mis padres fueron radicales, yo soy peronista, lo de progre vino por default. no entiendo lo de guardar secretos y siempre lloro en todas las sesiones con mi analista así siento que no desperdicio 700 pé. mi último gran descubrimiento es que soy una discapacitada vincular. lo específico nunca fue mi fuerte, amo odiarme y te juro que soy mejor con la cara en movimiento.

la unica diferencia entre la realidad y la ficción es que la ficción debe ser verosímil .- mark twain

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dijo de belén el caricaturista historiador bobrow: "el idiolecto de la autora de este blog asume todos los tópicos culturales más políticamente incorrectos de occidente sin por ello asumir su carga ideológica".

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domingo, 7 de octubre de 2018

oh lord, please don't let me be misunderstood/37

nota importante: para entender esta historia, es muy necesario leer las entradas de ÉL (hagan click acá) del 2013, dónde, justamente, ÉL aparece y yo lo cuento en tiempo real en el blog.

ÉL en el 2018:

ÉL me estaba evitando. para mi era claro, para el resto del mundo no. pero el resto del mundo no lo conocía y yo sí. ÉL siempre estaba dispuesto a vernos, ÉL siempre ponía la fecha. y ahora me hablaba solo para dejar flotando en la nebulosa la posibilidad de vernos en algún momento indeterminado. no estaba siendo ÉL.
yo hablaba con quién quisiera escucharme intentando encontrar pistas o respuestas, que es básicamente lo que hago todo el tiempo. pedirle a la gente que me ayude a pensar. nunca confío en lo que creo yo. y entonces intento incorporar un crisol de miradas para poner la mía en perspectiva y me confundo más. y entiendo menos.
a medida que los días pasaban y mis mecanismos mentales se agudizaban y empezaban a rodar una y otra vez sobre lo mismo en forma circular, crecía mi inseguridad. no quiere verme porque me odia, porque no le gusto, porque nadie puede amarme nunca es obvio, porque hice todo mal. ¿que tengo que hacer? ¿eliminarlo para siempre? ¿bloquearlo? ¿odiarlo yo primera?
era obvio que yo había hecho las cosas mal. la cucuquié dos veces, las dos veces que nos vimos en otro plan (no amigos) hice un planteo ridículo, es obvio que lo asusté. pensé que tenía razón en odiarme.

ÉL, que nunca había desaparecido en 6 años, que no me había abandonado, que nunca lo hacía, siempre estaba. sin embargo me hablaba para hacerme promesas que quedaban flotando. ¨te debo una chocotorta lilu¨, ¨tengo ganas de verte tenemos que arreglar¨ ¨te extraño¨ pero no había precisiones.
empecé a darme cuenta que evidentemente no quería enfrentarse a mi. le dije a todos que era obvio que quería que seamos amigos, que quería que volvamos a la situación anterior. sin embargo no me hablaba una vez cada una semana o diez días como antes, cuando eramos amigos. no, me hablaba día por medio. me rondaba.
rondarme. algo que ÉL hacía desde siempre.
estar sin estar.
estar estando.
intermitentemente presente.
en cuando yo pensaba que ÉL había desaparecido definitivamente y me olvidaba,  ÉL reaparecía para marcar una presencia mas fuerte que nunca.
¨lilu, te acordás de...¨
¨lilu, sabés que esto me encanta de vos¨
¨lilu, te extraño. ¿pensás en mi?¨
¨lilu, ¿estás?, quiero hablar con vos¨

entonces hice lo que nunca hago.
insistí. decidí llevarlo al limite.
le dije que tenía su regalo de cumpleaños hace mil y quería entregárselo. que se me iba a vencer en casa, que cuándo nos veíamos.
ÉL se dio cuenta de que no había espacio para más evasivas y me dijo que bueno, que el lunes.
el lunes no estuve nerviosa, no. me levanté de un humor horrible sin saber demasiado bien por qué. odiaba mi vida, odiaba al macrismo, me odiaba a mi y probablemente lo odiaba a ÉL. no era el mejor día para verlo, pero decidí que no soportaba más la indefinición, asique volví a insistirle, le pregunté si nos veíamos.
me dijo que si, que por supuesto. pero empezó a dar vueltas. que tenía que arreglar la luz en su casa, que mi casa le quedaba un poco lejos, que si quería pasara a visitarlo a ÉL.
yo estaba harta, super harta, mega harta. ya no quería verlo, pero me mordí el labio y le dije que si. que bueno. que lo visitaba, porque realmente no soportaba seguir estirandola.

belén: ok. voy a tu casa, ahora salgo.
ÉL: ah, no te avisé que estoy con renato. un pibe ecuatoriano que se esta quedando en casa.

cerré los ojos. respiré hondo.

belén: bueno.
ÉL: si querés cuando termine esto vemos de salir.
belén: ok.

llegué a la casa con su regalo.
bajó y se subió a mi auto recientemente adquirido.
nos miramos en silencio. tenía unas zapatillas topper rojas, un jean clarito y una remera gris topo casi pegada al cuerpo. el pelo despeinado, como en un remolino en la frente, las canas de siempre y olorcito a perfume.
estaba hermoso. cerré y abrí los ojos y seguía ahí, siendo bello. el corazón se me aceleró.
me presionó la rodilla con una de sus manos fuertes. yo apoyé la mía sobre la de ÉL, habrán sido diez segundos. ÉL me sonrió picaro y de pronto toda la angustia de estas semanas desapareció. me tironeó suavemente el pelo.
eramos de vuelta ÉL y yo. ÉL también parecía aliviado.
éramos nosotros. igual que siempre.
me hizo chistes acerca de mis miedos al manejar en la gran urbe. me indicó donde estacionar. alabó mis dotes de estacionamiento. me giré hacia ÉL y nos miramos en silencio. se ensombreció de pronto y bajó la vista. abrió la puerta para bajarse.

belén: perá. agarrá tu regalo. está atrás.
ÉL: ¿en serio tenés un regalo para mi?
belén: si.

abrió la puerta trasera y solo hubo silencio. esperé unos segundos y nada.
bajé del auto y di la vuelta. ÉL estaba parado ahí, mirando el cuadro apoyado en el asiento de atrás con la foto de gatica y perón dandose la mano. en la foto ambos están felices, ambos de traje, gatica se inclina desde el ring. perón sonríe como solo perón sabe hacerlo. gatica se inclina divertido ante el presidente hacedor.

ÉL me mira, como perdido.

ÉL: ¿en serio es para mi?
belén: si.
ÉL: pero esto... ¿dónde lo conseguiste?
belén: lo mandé a hacer.
ÉL: buscaste la foto y todo...
belén: si.
ÉL: es justo lo que quería. para cuando tuviese una casa. pero hablamos de esto hace mil años, cuando recién nos conocíamos.
belén: ¿te gusta?

ÉL agarró el cuadro. cerró la puerta y comenzamos a caminar hasta su departamento sin decir una palabra. de pronto lo soltó:

ÉL: la puta madre. es hermoso.

le sonreí. me sonrió como un chico emocionado.

entramos y estaba renato. ÉL terminó de hacer la conexión eléctrica y renato seguía allí, tirado en la cama del comedor. como todo lo que se aparta de mi fantasía, renato me molestaba. no parecía inmutarse ni sentir que estaba de más. solo estaba ahí, renateando. lo odié.
ÉL le contaba a renato cosas sobre mi y renato intentó que conversaramos pero yo contestaba con monosílabos. ÉL me miró divertido. me conocía, sabía de mis odios instantáneos a personajes específicos y mi poco interés por parecer agradable si no me interesaba.
cuando terminó fue poniendo el cuadro en distintas paredes para que yo le indicara donde quedaba mejor. renato esbozó la idea de quedarse a cenar con nosotros. mi cara de orto se hizo evidente. ÉL salvó la situación y dijo que saldríamos. renato preguntó donde, que él tal vez se sumaba.

ÉL: no nene, no te sumás. vamos nosotros.

me guiñó un ojo.
finalmente decidimos volver a mi casa.
manejé en silencio, íbamos escuchando música, pero tuve un presentimiento. todo era perfecto, pero algo no andaba bien.
al bajarnos en casa ÉL decidió cocinarme. me quejé un poco, era tarde, las diez de la noche. pero ÉL encontró un chino abierto y decidió que era obvio que teníamos que comer chipá. me pareció una ridiculez, pero decidí dejar de decir que no a todo. compramos un vino y entramos a casa.
ÉL se puso a cocinar enseguida. yo puse música. charlamos, bailamos.
todo fluía. porque entre ÉL y yo siempre era así.
me sirvió vino y se me subió a la cabeza. me miraba divertido. me dijo que ya no me serviría más, que ya estaba borracha. negué que lo estuviese.

ÉL: tenes los ojos brillantes. más que siempre.
belén: alergia.
ÉL: basta belén. te va a hacer mal, sabés que te tengo que cuidar.
me reí, divertida.
belén: si tuviese que pedirle a alguien que me cuidase, serías el último de la lista.
a ÉL no le gustó el comentario
ÉL: sos una forra boluda.
belén: ¿por qué?
ÉL: porque lo sos.
belén: uh, te vas a ofender de vuelta. no puedo decir nada.
ÉL: tratá de no decir forradas y fijate.
belén: bueno, vos te reís de mi mamá muerta.
ÉL: ya no me río, desde que me dejaste de hablar mil años por eso. solo te digo que ya pasó mucho tiempo y tenes que pasar a otra cosa. quiero que estés bien.
belén: ya se.
ÉL: ¿cuánto se cumplen?
belén: diez años el 2 de octubre. me parece increíble.
ÉL: ¿el 2?
belén: se
ÉL: hoy es 2.
belén: ¿eh? no.
ÉL: si. es 1, pero a las 12.
belén: ¿en serio?
ÉL: no te acordaste.
belén: te juro que no.
ÉL: me trajiste inconscientemente para que te haga compañía.
belén: si, debe ser eso.
ÉL: nena, el tonito.
belén: bueno.
ÉL: llorá si necesitas. estoy acá con vos.

como si hubiese dicho las palabras mágicas, las lágrimas empezaron a deslizarse a borbotones. ÉL me miraba sin saber bien que hacer.
miré para otro lado.

belén: esto es tu culpa.
ÉL: mirame.
belén: me siento muy boluda. se que pensás que soy una estúpida.
ÉL: nunca pensé que lo fueras.
belén: siempre te burlás de mi, de que no lo supero.
ÉL: porque soy un mogolico. ya sabés.

se paró y cambió la música. puso nina simone.
me reí.
belén: qué hacés.
ÉL: pongo musica triste así lloramos todo.
belén: bobo.

se sentó al lado mio y nuestros cuerpos estaban pegados, uno al lado del otro. estiré mis piernas sobre la silla y él las suyas.
me empezó a acariciar suavemente la pierna.
me incliné sobre su hombro y me quede ahí.

ÉL: ¿querés que te cante?
belén: no sabes la letra
ÉL: te la invento. hago lo que necesites lilu.
belén: bueno.

empezó a tararear feeling good. me adormecí.
ÉL: sos tan neurótica a veces. me das ternura.
belén: ¿por qué?
ÉL: porque bajas la neurosis con algo siempre. tipo tu falta de confianza hace que te desorientes y te olvides de la obsesión.
belén: todos somos neuróticos. ¿o no?
ÉL: no.
belén: ¿no?
ÉL: no.
belén: ¿vos no?
ÉL: no. yo tengo rasgos psicopáticos que me hacen tender a tener actitudes sociópatas.

mi cerebro, que estaba a punto de desconectarse, tuvo un tirón de tensión. me reí, pero ÉL no se rió.
levanté mi cabeza y lo miré, ÉL miraba hacia el frente.

belén: ¿sos un psicópata, eso me estás diciendo?
ÉL: ¿sos pelotuda belén?
belén: pará, no te pongas agresivo.
ÉL: no soy un psicópata.
belén: ¿y entonces que me estás diciendo?
ÉL: te estoy diciendo que tiendo a tener actitudes sociópatas.
belén: ....
ÉL: no me mires como si te espantara. quería contarte que el jueves empiezo la psicóloga.
belén: te miro con la única cara que tengo.
ÉL: eso. últimamente me estoy desajustando y tengo que empezar terapia para arreglar un poco la situación.
belén: ¿qué significa que te estas desajustando?
ÉL: no importa la cuestión puntual.
belén: si importa.
ÉL: nada, tengo actitudes... no se, me quedo pegado varios veces a la merca, o me agarro a piñas por la calle, esas cosas.
belén: ah.
ÉL: y me doy cuenta de que tengo que ir a ajustar.
belén: ¿y ahora que hiciste?
ÉL: que hice con qué.
belén: en que te desajustaste.
ÉL: no querés saber.
belén: si quiero. sino no te preguntaría.
ÉL: no querés saber. en serio.
belén: si quiero saber. ahora solo puedo pensar que mataste a alguien.
ÉL: jajaja, sos una pelotuda.
belén: ¿me vas a matar?
ÉL: debería.
belén: tengo una parrilla acá atrás. digo, por si necesitás deshacerte de algún cuerpo. te ayudo. somos amigos bro.
ÉL: jajaja. sos una boluda.
belén: más vale que me digas que hiciste porque ahora solo pienso que sos un asesino serial.
ÉL: ok... no se, últimamente estoy teniendo sexo con mucha gente de forma mecánica. no por el placer del sexo, sino por tenerlo y poder hablar de eso después. por coleccionar conquistas para contarles después a mis amigos, a mis compañeros de laburo. no lo disfruto, lo hago compulsivamente.

abrí y cerré los ojos. ÉL no me miraba, miraba fijo hacia adelante.

ÉL: ya se que estás pensando. y no. la respuesta es no.
belén: ¿no qué?
ÉL: no. no tiene nada que ver con vos.
belén: ¿cómo que no?
ÉL: no. vos es distinto.

seguía sin mirarme.
me moví un poco para tratar de que me mirase, pero nada. seguía acariciandome la pierna. me concentré en el gesto, era rítmico, iba con la música.

belén: ¿por que distinto?
ÉL: no sos de mi circulo de amigos, no te conocen. no sos un trofeo para mostrar. te quiero, nos conocemos desde hace mucho. tenía curiosidad de ver como estábamos juntos, como eramos juntos. no fue en la linea esta.
belén: ah.

ÉL seguía mirando hacia adelante.
se hizo un silencio.

belén: ¿y por eso no cojimos mas?
ÉL: te quiero. nosotros tenemos algo mas. somos amigos, hay algo acá.
belén: y no querés cojerme.

ÉL me miró por primera vez en lo que me parecieron años.

ÉL: cuando cojimos frikeaste belén. pensé que habíamos arruinado todo. se puso todo muy extraño.
belén: vos también frikeaste.
ÉL: puede ser.
belén: ¿por eso no querés cojer conmigo?
ÉL: me asustaste, no se. es importante para mi esto así.
belén: o sea ser amiguis.
ÉL: otra vez ese tono.
belén: y si. lo decidiste unilateralmente.
ÉL: ¿no te interesa ser mi amiga?
belén: no se, tenía otra cosa en mente.

su rostro cambió completamente. su mano, que me había acariciado intermitente la pierna desde el inicio se congeló. me miró unos segundos y su cara se transformó.
se levantó.

ÉL: ok.
belén: ¿que hacés?
ÉL: nada, todo bien si no querés que seamos amigos.
belén: esperá, no dije eso.
ÉL: si, dijiste eso. lo dijiste clarísimo.
belén: no quiero pelear.
ÉL: no voy a pelear, está todo bien. hacemos lo que vos quieras. que me importa.
belén: no parece que no te importe. te podés calmar un toque y dejar de hacer una escena.
ÉL: no estoy haciendo una escena belén. ya está. no puedo obligarte.
belén: ¿obligarme? ¿de qué hablás?
ÉL: a que quieras que estemos bien, que seamos amigos.
belén: no quise decir eso.
ÉL: si belén, lo estás diciendo desde hace un tiempo.
belén: de que hablás.
ÉL: se te nota todo.
belén: bueno, ya está. andate entonces, otra vez lo de la otra noche no tengo ganas.
ÉL: ok.

se levantó y se puso a ordenar. lo veía ir y venir.

belén: dejá todo como está.
ÉL: ok.

se puso la campera, me levanté para abrirle.
me miró de arriba a abajo y me sonrió triste. señaló mis pies desnudos.

ÉL: ponete las zapatillas, te vas a enfriar.
belén: no te preocupes.

caminamos a lo largo del pasillo en silencio. abrí la puerta. me miró de arriba a abajo. se inclinó sobre mi y me dio un beso chiquito en la mejilla que duró mil años. cerré los ojos y sentí que algo me dolía muy adentro.

ÉL: ¿me escribís mañana a ver como estás?
belén: ....
ÉL: belén.

abrí la puerta mas amplia para que saliera.
salió.
no miré para atrás. no se si él miró.

al día siguiente recibí un mensaje.
lilu. 
me volvió a doler el pecho como cuando nos despedimos. di vuelta la pantalla del celular enojada. 
al rato sonó otra vez. 
lilu, ¿estás?





1 comentario:

  1. Edward Evan Evans-Pritchard10 de octubre de 2018, 13:52

    Uff. En esta novela pasaste a ser Maria Belen Estrada: amiga, amante y confidente.

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