode, porque es como una especie de enfermedad; algo que llevo muy adentro mio que tiene raíces enormes y añejas y que ya nada se puede hacer al respecto. la única solución sería la eliminación total de todas y todos los margaritas nuñas del planeta tierra.
c´est la vie.
si en este mundo están permitidas las margaritas, también deberian estarlo las belenes.
pd: hoy mas temprano la busqué en face. sigue rubia, rubiisima. flaca, flaquisima. y se viste toda de rosa, como una barbie. en su perfil de face (donde TOOODAS sus fotos son públicas) tiene como frase de cabecera una de osho: no importa que te amen o critiquen, te respeten, te honren o te difamen, que te coronen o te crucifiquen; porque la mayor bendición que hay en la existencia es ser tu mismo.
pd2: el uso de las comillas es sic. no se si serán obra del gran sensei o si las habrá colocado a gusto y piacere marga.
pd3: si tuviese que elegir uno de los dos para asesinar, no sabría a cual. ay, no se. dudo.