en el `98 yo tenía diez años.
eran épocas oscuras aquellas, yo solo era una nena, yo solo jugaba. pero la oscuridad estaba, yo recuerdo percibirla.
mi madre trabajaba mucho, muchas horas. era médica, y a veces no llegabamos a fin de mes. la cosa estaba mal, estaba complicada. pero mi vieja sonreía igual, porque nunca se quejaba. ella le daba para adelante y sonreía, siempre.
no teníamos tele en casa. la radio era, es hoy todavía, la compañía constante en casa. mi vieja se levantaba muy temprano, y escuchábamos a magdalena ruiz guiñazú. la voz de esa vieja pedorra es uno de mis recuerdos de infancia. el paso de mi somniolencia a mi despertar era acompañado por su voz cascada.
se hablaba mal de chavez ahí, bastante mal.
el morocho nunca le cayó bien a los porteños. era demasiado histriónico, demasiado gestual, demasiado negro, demasiado indigena, demasiado exagerado. demasiado todo, digamos. al porteño medio no le gusta la demasía, no. se ven desbordados. le tienen miedo a lo excesivo, prefieren siempre lo mediocre (basta ver como siguen votando a un mequetrefe que se atraganta con su bigote, gris funcionario que odia su trabajo y que da discursos de 7 minutos leyendo con un nivel de lecto comprensión que superaría cualquier pibe de diez años).
mi mamá era progre alfonsinista, pero poco pasional para la política. vivía, además, contando el peso y envuelta en la oscuridad y en la desesperanza con respecto al cambio que nos inculcó esa espantosa década neoliberal. la no política era el camino correcto, y lanata nuestro heroe. que mal que estabamos, fijate vos.
pero tengo un recuerdo, no se de cuando, no se de donde.
estabamos almorzando en la casa de una amiga de mi vieja; ese día mi mamá había estado triste todo el día. yo lo percibía, aunque ella no decía nada, nunca decía. de fondo estaba el noticiero y de pronto aparece chavez en la pantalla. llevaba una guirnalda de flores alrededor del cuello y cantaba una cancioncita. la dueña de casa quiso cambiar de canal, pero mamá pidió que suba el volumen.
las cámaras mostraban a un chavez afable, contento, riendo estruendosamente. cantó él, e hizo cantar medio a la fuerza a alguien que estaba a su lado. contento por haber logrado su objetivo, sacó a bailar a una mujer vestida de blanco. de repente, chavez hizo una morisqueta que le provocó a mi vieja una carcajada. la miré, extrañada por su cambio de humor. ella me sonrió y dijo, contenta:
que fresco, todo. que lindo. a mi chavez me cae bien; parece tan feliz. solo un hombre feliz se animaría a cantar así frente a las cámaras.
esa fue la primera vez que chavez entro en mi registro. la primera vez que le presté atención.
mi mamá murió después de dos años de batallar con uñas y dientes contra un cancer. tenía 49 años. chavez murió igual, pero tenía 58.
se que asociar ambas muertes no tiene demasiado sentido. pero no se. en mi cabeza, por alguna extraña razón, si.
los dos se fueron tan aferrados a la vida que no puedo sino hermanarlos.
chavez decía que a los que le deseaban la muerte el les deseaba mucha vida, para que puedan ver como continuaba la revolución.
mi mamá pesando 35 kilos me decía que eramos afortunadas porque pasamos 20 años tan juntas, tan cerca, tan dos. y que eso me iba a acompañar siempre.
latinoamerica siempre tuvo destino trágico. de alguna extraña manera, mi vida también. siempre pienso que aquellos que sufrimos grandes pérdidas, experiencias traumáticas, somos capaces (si nos lo proponemos, claro) de ser más felices que el resto, porque sabemos que en esta vida todo lo podemos perder. lo sabemos en serio, no discursivamente, lo vivenciamos. lo sabemos porque ya nos pasó.
mi mamá y chavez fueron dos personas excepcionales. una fue chiquita, y se fue sola. me marcó trágicamente con la convicción de que si no me ocupo de ser feliz ahora mañana puedo perder, otra vez. otro fue grande, y lo lloramos todos. el marcó, una vez más, el destino trágico de esta latinoamerica de historia triste. por eso yo le creo cuando decía que no hay otro destino mas que la felicidad de nuestro pueblo; le creo porque como pueblo golpeado tantas veces, estoy convencida de que decidimos ponernos de pie y ser felices. de verdad.
en medio de tanta tristeza solo puedo despedirlo a través de este recuerdo desordenado y asociandolo con lo que más quise en el mundo, que fue mi mamá.
gracias por tanta historia, tanto amor.
gracias por tanta vida.
y perdón por las lágrimas.
http://tn.com.ar/internacional/video-con-las-frases-inolvidables-de-hugo-chavez_375854
eran épocas oscuras aquellas, yo solo era una nena, yo solo jugaba. pero la oscuridad estaba, yo recuerdo percibirla.
mi madre trabajaba mucho, muchas horas. era médica, y a veces no llegabamos a fin de mes. la cosa estaba mal, estaba complicada. pero mi vieja sonreía igual, porque nunca se quejaba. ella le daba para adelante y sonreía, siempre.
no teníamos tele en casa. la radio era, es hoy todavía, la compañía constante en casa. mi vieja se levantaba muy temprano, y escuchábamos a magdalena ruiz guiñazú. la voz de esa vieja pedorra es uno de mis recuerdos de infancia. el paso de mi somniolencia a mi despertar era acompañado por su voz cascada.
se hablaba mal de chavez ahí, bastante mal.
el morocho nunca le cayó bien a los porteños. era demasiado histriónico, demasiado gestual, demasiado negro, demasiado indigena, demasiado exagerado. demasiado todo, digamos. al porteño medio no le gusta la demasía, no. se ven desbordados. le tienen miedo a lo excesivo, prefieren siempre lo mediocre (basta ver como siguen votando a un mequetrefe que se atraganta con su bigote, gris funcionario que odia su trabajo y que da discursos de 7 minutos leyendo con un nivel de lecto comprensión que superaría cualquier pibe de diez años).
mi mamá era progre alfonsinista, pero poco pasional para la política. vivía, además, contando el peso y envuelta en la oscuridad y en la desesperanza con respecto al cambio que nos inculcó esa espantosa década neoliberal. la no política era el camino correcto, y lanata nuestro heroe. que mal que estabamos, fijate vos.
pero tengo un recuerdo, no se de cuando, no se de donde.
estabamos almorzando en la casa de una amiga de mi vieja; ese día mi mamá había estado triste todo el día. yo lo percibía, aunque ella no decía nada, nunca decía. de fondo estaba el noticiero y de pronto aparece chavez en la pantalla. llevaba una guirnalda de flores alrededor del cuello y cantaba una cancioncita. la dueña de casa quiso cambiar de canal, pero mamá pidió que suba el volumen.
las cámaras mostraban a un chavez afable, contento, riendo estruendosamente. cantó él, e hizo cantar medio a la fuerza a alguien que estaba a su lado. contento por haber logrado su objetivo, sacó a bailar a una mujer vestida de blanco. de repente, chavez hizo una morisqueta que le provocó a mi vieja una carcajada. la miré, extrañada por su cambio de humor. ella me sonrió y dijo, contenta:
que fresco, todo. que lindo. a mi chavez me cae bien; parece tan feliz. solo un hombre feliz se animaría a cantar así frente a las cámaras.
esa fue la primera vez que chavez entro en mi registro. la primera vez que le presté atención.
mi mamá murió después de dos años de batallar con uñas y dientes contra un cancer. tenía 49 años. chavez murió igual, pero tenía 58.
se que asociar ambas muertes no tiene demasiado sentido. pero no se. en mi cabeza, por alguna extraña razón, si.
los dos se fueron tan aferrados a la vida que no puedo sino hermanarlos.
chavez decía que a los que le deseaban la muerte el les deseaba mucha vida, para que puedan ver como continuaba la revolución.
mi mamá pesando 35 kilos me decía que eramos afortunadas porque pasamos 20 años tan juntas, tan cerca, tan dos. y que eso me iba a acompañar siempre.
latinoamerica siempre tuvo destino trágico. de alguna extraña manera, mi vida también. siempre pienso que aquellos que sufrimos grandes pérdidas, experiencias traumáticas, somos capaces (si nos lo proponemos, claro) de ser más felices que el resto, porque sabemos que en esta vida todo lo podemos perder. lo sabemos en serio, no discursivamente, lo vivenciamos. lo sabemos porque ya nos pasó.
mi mamá y chavez fueron dos personas excepcionales. una fue chiquita, y se fue sola. me marcó trágicamente con la convicción de que si no me ocupo de ser feliz ahora mañana puedo perder, otra vez. otro fue grande, y lo lloramos todos. el marcó, una vez más, el destino trágico de esta latinoamerica de historia triste. por eso yo le creo cuando decía que no hay otro destino mas que la felicidad de nuestro pueblo; le creo porque como pueblo golpeado tantas veces, estoy convencida de que decidimos ponernos de pie y ser felices. de verdad.
en medio de tanta tristeza solo puedo despedirlo a través de este recuerdo desordenado y asociandolo con lo que más quise en el mundo, que fue mi mamá.
gracias por tanta historia, tanto amor.
gracias por tanta vida.
y perdón por las lágrimas.
http://tn.com.ar/internacional/video-con-las-frases-inolvidables-de-hugo-chavez_375854
qué post tan hermoso, che. Se lo nota muy honesto, muy sentido, muy llano. Se me retorció algo y me humedeció los ojos.
ResponderEliminarlinda.
EliminarDesde el dia de ayer que siento un dolor similar al que senti cuando partio Nestor, es el dolor de un lider, un guia que se va, alguien querido, no diria como un padre, pero si tal vez como un Sensei (para aquellos que hacemos artes marciales singnifican mucho). Tengo la lagrima facil desde que me entere, y vos me hiciste llorar nuevamente... no se si tiene mucho sentido lo que puse, pero queria compartirlo con vos.
ResponderEliminarabrazo jorge.
EliminarLa pucha mocosa... yo perdí a mi vieja de purreta también. También por ella conoci al comandante. Gracias por las lágrimas.
ResponderEliminarLa juana
me encanta que seas la juana. seamos amigas.
Eliminartouché. apenas leí sobre ese vínculo que creaste entre mamá-chávez no pude evitar el recuerdo de una conexión que yo tengo entre mi viejo y spinetta. a mi viejo lo tengo todavía, aunque a miles de kilómetros. el día que se murió el flaco lloré como un pelotudo. y sí, ese llanto era por una partida, pero también por una distancia y una ausencia.
ResponderEliminarque lindo lo que dijiste. te quiero.
Eliminar:)
EliminarLa pucha. Sos algo serio cuando escribís en serio. Se comprenden tus urgencias.
ResponderEliminares que la seriedad no garpa.
Eliminarme pone triste.
abrazo bob. quiero te.
como te quiero...a veces
ResponderEliminar¿y las otras veces?
Eliminarpffffffff... un ser humano mas que se muere nada mas...
ResponderEliminarque tontolon hay que ser para pensar que es un ser humano mas que se muere "nada mas".
Eliminarhay que ser, ehh.
muy elemental lo tuyo, la apelación a la emoción, la lágrima fácil.
ResponderEliminarsi seguís así, capaz que un día te invitan a 678. -cuando se renueven un poco-
JAJAJJAAJ CAPRILES JAJAJAJAJJAAJAJA. y la elemental soy yo.
Eliminarah, si, me encanta. busco el golpe bajo, siempre. soy como poly brid.
ojalá me llamaran para 678; si puedo elegir quiero el día que este carrasco. LA ROMPEMOS.
Fijate, Carrasco no censura comentarios.
EliminarAh, y no va más después de que Palma lo bardeó, y todos los demás se hicieron los giles.
mirá, pelotudin, no se que hace carrasco, ni 678, se ve que lo mirás mas vos que yo.
Eliminarcensuro los comentarios en donde te dedicas a decirme gorda, puta, huerfana, enana y esas cosas que solo en tu cabecita estrecha son para vos insultos, porque es mi blog y no lei en ningun lado que un blog tiene que ser una democracia. tus comentarios con bardeos hacia mi persona (anonimos encima, da la cara, pelotudo del orto) son ridiculos, porque vos sos un pobre tipo que entra tres o cuatro veces por dia a bardear a un blog que no le gusta (¿te das cuenta de lo patetico y pene flojo que sos, corazon? sos lo mas triste que vi en mi vida, seguro sos un ex gordito con dientes de caballo virgen y con problemas de ereccion).
primera y ultima vez que te contesto para asegurarte que si, seguiré rebotando todos los mensajes en que te dediques a bardearme porque no quiero que gente triste como vos ensucie mi blog.
besitos en ese pene chiquitito y muerto que tenes.y saludos a tus amigos de 678
Perdonada.
ResponderEliminar¿?
Eliminar"...gracias por tanta vida.
Eliminary perdón por las lágrimas."
ahhh, pensé que te habia hecho algo. soy medio paranoica jaja.
Eliminarbesote.
Julyto ha dejado un nuevo comentario en su entrada "una chiquita, uno grande":
ResponderEliminarAdmirable... y te acompaño en este profundo dolor...
Ahora ambos forman parte de todos, están en el aire... en nuestros corazones... en el recuerdo que es imborrable... ABRAZO FUERTE!
perdon julio, toqué mal y rechacé sin querer tu comentario, por eso copie y pegue.
EliminarMuy sincero y muy lindo lo que decis. Y es verdad, se puede ser mas feliz asi.
ResponderEliminarHDP, ya habia dejado de llorar..
ResponderEliminarmuy bueno, belen, muy bueno de verdad.
ResponderEliminarCF
Sabés che? Estuve escribiendote un msjs recontra largo después de leerte. pero lo borré porque estaba medio emocionado y caí en un montón de cursilerías pelotudas. Permitime voy a improvisar un poemita loco para vos.
ResponderEliminarestaba chavez ya allá,
entre el rojo algodón de las nubes.
y estaba belén tocando un blues
que decía. oh madre, estamos tan juntas
y abajo, muy abajo,
estaba yo, mirando el cielo
y escuchando música.
Hola Belén, me gustaría recomendarte un libro! Lo estoy leyendo y me acordé de vos, me pareció que te podría gustar, me hizo acordar a vos uno de los personajes que se llama Rosa, que aunque tiene cosas muy distintas a las tuyas en otras se parece bastante. Se llama Los sinsabores del verdadero policía, de Roberto Bolaño. Abrazo
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