primera parte
segunda
tercera
cuarta
quinta
sexta
septima
octava
abrí la puerta. el desorden indicaba que no esperaba a nadie.
se sentó en una silla y abrió la cerveza que había comprado en el kiosco de abajo.
hablamos durante horas sobre todo. sobre nada.
no amagó a tocarme ni una vez.
yo tampoco hice nada para que lo intentase. me senté lejos. desde el sillón lo miraba hablar, gesticular.
a las tres am me levanté para ir a la cocina a buscar un vaso de agua. estaba claro, para mi, que nada iba a pasar. cuando estaba a punto de abrir la canilla sentí que me tironea del brazo, fuerte, y me atrae hacia el. me envuelve, mas bien, casi sin dejarme respirar. se quedó ahí, abrazandome, un rato largo. yo, incómoda, contenía la respiración y escuchaba con mi oreja pegada a su pecho su corazón acelerado; no sabía que hacer con mis manos, no soy una hug person la verdad, esto de abrazar no es muy mi estilo. después de unos minutos me moví, ya que él no parecía tener intenciones de hacerlo. me agarró la cara con sus manazas enormes y me besó. me besó apasionadamente, me besó brusco, me besó desesperado, me besó muy él. me aparté como pude para tomar aire, ya que tanta emoción me mareaba... no me gusta sentirme acorralada, no poder moverme con naturalidad me pone nerviosa. le pregunté que hora era. miró su celular y me dijo que eran 3.30. le sonreí y le dije que solo quería saber cuanto había tardado para darme un beso, eran como seis horas desde que nos encontramos en corrientes; eso no era digno de febo, el efebo, el mejor culo de puan. me agarro de la cintura y muy fácilmente me cargó como una bolsa de papas sobre uno de sus hombros. ante mis pataleos horrorizados (tengo una pesadilla constante de que muero porque se me va toda la sangre de mi cuerpo al cerebro y explota) me llevó hasta la pieza y me tiró bruscamente (como una bolsa de papas, otra vez) encima de la cama. un poco aturdida por las maneras del efebo, me senté como pude. no me dejó respirar ni diez segundos que ya lo tenía encima mío.
belén.- que haces, bruto.
febo.- nada. te miro.
me empuja hacia atrás y se me sienta encima, sujetándome las manos.
belén.- soltame gil.
efebo.- nop.
belén.- no me gusta que me agarres todo el tiempo chabón, soltame.
sin darme pelota, me besó otra vez. y otra más. y otra. me soltó una mano mientras me sacaba la remera y se desabrochaba el pantalón. en un segundo se quedó en calzones. era el tipo mas lindo del mundo, sin lugar a dudas.
febo.- que miras.
belén.- nada.
efebo.- sos linda.
belén.- es la primera vez que me lo decís.
febo.- no soy de esos.
belén.- no, claro. sos de los del garrote. tipo picapiedra.
efebo.- ¿no vas a dejar de pelearme nunca?
belén.- no.
me sacó el pantalón. me dí vuelta, para prender el velador, y lo escuche reírse.
me ofendí.
belén.- ¿de que te reís???
febo.- tu bombacha tiene ojos en la cola.
ahí de repente recordé la vedettina comprada en coto la semana pasada que me había parecido un chiste genial. coloradisima, me di vuelta otra vez.
efebo.- nooo, date vuelta, quiero ver.
belén.- dejame en paz.
febo.- no, es que esos ojos son lo mas sexy que me paso en mucho tiempo.
belén.- basta forrrro.
efebo.- jajajajaja
belén.- salí de acá.
febo.- por favor. si sos lindisima de atrás, dejame ver.
belén.- vos te queres reír de mi bombacha gil.
efebo.- ademas.
belén.- salí, tarado. dejame en paz.
se acostó a mi lado todavía riéndose y me abrazo, otra vez, sin dejar ni un espacio entre nosotros. mi dios, yo me ahogaba. intentando ser lo más delicada que pude, me di vuelta y lo miré.
belén.- ¿tenés preservativos?
efebo.- ehhh... no...
belén.- ¿no???
febo.- no. ¿vos no tenés?
belén.- no. sos el hombre, bien macho, tendrías que traer vos nene.
efebo.- belén, estuve dos meses intentando salir con vos. lo que menos me voy a imaginar es que íbamos a cojer hoy.
belén.- ¿no venías pensando en cojerme? que clase de febo sos.
febo.- no. solo en ver tu bombacha con ojos.
belén.- no quiero hablar mas de ese tema. basta.
efebo.- jajaja. a verla, dejame.
belén.- no basta. uf, que mal.
febo.- nahh. sos linda.
belén.- ¿no queres bajar al kiosco?
me abrazó de nuevo, con su style tan particular y se acurrucó contra mi, como pudo, enorme, en mi cama individual.
efebo.- en un rato bajo.
belén.- ¿no querés que vaya yo?
febo.- no.
belén.- son dos segundos, no me molesta.
efebo.- no, belén. quiero que te quedes acá.
segunda
tercera
cuarta
quinta
sexta
septima
octava
abrí la puerta. el desorden indicaba que no esperaba a nadie.
se sentó en una silla y abrió la cerveza que había comprado en el kiosco de abajo.
hablamos durante horas sobre todo. sobre nada.
no amagó a tocarme ni una vez.
yo tampoco hice nada para que lo intentase. me senté lejos. desde el sillón lo miraba hablar, gesticular.
a las tres am me levanté para ir a la cocina a buscar un vaso de agua. estaba claro, para mi, que nada iba a pasar. cuando estaba a punto de abrir la canilla sentí que me tironea del brazo, fuerte, y me atrae hacia el. me envuelve, mas bien, casi sin dejarme respirar. se quedó ahí, abrazandome, un rato largo. yo, incómoda, contenía la respiración y escuchaba con mi oreja pegada a su pecho su corazón acelerado; no sabía que hacer con mis manos, no soy una hug person la verdad, esto de abrazar no es muy mi estilo. después de unos minutos me moví, ya que él no parecía tener intenciones de hacerlo. me agarró la cara con sus manazas enormes y me besó. me besó apasionadamente, me besó brusco, me besó desesperado, me besó muy él. me aparté como pude para tomar aire, ya que tanta emoción me mareaba... no me gusta sentirme acorralada, no poder moverme con naturalidad me pone nerviosa. le pregunté que hora era. miró su celular y me dijo que eran 3.30. le sonreí y le dije que solo quería saber cuanto había tardado para darme un beso, eran como seis horas desde que nos encontramos en corrientes; eso no era digno de febo, el efebo, el mejor culo de puan. me agarro de la cintura y muy fácilmente me cargó como una bolsa de papas sobre uno de sus hombros. ante mis pataleos horrorizados (tengo una pesadilla constante de que muero porque se me va toda la sangre de mi cuerpo al cerebro y explota) me llevó hasta la pieza y me tiró bruscamente (como una bolsa de papas, otra vez) encima de la cama. un poco aturdida por las maneras del efebo, me senté como pude. no me dejó respirar ni diez segundos que ya lo tenía encima mío.
belén.- que haces, bruto.
febo.- nada. te miro.
me empuja hacia atrás y se me sienta encima, sujetándome las manos.
belén.- soltame gil.
efebo.- nop.
belén.- no me gusta que me agarres todo el tiempo chabón, soltame.
sin darme pelota, me besó otra vez. y otra más. y otra. me soltó una mano mientras me sacaba la remera y se desabrochaba el pantalón. en un segundo se quedó en calzones. era el tipo mas lindo del mundo, sin lugar a dudas.
febo.- que miras.
belén.- nada.
efebo.- sos linda.
belén.- es la primera vez que me lo decís.
febo.- no soy de esos.
belén.- no, claro. sos de los del garrote. tipo picapiedra.
efebo.- ¿no vas a dejar de pelearme nunca?
belén.- no.
me sacó el pantalón. me dí vuelta, para prender el velador, y lo escuche reírse.
me ofendí.
belén.- ¿de que te reís???
febo.- tu bombacha tiene ojos en la cola.
ahí de repente recordé la vedettina comprada en coto la semana pasada que me había parecido un chiste genial. coloradisima, me di vuelta otra vez.
efebo.- nooo, date vuelta, quiero ver.
belén.- dejame en paz.
febo.- no, es que esos ojos son lo mas sexy que me paso en mucho tiempo.
belén.- basta forrrro.
efebo.- jajajajaja
belén.- salí de acá.
febo.- por favor. si sos lindisima de atrás, dejame ver.
belén.- vos te queres reír de mi bombacha gil.
efebo.- ademas.
belén.- salí, tarado. dejame en paz.
se acostó a mi lado todavía riéndose y me abrazo, otra vez, sin dejar ni un espacio entre nosotros. mi dios, yo me ahogaba. intentando ser lo más delicada que pude, me di vuelta y lo miré.
belén.- ¿tenés preservativos?
efebo.- ehhh... no...
belén.- ¿no???
febo.- no. ¿vos no tenés?
belén.- no. sos el hombre, bien macho, tendrías que traer vos nene.
efebo.- belén, estuve dos meses intentando salir con vos. lo que menos me voy a imaginar es que íbamos a cojer hoy.
belén.- ¿no venías pensando en cojerme? que clase de febo sos.
febo.- no. solo en ver tu bombacha con ojos.
belén.- no quiero hablar mas de ese tema. basta.
efebo.- jajaja. a verla, dejame.
belén.- no basta. uf, que mal.
febo.- nahh. sos linda.
belén.- ¿no queres bajar al kiosco?
me abrazó de nuevo, con su style tan particular y se acurrucó contra mi, como pudo, enorme, en mi cama individual.
efebo.- en un rato bajo.
belén.- ¿no querés que vaya yo?
febo.- no.
belén.- son dos segundos, no me molesta.
efebo.- no, belén. quiero que te quedes acá.
Creo que la de interceptar el viaje a la cocina es una cosa instintiva. Yo lo hago sin pensar
ResponderEliminares hot.
Eliminaraaaaaaaaaaaaaaaah, esto de que la cuentes por TANTAS partes me genera mucha impaciencia.
ResponderEliminarque virginiana.
EliminarLa primera vez que entré a este blog me re molestó. Me molestó la autodescripción, los títulos, la forma de escribir, todo. Pero parece que algo me debe haber gustado porque hoy vi que lo tenía en marcadores. Sólo había leído la primera parte de Febo el Efebo... me debo haber quedado con las ganas de más, porque acabo de reencontrarlo y me comí todos los capítulos con avidez. Me encanta esto. Es como cuando una amiga te cuenta cómo le fue con un pibe y vos estás emocionada como si te estuviera pasando a vos misma y nada que ver. Qué bajón como me enganchó tu blog, conchuda! <3
ResponderEliminarno se que pensar de tu comentario en realidad. en fin. vaya con el papa francisco.
EliminarVaya usted con don Pancho, si no puede notar un comentario sincero y no azucarado cuando lo tiene adelante...
ResponderEliminarno me gustan los comentarios azucarados. el tuyo fue mala leche, y eso no me va. no da que todo te re moleste y te siga molestando, yo que vos no entro más. besito.
EliminarFebo el efebo y vos se termino ahi??? Hace unos días me cruce con tu blog y voy leyendo salteado, pero quiero saber como sigue esta historia....
ResponderEliminarPlease no puede quedarme con esta intriga.