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sigue acá
tragó saliva. mi sonrisa desapareció.
el silencio se hizo mas espeso.
la aclaración me tomó por sorpresa. digo, si tenés novia y salís con una mina, no se lo decís... o se lo aclarás antes de salir. si se lo decís cuando salieron es una jugada desleal. baja, digamos. es tirar la pelota a mi cancha y desentenderte. es no hacerte cargo, no tener pelotas, retomando la metáfora futbolera.
pensé algo así como la puta madre, pero después me acordé de mi ex y pensé que lo mejor que me podía pasar ahora era un tipo que no tuviese ni la mínima intención de romperme las pelotas.
mi mueca inerte se mantuvo. decidí pasar por alto la observación. tomé aire y dije:
belén.- ¿qué vas a tomar?
me miró sorprendido. titubeó. abrió y cerró la boca un par de veces.
pedro.- eh... un café.
belén.- bueno, yo un jugo de naranja.
pedro.- dale.
en ese momento un hippie medio desaliñado, de esos que suelen rondar puan, se acercó a nuestra mesa. vendía poemas, o algo así. le hicimos señas de que no, de que nada, pero se acercó igual. señaló la remera de pedro, que era naranja y tenía una estampa de los beatles, y empezó a tararear, bajito, una canción.
con pedro cruzamos miradas. le volví a decir, ya en un tono no tan amable, que no queríamos comprar nada, pero el hippie me interrumpió.
- ¿qué son, ustedes dos?, preguntó de sopetón.
la pregunta era difícil de contestar. nos miramos interrogativamente entre nosotros, ¿era algo relacional, filosófico existencial, o qué? uno en puan nunca sabe.
belén.- nada, nada...
pedro.- amigos, casi. conocidos.
-. hay amor, acá. amor. love love love, como los beatles, esa canción es la de ustedes.
y, señalando la remera de pedro, tomó aire y empezó a cantar mas fuerte: remember that i´ll always be in love with you
lo miré a pedro, nerviosa. él, fascinado, no le sacaba los ojos de encima.
- treasure these few words till we´re together keep all my love forever, ps. i love you *
a este punto pedro sonreía abiertamente. el hippie dio una vuelta sobre si mismo, hizo una pequeña reverencia, y se alejó, no sin antes deslizarle a la moza que lo curzó:
- acá se nota, eh. hay amor.
* me enteré (después, porque me explicó pedro) que lo que entonaba el hippie era una canción poco conocida (y bastante mala) de los beatles:
sigue acá
tragó saliva. mi sonrisa desapareció.
el silencio se hizo mas espeso.
la aclaración me tomó por sorpresa. digo, si tenés novia y salís con una mina, no se lo decís... o se lo aclarás antes de salir. si se lo decís cuando salieron es una jugada desleal. baja, digamos. es tirar la pelota a mi cancha y desentenderte. es no hacerte cargo, no tener pelotas, retomando la metáfora futbolera.
pensé algo así como la puta madre, pero después me acordé de mi ex y pensé que lo mejor que me podía pasar ahora era un tipo que no tuviese ni la mínima intención de romperme las pelotas.
mi mueca inerte se mantuvo. decidí pasar por alto la observación. tomé aire y dije:
belén.- ¿qué vas a tomar?
me miró sorprendido. titubeó. abrió y cerró la boca un par de veces.
pedro.- eh... un café.
belén.- bueno, yo un jugo de naranja.
pedro.- dale.
en ese momento un hippie medio desaliñado, de esos que suelen rondar puan, se acercó a nuestra mesa. vendía poemas, o algo así. le hicimos señas de que no, de que nada, pero se acercó igual. señaló la remera de pedro, que era naranja y tenía una estampa de los beatles, y empezó a tararear, bajito, una canción.
con pedro cruzamos miradas. le volví a decir, ya en un tono no tan amable, que no queríamos comprar nada, pero el hippie me interrumpió.
- ¿qué son, ustedes dos?, preguntó de sopetón.
la pregunta era difícil de contestar. nos miramos interrogativamente entre nosotros, ¿era algo relacional, filosófico existencial, o qué? uno en puan nunca sabe.
belén.- nada, nada...
pedro.- amigos, casi. conocidos.
-. hay amor, acá. amor. love love love, como los beatles, esa canción es la de ustedes.
y, señalando la remera de pedro, tomó aire y empezó a cantar mas fuerte: remember that i´ll always be in love with you
lo miré a pedro, nerviosa. él, fascinado, no le sacaba los ojos de encima.
- treasure these few words till we´re together keep all my love forever, ps. i love you *
a este punto pedro sonreía abiertamente. el hippie dio una vuelta sobre si mismo, hizo una pequeña reverencia, y se alejó, no sin antes deslizarle a la moza que lo curzó:
- acá se nota, eh. hay amor.
* me enteré (después, porque me explicó pedro) que lo que entonaba el hippie era una canción poco conocida (y bastante mala) de los beatles:
Hacerle pagar un jugo de naranja en un bar de goyena es una justa sanción por su pelotudez.
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