esta historia empieza acá
hay algo bastante curioso en esos lugares en donde los masculinos están solos, interactuando únicamente con su género. la forma en que responden cuando entra en escena una mujer es bastante particular.
la verdad yo nunca estuve en grupos exclusivamente masculinos, mas bien al contrario, asique nunca me había percatado de esa dinámica específica.
son como monitos. se golpean entre ellos, hablan con códigos boludones, utilizan mucho palabras extrañas para referirse a si mismos: bestia, campión, fiera, capo, papá. se auto felicitan mutuamente, se arengan (vamo, vamo), no se, es raro. expresan hacia afuera todos los tópicos de la masculinidad boluda; es como ver a 20 coco sillys interactuar a la vez.
me acuerdo que bajé del colectivo y caminé hacia la cancha. enseguida pensé que qué calor, que tendría que haberme quedado en casa, que qué hacía parada ahí sola como una gila.
fran me vio enseguida. me estaba esperando y se cruzó para saludarme. noté que enseguida fui notada, valga la redundancia, por la veintena de masculinos que estaban en el lugar. era la única chica cerca, y tenía calzas azules. de pronto me di cuenta que era como meter a una liebre en una cueva de zorros. me sonreí, a quién no le gusta ser el objeto de deseo de la mayoría aunque fuese un ratito.
francisco me acompaño hasta el borde de la cancha, y a la vez se acercaron 5 o 6. me los presentó, rápidamente, y noté que los masculinos en cuestión comenzaron a palmear a fran, como felicitandolo. me hicieron sentarme al costado de la cancha, el partido ya empezaba. francisco entraba de titular, asique me saludó y miró de reojo a 3 o 4 que se quedaron cerca mio, haciendo chistes tontos o charlandome.
nunca había experimentado tanta atención masculina sobre mi. era una experiencia novedosa y, la verdad, placentera. me dediqué a sonreír mas de lo normal y a mirarlos a los ojos, sin decir demasiado. los dejaba que se pavonearan en su machosidad extrema. mi amigo cada tanto miraba hacia el grupo y yo le sonreía. noté que no parecía dejarlo muy tranquilo la atención inusitada que había generado en sus compañeros de equipo.
cuando terminó el partido se acercó a preguntarme si me había aburrido mucho. le sonreí ampliamente y le dije la verdad: no, para nada. no se si la respuesta lo satisfizo.
nos volvimos en colectivo juntos.
esa noche fran me mandó un mensaje: tuviste éxito en el equipo. todos andan preguntando si estamos juntos.
¿y qué les contestaste?, respondí.
que eras mi amiga; eso.
muy bien. siempre pensando en mi futuro sexual vos.
ponele.
esa noche me agregaron 7 al facebook.
nada mal, pensé yo.
hay algo bastante curioso en esos lugares en donde los masculinos están solos, interactuando únicamente con su género. la forma en que responden cuando entra en escena una mujer es bastante particular.
la verdad yo nunca estuve en grupos exclusivamente masculinos, mas bien al contrario, asique nunca me había percatado de esa dinámica específica.
son como monitos. se golpean entre ellos, hablan con códigos boludones, utilizan mucho palabras extrañas para referirse a si mismos: bestia, campión, fiera, capo, papá. se auto felicitan mutuamente, se arengan (vamo, vamo), no se, es raro. expresan hacia afuera todos los tópicos de la masculinidad boluda; es como ver a 20 coco sillys interactuar a la vez.
me acuerdo que bajé del colectivo y caminé hacia la cancha. enseguida pensé que qué calor, que tendría que haberme quedado en casa, que qué hacía parada ahí sola como una gila.
fran me vio enseguida. me estaba esperando y se cruzó para saludarme. noté que enseguida fui notada, valga la redundancia, por la veintena de masculinos que estaban en el lugar. era la única chica cerca, y tenía calzas azules. de pronto me di cuenta que era como meter a una liebre en una cueva de zorros. me sonreí, a quién no le gusta ser el objeto de deseo de la mayoría aunque fuese un ratito.
francisco me acompaño hasta el borde de la cancha, y a la vez se acercaron 5 o 6. me los presentó, rápidamente, y noté que los masculinos en cuestión comenzaron a palmear a fran, como felicitandolo. me hicieron sentarme al costado de la cancha, el partido ya empezaba. francisco entraba de titular, asique me saludó y miró de reojo a 3 o 4 que se quedaron cerca mio, haciendo chistes tontos o charlandome.
nunca había experimentado tanta atención masculina sobre mi. era una experiencia novedosa y, la verdad, placentera. me dediqué a sonreír mas de lo normal y a mirarlos a los ojos, sin decir demasiado. los dejaba que se pavonearan en su machosidad extrema. mi amigo cada tanto miraba hacia el grupo y yo le sonreía. noté que no parecía dejarlo muy tranquilo la atención inusitada que había generado en sus compañeros de equipo.
cuando terminó el partido se acercó a preguntarme si me había aburrido mucho. le sonreí ampliamente y le dije la verdad: no, para nada. no se si la respuesta lo satisfizo.
nos volvimos en colectivo juntos.
esa noche fran me mandó un mensaje: tuviste éxito en el equipo. todos andan preguntando si estamos juntos.
¿y qué les contestaste?, respondí.
que eras mi amiga; eso.
muy bien. siempre pensando en mi futuro sexual vos.
ponele.
esa noche me agregaron 7 al facebook.
nada mal, pensé yo.
Explicame esto, por favorrrrr:
ResponderEliminarse auto felicitan mutuamente,
Es bastante así. La verdad somos bastante idiotas.
ResponderEliminarLa que yo no entiendo es la de felicitarse entre ellos por cualquier pelotudez o porque garchó con tan o cual mina. "buena mostro" "qué bien, chabón" Tengo cuasi amigos que hacen eso y me da ganas de tirarles ácido en la cara.
Muy buena la radio