esta historia comienza acá
da un paso determinante acá
se perfila acá
finalmente, nos conocemos acá
y acá
abrí la puerta y ahí estaba. con una pizza en la mano, un joggin nike y un buzo de jugador de basquet. mucho mejor que la primera vez que nos vimos.
le sonreí, me sonrió.
miré mis pies desnudos, el buzo enorme heredado de mi ex y mi joggin negro.
m.- estas hermosa.
b.- que mentiroso.
m.- de verdad.
entramos a casa y preparé unos campari. matías me empezó a contar de su partido, de cómo perdieron en el último minuto, de sus entrenamientos. comió uno, dos, tres, cinco pedazos de pizza. ni un beso.
b.- tenías hambre.
m.- si, mal. ¿vos no vas a comer mas?
b.- no no, comé tranca.
m.- viste que vine.
b.- si, para que no saliera.
m.- es que quería que me des besos a mi.
b.- ¿si? ni uno me diste.
m.- es que soy medio lento.
b.- bueno, te doy uno yo.
m.- a ver.
me acerqué y me senté encima de él, frente a frente. le agarré la cara con las dos manos y lo besé. de a poco las bocas se acompasaban y matías se relajaba. comenzó a levantarme el buzo y yo pensé que bueno, que ahí, que había llegado el momento.
pero no.
se frenó abruptamente y me dijo de poner música. me levanté, molesta, y prendí la computadora. tal vez no era el momento entonces. ni nunca.
a partir de allí, los recuerdos comienzan a mezclarseme. solo recuerdo armarme un campari tras otro. y a matías. hablando.
no recuerdo nada de lo que dijo.
en algún momento del monólogo interminable, me senté en el sillón, derrotada. miré el reloj: eran otra vez las 4 am y nada.
dios mio me quiero morir tengo sueño estoy borracha por qué.
de pronto, matías se sienta al lado mio.
me da un beso.
dos.
tres.
ilusionada, intento entonces poner segunda.
se frena.
m.- ¿estás bien?
lo miro incrédula.
b.- si, por.
m.- no sé, estás más callada que la otra vez.
b.- puede ser. es que estás muy charleta.
m.- ah si, perdón.
b.- no, está bien.
me acerco un poco más.
m.- me gusta estar acá, con vos.
(aaaaaaaaaaaajjjjjjjjjjjjj)
b.- ¿si?
m.- si, si.
b.- que bueno, bueno, podríamos...
m.- hace mucho no me sentía cómodo con una chica.
b.- que lindo eso que me decís
m.- viste que desde lo de mi ex
(noooooooooooooooooooooooooooooo)
b.- claro, si, te entiendo. ¿me das un beso?
m.- si
(me da un besito)
m.- porque yo pensé que iba a estar con ella toda la vida entendés.
(nooooooooooooooooooooooooooooo)
b.- si, claro, lógico.
m.- pero lo que me hizo. no se. nunca pensé que era capaz.
b.- bueno, pero capaz no pudiste ver las señales.
m.- ¿que señales?
b.- no se, digo. si alguien te caga con otra persona era que la relación no estaría tan bien de antes. digo.
m.- estábamos re bien.
(negadorrrrrrrrr)
b.- bueno.
m.- ¿yo te conté como fue?
(nooooooooooooooooooooooooooooo)
b.- ehh... no.
m.- porque estaba todo bien, y un día ella me llama viste. y me dice que teníamos que hablar, llorando.
b.- .....
(quiero morirme)
m.- y cuando hablamos me dice que no sabía si me amaba como antes.
(super muerta)
matías toma aire y me da otro besito. lo miro pidiéndole piedad.
nada.
m.- entonces yo le dije que bueno, que yo entonces me iba a ir de mi casa, que ella vivía conmigo viste, que está arriba del taller de mi viejo. y que la dejaba pensar, que nos dábamos un tiempo y que veíamos que pasaba. asique nada, agarré mis cosas y me fui no, como esperando que ella pudiese pensar, ver que le pasaba.
(i can see dead people)
la cara de matías se endureció. me abrazó bruscamente.
m.- y resulta que a la semana que no hablabamos, yo no podía más viste, entonces el domingo siguiente yo me comía las paredes y como el baño de mi viejo perdía, dije voy a arreglar el baño. pero tenía que buscar la caja de herramientas que estaba en el taller. asique voy al taller, sin avisarle porque bueno, no iba a entrar a la casa, solo al taller. y no sabés.
(no quiero saberrrrrr)
b.- qué.
m.- estoy ahí, saliendo con la caja de herramientas y se me da para mirar para arriba, al ventanal de mi casa. y veo a un gordo tomando el desayuno en calzones. en mi casa, entendés.
b.- horrible.
(no vamos a cojer, ¿no?)
m.- un gordo horrible encima. o sea, la mina lo mete en nuestra casa, a la semana ya tenía un reemplazo.
b.- lo debía tener de antes.
(uh, ¿lo dije en voz alta?)
m.- me hubiese dado cuenta.
b.- bueno.
m.- ¿vos sabés lo que es ver eso? ¿lo horrible?
b.- si, si. te entiendo.
m.- por eso te digo.
b.- ¿qué?
m.- nada, eso. que ahora yo no me voy a poder enamorar nunca más. voy a viajar por el mundo.
b.- bueno, es un poco extremo eso.
m.- si la persona que mas quise, le di todo.
b.- bueno, eran chicos también
(al menos el gordo cojió. digo, no)
m.- ¿la estás defendiendo?
b.- noooooo
(yo solo quería cojer)
m.- no se belén, no me parece.
b.- ¿no te parece que?
m.- lo que me hizo.
b.- y no, no estuvo bien.
m.- no.
el silencio se adueñó de ambos. yo cerré los ojos fuerte, consciente plenamente de que el daño era irreparable.
los abrí y miré el reloj. 4.50 am.
m.- ¿todo bien?
b.- si si, ¿por?
m.- no, parece que estás enojada.
b.- no no, estoy un poco cansada, mirá la hora.
m.- ah si... podríamos dormir.
b.- si... yo me voy a ir a dormir si no te jode.
m.- ahh
b.- ¿te abro?
m.- bueno, bueno.
matías se puso la campera y agarró un pedazo de pizza.
caminamos hasta la puerta en silencio.
le abrí, se agachó y me dió otro besito.
cerré la puerta y me quise morir.
de verdad.