mi psicologa me genera incomodidad.
ya el hecho en si de ir a una, ¿no?. pequeño lujo burgués el del psicoanalizado. me genera culpa de clase. yo, cuyos problemas son ínfimos en relación a los de otros, estoy acá porque no me banco mi existencia y no puedo con mi vida. me rio para no llorar y lo menciono todo el tiempo como forma de expiación.
sin embargo, hay tres momentos en la vida de mi psicologa y yo que me molestan sobremanera.
a) el momento en que llego. baja a buscarme, subimos en silencio por el ascensor. siempre que voy caminando a su encuentro barajo distintos temas de conversación que podriamos utilizar pero siempre caigo en la misma y pelotuda expresión:
- está lindo el día ¿no?
b) el del inicio de la sesión. tiene la mala costumbre de sentarse y mirarme. pese a que a medida que subimos por el ascensor repaso posibles cuestiones con las cuales iniciar la charla, nunca recuerdo ninguno cuando me siento. suelo sonreir y decirle:
- bueno... emmm... (risita nerviosa)
(posta, debe pensar que tengo un ligero retraso cerebral).
c) el momento en que me voy. ya de por si me resulta violento el corte (o ver como hace malabares para intentar ponerle un punto y a parte de forma elegante a la cuestión porque se terminó el tiempo) sino que dado mi historial (lloro con las propagandas de telefonía, o sea que imaginense lo que soy) termino en un estado calamitoso. el momento pos sesión que implica el viaje acompañada por el ascensor llega a ribetes ridiculos. como lo único que suelo hacer es pasarme la mano por la jeta para secarme las lágrimas, la que se siente incómoda es ella. la última vez hablamos sobre marca de desodorantes (true history).
ya el hecho en si de ir a una, ¿no?. pequeño lujo burgués el del psicoanalizado. me genera culpa de clase. yo, cuyos problemas son ínfimos en relación a los de otros, estoy acá porque no me banco mi existencia y no puedo con mi vida. me rio para no llorar y lo menciono todo el tiempo como forma de expiación.
sin embargo, hay tres momentos en la vida de mi psicologa y yo que me molestan sobremanera.
a) el momento en que llego. baja a buscarme, subimos en silencio por el ascensor. siempre que voy caminando a su encuentro barajo distintos temas de conversación que podriamos utilizar pero siempre caigo en la misma y pelotuda expresión:
- está lindo el día ¿no?
b) el del inicio de la sesión. tiene la mala costumbre de sentarse y mirarme. pese a que a medida que subimos por el ascensor repaso posibles cuestiones con las cuales iniciar la charla, nunca recuerdo ninguno cuando me siento. suelo sonreir y decirle:
- bueno... emmm... (risita nerviosa)
(posta, debe pensar que tengo un ligero retraso cerebral).
c) el momento en que me voy. ya de por si me resulta violento el corte (o ver como hace malabares para intentar ponerle un punto y a parte de forma elegante a la cuestión porque se terminó el tiempo) sino que dado mi historial (lloro con las propagandas de telefonía, o sea que imaginense lo que soy) termino en un estado calamitoso. el momento pos sesión que implica el viaje acompañada por el ascensor llega a ribetes ridiculos. como lo único que suelo hacer es pasarme la mano por la jeta para secarme las lágrimas, la que se siente incómoda es ella. la última vez hablamos sobre marca de desodorantes (true history).
jajajajaja me das razones para aplazar de nuevo mi inciio de terapia.
ResponderEliminarme das razones para iniciar terapia.
ResponderEliminaruf,debe ser grave lo mío,je.
Pero cuál es el problem...
ResponderEliminarllevo pensando q debo ir al psicologo... siento q lo necesito terriblemente pero no me animo, tengo el miedo de enterarme que ni un profesional en el ámbito puede ayudarme y me abstengo.
Espero y que la fecha te haya servido tu terapia.