me la pasé retandolo todo el puto día.
- martín, basta.
- martín, dame ese celular.
- martín, dejá de tirarle cosas a cecilia.
- martín, estoy hablando acá adelante.
- martín, copiá, haceme el favor.
- martín, callate la boca.
- martín, me hartaste.
- martín, vení a sentarte acá adelante, a mi escritorio. no, si, ya. no te pregunté si querías, sentate acá.
- martín, dejá de hamacarte en la silla.
- martín, la silla martín.
- te dije que te ibas a caer martín. levantate.
- martín, me tenés harta.
- martín, dejá de tirar cosas al tacho de basura y prestá atención.
- martín, ¿qué acabo de decir?
- ya está martín, volvé a tu banco. no se que es peor, si tenerte atrás o adelante.
- martín, ¿podés dejar a tu compañero en paz?
- cortala. si, vos, martín. callate un segundo.
- martín, te odio.
agotada y de mal humor, agradecí al papa francisco que sonara el timbre del recreo. de pronto siento que me tocan el hombro. me doy vuelta. alto, morocho y con semblante preocupado, martín me mira.
contengo una mueca de desagrado, no quiero verlo ya ni en figuritas. le pregunto que quiere.
baja la vista, espera a que se aleje una compañera y tironeándose el buzo para abajo, lo suelta:
que sepa que yo, aunque me trate mal, la quiero igual.
- martín, basta.
- martín, dame ese celular.
- martín, dejá de tirarle cosas a cecilia.
- martín, estoy hablando acá adelante.
- martín, copiá, haceme el favor.
- martín, callate la boca.
- martín, me hartaste.
- martín, vení a sentarte acá adelante, a mi escritorio. no, si, ya. no te pregunté si querías, sentate acá.
- martín, dejá de hamacarte en la silla.
- martín, la silla martín.
- te dije que te ibas a caer martín. levantate.
- martín, me tenés harta.
- martín, dejá de tirar cosas al tacho de basura y prestá atención.
- martín, ¿qué acabo de decir?
- ya está martín, volvé a tu banco. no se que es peor, si tenerte atrás o adelante.
- martín, ¿podés dejar a tu compañero en paz?
- cortala. si, vos, martín. callate un segundo.
- martín, te odio.
agotada y de mal humor, agradecí al papa francisco que sonara el timbre del recreo. de pronto siento que me tocan el hombro. me doy vuelta. alto, morocho y con semblante preocupado, martín me mira.
contengo una mueca de desagrado, no quiero verlo ya ni en figuritas. le pregunto que quiere.
baja la vista, espera a que se aleje una compañera y tironeándose el buzo para abajo, lo suelta:
que sepa que yo, aunque me trate mal, la quiero igual.
DESVIRGAAAALOOOOO
ResponderEliminarVoto a favor
EliminarDecile que se mate a superpajas, que libere tensiones, el pibe está loco porque debe estar acumulando miles de hectolitros de chele.
ResponderEliminarSiempre tratando mal a los que te quieren, que mala que sos, hinchapelotas.
ResponderEliminarTu nuevo preferido.
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