mis padres fueron radicales, yo soy peronista, lo de progre vino por default. no entiendo lo de guardar secretos y siempre lloro en todas las sesiones con mi analista así siento que no desperdicio 700 pé. mi último gran descubrimiento es que soy una discapacitada vincular. lo específico nunca fue mi fuerte, amo odiarme y te juro que soy mejor con la cara en movimiento.

la unica diferencia entre la realidad y la ficción es que la ficción debe ser verosímil .- mark twain

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dijo de belén el caricaturista historiador bobrow: "el idiolecto de la autora de este blog asume todos los tópicos culturales más políticamente incorrectos de occidente sin por ello asumir su carga ideológica".

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viernes, 4 de enero de 2013

los hombres de mi vida/2: gonzalo (y esteban)

esta entrada se desprende de este prólogo

después del primer hombre de mi vida - que como imaginarán se mantuvo siempre -, se vino el segundo. o los segundos, mejor dicho.

siempre tuve esta personalidad que tengo ahora. hay ciertas cuestiones con las que una nace. siempre fui muy extrovertida y en una nena de mi edad de aquel entonces (5 años) llamaba la atención el carácter fuerte que tenía. que sigo teniendo, claro, pero atemperado. ahora se que cosas decir y que no (a veces) y suelo evitar enfrentamientos con gente o cosas que no me interesan (a veces). pero de chiquita era jodida, jodidísima.
por ejemplo, tuve una etapa en que mordía a mis compañeritos (bueno, igual eso me quedó como tic... suelo morder todavía en ciertas situaciones - no, en esa no -. es como que me dan ganas y pregunto, ¿puedo morderte?. no me importa mucho la respuesta en realidad, es más que nada un aviso). mi mamá solía justificarme ante la gente del jardín diciendo que yo estaba mal ¨por que nos separamos con el padre, viste¨... hasta que un día alguien le dijo señora, se separaron hace cuatro años. en fin. así son las madres, nos quieren pese a todo.
bueno, a los cinco igual ya todavía no había superado del todo esta cuestión de morder y seguía siendo jodida jodidísima. y también bastante divertida. era la estrella de la salita de cinco de los conejitos (creo que fue la única vez en mi vida que fui popular... de haberlo sabido antes...). todos querían jugar conmigo, todas querían ser mis amigas y todos querían ser mis ¨novios¨.
ser novios en aquella época implicaba elegirse siempre para los juegos y las tareas y juntarse a jugar a la tarde. también, tal vez, darse de la manito y planificar algún viaje a disney juntos.
bueno, yo desde un principio le ofrecí mis encantos a gonzalo. gonzalo era un flacucho morochín calladito pero con una sonrisa preciosa. gonzalo era el mejor, porque me seguía a todas partes, yo era como su equipo de fútbol, viste. a belén se le ocurría que era buena idea escondernos en el patio del jardín y que tuviesen que buscarnos las señoritas y nos escondíamos juntos... y de repente me parecía que cortarnos el flequillo con esas tijeritas rojas y verdes era una idea buenísima, y estabamos los dos por un mes con el pelo desparejo; ni que decir cuando me parecía hiper novedoso gritar fuerte y a coro la palabra teta, y otra vez gonzalo me seguía y asi todo, gonzalo atrás, calladito, pero atrás, acompañandome. hasta me dejaba morderlo a veces, y no lloraba nada nada. el me enseñó como morder de a mentiritas. mordeme pero de mentiritas, me decía acercandome el brazo, y yo aprendí a no clavar los dientes tan fuerte, a no ser tan bruta.
el tema es que también estaba esteban. esteban tenía ojos celestes y pelo negro y salía en las fotos del jardín haciendo fakiu y todas las nenas lo querían y además vivia enfrente asique después del jardín tenía enseguida la casa para ir a comer galletitas y tomar la leche. yo estaba ocupada con gonzalo y desde chiquita no me puedo copar con mas de un hombre a la vez, nunca fui de esa que se enamora doble viste, puedo tontear con uno mientras tonteo con otro pero siempre hay uno, el principal, que me interesa de verdad. pero esteban me traía caramelos todas las tardes solo para mi y odiaba a gonzalo con todas sus fuerzas, siempre lo empujaba y gonzalo se caía de cola pero no decia ni mu y volvía a levantarse sin hacer nada y entonces yo agarraba y lo mordía a esteban, pero fuerte y esteban lloraba y la maestra me retaba y yo le decía que era culpa de esteban que empujaba a gonzalo y esteban me defendía y decía que no importaba que ya estaba que ya no le dolía y entonces yo le preguntaba si podía morderlo pero de mentiritas como a gonzalo y me dejaba pero decía que le dolía igual aunque yo lo mordía re despacito y re poco bruta y se ponía a llorar otra vez. siempre me invitaba a ir a tomar la leche con galletitas a la casa y me acuerdo que era la envidia de carolina que le preguntaba si ella podía ir y esteban le decía no vos no, belén y yo iba porque tenía galletitas rumbas que me re gustaban y eran re caras mi mama nunca compraba y gonzalo me saludaba desde la puerta del jardín sin su sonrisa grande y yo le decía vení con nosotros gonzalo yo te invito pero nunca quería venir.  yo abrazaba a gonzalo y le decía te veo mañana y el asentía pero no sonreía y me molestaba que no sonriera y me iba con esteban y tomabamos la chocolatada con las galletitas rumba hasta que mi mama me iba a buscar y me preguntaba que tal mi dia y yo le contaba que gonzalo no había querido comer galletitas rumbas conmigo hoy.
una vez gonzalo y esteban se agarraron feo porque había que hacer una cosa con temperas y era de a dos y entonces los dos querian hacer conmigo y yo les dije que bueno que hagamos los tres y la señorita no nos dejo y entonces gonzalo se plantó por primera vez y dijo que yo usaba la tempera roja y el la azul y que no había tempera para esteban asique chau esteban. yo me senté a empezar a pintar porque la verdad que cuando esteban no tenia rumbas mucho no me interesaba y empece a pintar un árbol con tempera roja y esteban me dijo que los arboles no eran rojos que yo era tonta y yo le dije que el tonto era el que no tenia temperas y esteban empujó a gonzalo y yo le manche el guardapolvo con tempera roja a esteban y entonces me empujo a mi y gonzalo se levanto y lo empujo a el y esteban se puso a llorar y me dijo que nunca mas me invitaba rumbas y carolina lo vino a abrazar me re acuerdo que lo abrazaba y esteban lloraba y que llorón que era esteban ahora que lo pienso y con gonzalo seguíamos pintando mi árbol con tempera roja y pájaros azules y el sol azul también.  esa tarde esteban se acerco cuando salíamos del jardín y le pidió a mi mama que si podía ir a su casa a comer rumbas y mi mama me miró y le dijo que ya habíamos invitado a gonzalo a comer tostaditas con manteca a casa y esteban pregunto si el podía venir y mi mama dijo que si por supuesto y fuimos todos en el fitito naranja de mi mama y gonzalo no sonreía y yo le decía a mi mama que que raro porque gonzalo siempre sonreia cuando venia a casa en el fitito y esteban llego y dijo que eran las tostadas mas ricas que había comido en su vida y mi mama se puso feliz aunque no tuviese rumbas y gonzalo no decía nada no quiso comer ni una tostadita y después jugamos a las princesas y los príncipes y esteban dijo que el único príncipe que había era él que gonzalo podía ser un enano y yo le dije que gonzalo era príncipe siempre que por una vez estaba bien. gonzalo no hizo nada esa tarde, se quedo sentado en un rincón aunque yo llamara a los enanos para que me ayudaran a bordar pero nada el se quedo mirando mis barbies y no me daba bola y después vino la mama de esteban a buscarlo y le contó a mi mama que le iban a poner belén a la hermanita que venia de esteban porque esteban había insistido tanto por mi y a ella belén le gustaba y entonces mi mama sonrió y me dijo viste belén esteban quiere que la hermanita se llame como vos y yo dije claro si y se fue esteban y me senté en el rincón de las barbies con gonzalo y lo agarre de la mano y gonzalo sonrió por primera vez esa tarde.


a gonzalo lo vi durante un año más, y después nos perdimos.
a esteban lo vi bastante más, no porque nos juntáramos sino porque vivía donde siempre, pero las rumbas dejaron de ser rumbas y pasaron a ser cuatriciclos y cosas así. una vez, tendríamos 16 años, se chocó conmigo en un boliche y me reconoció. yo hice algún chiste y le pregunté por la hermana, si seguía llamándose belén. me sonrió y me dijo que si, que hasta donde él sabía si, y me invitó a tomar algo "te compro el trago que vos quieras", dijo. dudé unos segundos y de pronto me acordé de gonzalo, de quién hace años no me acordaba, y le dije que no.
recién ahí y de una extraña manera sentí que gonzalo y yo por primera vez estábamos a mano.

9 comentarios:

  1. Gordita de alma de peque... Esteban solo me interesaba cuando tenia rumbas jaja

    Agus

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  2. Muy buena historia, amor de la infancia y saldo de cuentas. Ese Esteban era un pequeñito guacho, jajajaja. Me acuerdo que en el jardín había un nene que sabía darse vuelta los parpados, a mí me asustaba eso.

    Saludos!

    Bellis

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  3. Es increíble cómo me siento identificada con las cosas que ponés, tu personalidad, el hecho de que te encanta morder!! Y to también pregunto "te puedo morder?" y en realidad es un aviso nomás, y ni te digo cuando me pongo ebria, ahí ni te digo! Mi novio me dice "Mordelona" ja ja ja. Voy a seguir leyéndote a ver qué más me encuentro parecido! Besos!

    N.

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  4. Yo no fuí al Jardín de infantes... será por eso que no sé compartir! dicen mis amigas... jajaja

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  5. Gente con medios, denle una columna a Belén que la rompe.

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  6. que bien que lo vengaste. me caia mucho mejor gonzalo.

    yo era medio gonzalo.

    eli

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  7. Está para un vinchola de la radio metro.

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