hoy empecé a dar clases en una universidad en varela.
abrí la puerta del aula y pregunté si ahí se daba la materia que tenía que dar. sin darme demasiada bola, un par me contestaron que si.
fui hasta la bedelía, me dieron el marcador para el pizarrón y volví a entrar.
veinte pares de ojos se volvieron hacia mi. puse las cosas encima del escritorio. había un silencio expectante. mientras sacaba las hojas, uno se animó.
- ¿disculpame, disculpeme, vos sos la profesora?
lo miré seria. me senté en el escritorio y sonreí.
- si. y si, mido un metro cincuenta.
las sonrisas me acompañaron.
- pero cuanto tenés profe, sos re chiquita.
les expliqué que tenía 24. luego reconocí que tenía 25 (próximamente 26, el horror). las risas siguieron.
mientras anotaba en el pizarrón acerca de kuhn y sus paradigmas, iban y venían chistes obvios al respecto de que solo utilizaba la mitad del pizarrón. estaba en eso, cuando una chica me pregunta si podía tomar mate.
le dije que si, que no había drama. un pibe desde atrás me señala a la pared y veo un cartelón enorme que prohibía ingerir alimentos o bebidas en el aula.
- no pasa nada, comenté, ya me echaron, no pueden echarme otra vez. dios no castiga dos veces.
inmediatamente me preguntaron por qué me habían echado, y de donde. les comenté brevemente de mi paso por un privado católico que me despidió de un día para el otro por hablar con los chicos acerca del papel de la policia metropolitana y de la ley de educación sexual. hice también la imitación de la bigotuda de la rectora diciendome que ellos no estaban de acuerdo con lo sexual (sic) - ahí entendí por qué se dejaba los bigotes - y que ellos en la escuela, en vez de educación sexual daban "educación para el amor". la carcajada general coronó la alocución.
volví a darme vuelta y mientras intentaba anotar sobre las anomalías que provocan las crisis de los paradigmas científicos, escucho que una voz grave me dice:
- ¿y a nosotros no nos va a dar educación sexual?
giré sobre mi misma y lo vi. adelante. rulos cortitos, ojos claros, barbita de tres días. semi acostado sobre el asiento, me miraba serio. no tendría mas de treinta años y era precioso.
las risas de sus compañeros me dieron unos segundos para intentar que no se me note el acceso de sofocón que la pregunta me provocó. tomé aire y sin bajarle la mirada, le respondí, sonriente:
- me parece que de eso ustedes me pueden enseñar a mi en realidad.
sin apartar la mirada, me regaló una sonrisa leve con una semi inclinación de cabeza, me sentí aprobada. el resto del salón, ajeno, se rió.
abrí la puerta del aula y pregunté si ahí se daba la materia que tenía que dar. sin darme demasiada bola, un par me contestaron que si.
fui hasta la bedelía, me dieron el marcador para el pizarrón y volví a entrar.
veinte pares de ojos se volvieron hacia mi. puse las cosas encima del escritorio. había un silencio expectante. mientras sacaba las hojas, uno se animó.
- ¿disculpame, disculpeme, vos sos la profesora?
lo miré seria. me senté en el escritorio y sonreí.
- si. y si, mido un metro cincuenta.
las sonrisas me acompañaron.
- pero cuanto tenés profe, sos re chiquita.
les expliqué que tenía 24. luego reconocí que tenía 25 (próximamente 26, el horror). las risas siguieron.
mientras anotaba en el pizarrón acerca de kuhn y sus paradigmas, iban y venían chistes obvios al respecto de que solo utilizaba la mitad del pizarrón. estaba en eso, cuando una chica me pregunta si podía tomar mate.
le dije que si, que no había drama. un pibe desde atrás me señala a la pared y veo un cartelón enorme que prohibía ingerir alimentos o bebidas en el aula.
- no pasa nada, comenté, ya me echaron, no pueden echarme otra vez. dios no castiga dos veces.
inmediatamente me preguntaron por qué me habían echado, y de donde. les comenté brevemente de mi paso por un privado católico que me despidió de un día para el otro por hablar con los chicos acerca del papel de la policia metropolitana y de la ley de educación sexual. hice también la imitación de la bigotuda de la rectora diciendome que ellos no estaban de acuerdo con lo sexual (sic) - ahí entendí por qué se dejaba los bigotes - y que ellos en la escuela, en vez de educación sexual daban "educación para el amor". la carcajada general coronó la alocución.
volví a darme vuelta y mientras intentaba anotar sobre las anomalías que provocan las crisis de los paradigmas científicos, escucho que una voz grave me dice:
- ¿y a nosotros no nos va a dar educación sexual?
giré sobre mi misma y lo vi. adelante. rulos cortitos, ojos claros, barbita de tres días. semi acostado sobre el asiento, me miraba serio. no tendría mas de treinta años y era precioso.
las risas de sus compañeros me dieron unos segundos para intentar que no se me note el acceso de sofocón que la pregunta me provocó. tomé aire y sin bajarle la mirada, le respondí, sonriente:
- me parece que de eso ustedes me pueden enseñar a mi en realidad.
sin apartar la mirada, me regaló una sonrisa leve con una semi inclinación de cabeza, me sentí aprobada. el resto del salón, ajeno, se rió.
NO te vas a voltear un estudiante
ResponderEliminarNO te vas a voltear un estudiante
NO te vas a volt....
DON´T WORRY. pero es tan lindo...
Eliminaruffff re hot. Justo ayer le decía a alguien (?) que como soy alumna aún quiero cojerme a algun profe, pero el día que enseñe, MUAAJAJAJAJ alumnillos.
ResponderEliminaradelante de la gente no!
Eliminarit's sounds like Olivia Sprauer...
ResponderEliminarnada que ver. eso fueron fotos.
EliminarUbicate, chiquita: estás en Varela. en Florencio Varela. No en Flowers Town.
ResponderEliminarUbicate.
(Respuesta cortante: "No, flaco, si a esta edad no aprendiste...".)
¿y vos quien sos, payaso?
Eliminarmalisima tu respuesta. si te pasa a vos, dale esa, no drama.
me leí todo tu blog en 3 semanas (solo en ratos libres en la oficina). de principio a fin. agosto lo venía postergando hace días, no quería que llegue el final, pero fue inevitable.
ResponderEliminarsoy tu fan, sin lugar a dudas. un abrazo bien fuerte para vos, belén.
¿sos como el fan de wanda? me hace feliz ese tipo. cuando llora y se le caen los mocos, un capo.
Eliminargracias a vos por leer lara, abrazo.