primera parte
segunda
tercera
cuarta
quinta
sexta
séptima
octava
novena
me desperté por el sol que entraba desde la persiana entre abierta. me estiré, incomoda. agarrado a mi, como una garrapata, estaba febo.
lo miré. dormía profundamente. su peso me aplastaba. de a poco corrí una pierna, y luego otra. saqué el brazo de debajo de su cabeza y me incorporé. me senté en la silla y lo miré otro rato. estaba tan solo. estamos tan solos, pensé, otra vez. pensamiento recurrente.
me puse un short y una remera vieja y prendí la computadora. tomé mates. leí los diarios por internet.
me sentía extraña, con una molesta sensación de incomodidad en mi propia casa; algo que me pasa seguido cuando los tipos se quedan a dormir.
febo.- ¿bel?
belén.- estoy acá.
efebo.- ¿qué hacés?
belén.- leo los diarios.
febo.- ¿me lees?
me acerqué a la habitación.
belén.- ¿qué?
efebo.- que me leas las noticias.
belén.- ...
febo.- ...
belén.- bueno. a ver. la más importante, river juega hoy por el descenso. el indec caca caca, inflación...
efebo.- bel.
belén.- ¿qué?
febo.- veni a la cama conmigo.
belén.- ¿que pasa?
efebo.- nada. mirá, te hago espacio.
belén.- ahora me haces espacio. ayer casi me aplastas.
febo.- ¿me estas diciendo gordo?
se semi incorpora y me tironea de la mano, obligandome a acostarme con el.
efebo.- sos linda, bel.
belén.- ¿no era que no era tu estilo?
febo.- no. pero tenes que saberlo.
belén.- jaja. es tarde. ¿vos no te tenias que ir?
efebo.- prefiero quedarme con vos un rato mas. me voy cuando empiece el partido, a las 15 hs.
belén.- uhh, pero no tengo nada para que almorcemos.
febo.- no te preocupes. te como a vos y listo.
toda la mañana y todo el mediodía se nos paso tirados en la cama, con la persiana a medio abrir, y el sol entrando de a rectangulitos en la habitación.
belén.- boludo, son las 15.30. te estas perdiendo el partido.
efebo.- no puedo creer que no tengas tele nena. como bostero no puedo perderme este partido histórico.
belén.- sorry.
febo.- ufa. bueno, me levanto. ¿hay algún bar por acá?
belén.- si. acá a tres cuadras.
efebo.- ya estoy. ¿vamos?
belén.- ¿eh?
febo.- veni conmigo.
belén.- no, anda vos. yo tengo cosas que hacer.
efebo.- es un partido histórico, ya te dije. lo tenes que ver. después cuando seas vieja le vas a contar a tus hijos que vos lo viste con un rubio ario machista que lloraba y que se enamoró de vos sin darte un beso siquiera.
belén.- no tengo ganas. me tengo que vestir.
febo.- veni así. estas hermosa.
belén.- callate tarado, hacen -10.
efebo.- ya fue. quedemosnos entonces.
belén.- no seas tonto. tenés que volver a tu casa.
me miró serio.
febo.- no quiero.
belén.- no es la forma.
efebo.- volvé conmigo. ¿no querés venir? vemos el partido allá.
belén.- no.
febo.- bueno. acompañame a ver a river a un bar aunque sea.
belén.- bueno.
bajamos al bar. casi no hablamos durante todo el partido. a las 18.30 yo me encontraba con mis amigas. me levanté para irme. me volvió a agarrar de la muñeca, fuerte.
efebo.- quedate un rato mas.
belén.- me tengo que ir. me esperan.
febo.- decile que no podés ir.
belén.- algún día vas a tener que volver. ¿sabés?. si no es hoy, es mañana.
efebo.- pero hoy no, belén. me siento bien cuando estoy con vos. hace un mes me siento mierda.
belén.- me tengo que ir. en serio.
me acompañó hasta la puerta del bar. me abrazó fuerte, muy fuerte. otra vez escuché con mi oreja pegada a su pecho el corazón, esta vez latía lento, acompasado. me beso, pero muy despacio. le guñié un ojo. me pidió que me quedara otra vez. la negativa de mi cabeza fue la palabra final.
esto también va a pasar, le dije.
crucé acoyte y me di vuelta. estaba todavía ahí parado, mirándome. lo saludé con la mano pero no contestó el saludo.
a la noche me mando un msj que decía: ¿y cuando pasa?
no se lo contesté.
nunca más volvimos a hablar. lo vi un par de veces en la facultad, nos saludamos desde lejos, y nada mas.
el otro día me llegó un mensaje de él, totalmente descolgado, que decía: todavía no pasó.
y me puse a escribir esta historia.
segunda
tercera
cuarta
quinta
sexta
séptima
octava
novena
me desperté por el sol que entraba desde la persiana entre abierta. me estiré, incomoda. agarrado a mi, como una garrapata, estaba febo.
lo miré. dormía profundamente. su peso me aplastaba. de a poco corrí una pierna, y luego otra. saqué el brazo de debajo de su cabeza y me incorporé. me senté en la silla y lo miré otro rato. estaba tan solo. estamos tan solos, pensé, otra vez. pensamiento recurrente.
me puse un short y una remera vieja y prendí la computadora. tomé mates. leí los diarios por internet.
me sentía extraña, con una molesta sensación de incomodidad en mi propia casa; algo que me pasa seguido cuando los tipos se quedan a dormir.
febo.- ¿bel?
belén.- estoy acá.
efebo.- ¿qué hacés?
belén.- leo los diarios.
febo.- ¿me lees?
me acerqué a la habitación.
belén.- ¿qué?
efebo.- que me leas las noticias.
belén.- ...
febo.- ...
belén.- bueno. a ver. la más importante, river juega hoy por el descenso. el indec caca caca, inflación...
efebo.- bel.
belén.- ¿qué?
febo.- veni a la cama conmigo.
belén.- ¿que pasa?
efebo.- nada. mirá, te hago espacio.
belén.- ahora me haces espacio. ayer casi me aplastas.
febo.- ¿me estas diciendo gordo?
se semi incorpora y me tironea de la mano, obligandome a acostarme con el.
efebo.- sos linda, bel.
belén.- ¿no era que no era tu estilo?
febo.- no. pero tenes que saberlo.
belén.- jaja. es tarde. ¿vos no te tenias que ir?
efebo.- prefiero quedarme con vos un rato mas. me voy cuando empiece el partido, a las 15 hs.
belén.- uhh, pero no tengo nada para que almorcemos.
febo.- no te preocupes. te como a vos y listo.
toda la mañana y todo el mediodía se nos paso tirados en la cama, con la persiana a medio abrir, y el sol entrando de a rectangulitos en la habitación.
belén.- boludo, son las 15.30. te estas perdiendo el partido.
efebo.- no puedo creer que no tengas tele nena. como bostero no puedo perderme este partido histórico.
belén.- sorry.
febo.- ufa. bueno, me levanto. ¿hay algún bar por acá?
belén.- si. acá a tres cuadras.
efebo.- ya estoy. ¿vamos?
belén.- ¿eh?
febo.- veni conmigo.
belén.- no, anda vos. yo tengo cosas que hacer.
efebo.- es un partido histórico, ya te dije. lo tenes que ver. después cuando seas vieja le vas a contar a tus hijos que vos lo viste con un rubio ario machista que lloraba y que se enamoró de vos sin darte un beso siquiera.
belén.- no tengo ganas. me tengo que vestir.
febo.- veni así. estas hermosa.
belén.- callate tarado, hacen -10.
efebo.- ya fue. quedemosnos entonces.
belén.- no seas tonto. tenés que volver a tu casa.
me miró serio.
febo.- no quiero.
belén.- no es la forma.
efebo.- volvé conmigo. ¿no querés venir? vemos el partido allá.
belén.- no.
febo.- bueno. acompañame a ver a river a un bar aunque sea.
belén.- bueno.
bajamos al bar. casi no hablamos durante todo el partido. a las 18.30 yo me encontraba con mis amigas. me levanté para irme. me volvió a agarrar de la muñeca, fuerte.
efebo.- quedate un rato mas.
belén.- me tengo que ir. me esperan.
febo.- decile que no podés ir.
belén.- algún día vas a tener que volver. ¿sabés?. si no es hoy, es mañana.
efebo.- pero hoy no, belén. me siento bien cuando estoy con vos. hace un mes me siento mierda.
belén.- me tengo que ir. en serio.
me acompañó hasta la puerta del bar. me abrazó fuerte, muy fuerte. otra vez escuché con mi oreja pegada a su pecho el corazón, esta vez latía lento, acompasado. me beso, pero muy despacio. le guñié un ojo. me pidió que me quedara otra vez. la negativa de mi cabeza fue la palabra final.
esto también va a pasar, le dije.
crucé acoyte y me di vuelta. estaba todavía ahí parado, mirándome. lo saludé con la mano pero no contestó el saludo.
a la noche me mando un msj que decía: ¿y cuando pasa?
no se lo contesté.
nunca más volvimos a hablar. lo vi un par de veces en la facultad, nos saludamos desde lejos, y nada mas.
el otro día me llegó un mensaje de él, totalmente descolgado, que decía: todavía no pasó.
y me puse a escribir esta historia.