mis padres fueron radicales, yo soy peronista, lo de progre vino por default. no entiendo lo de guardar secretos y siempre lloro en todas las sesiones con mi analista así siento que no desperdicio 700 pé. mi último gran descubrimiento es que soy una discapacitada vincular. lo específico nunca fue mi fuerte, amo odiarme y te juro que soy mejor con la cara en movimiento.

la unica diferencia entre la realidad y la ficción es que la ficción debe ser verosímil .- mark twain

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dijo de belén el caricaturista historiador bobrow: "el idiolecto de la autora de este blog asume todos los tópicos culturales más políticamente incorrectos de occidente sin por ello asumir su carga ideológica".

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sábado, 21 de julio de 2018

la fatalidad de la angustia

ayer tuve un día fatal.
me gusta escribir fatal, por toda la fatalidad que la palabra conlleva, que le da niveles de melodramas dantescos al que nunca podría llegar con las palabras ¨malo¨ u ¨horrible¨.
aparentaba normalidad. estoy de vacaciones y por lo tanto con (mucho más) tiempo libre que el habitual. me levanté, fui a gimnasia (levantar el culo, uno de mis mantras), volví y tenía en casa una visita inesperada.

si bien manejé la situación lo mejor que pude (intenté no llorar ni desesperarme) ni bien cerré la puerta se me vino el mundo literalmente abajo.
si no me conociera y no hubiese convivido conmigo misma en otros momentos de mi vida lo hubiese llamado ataque de pánico.
la respiración se me aceleró, la angustia me ganó la garganta y las lágrimas me empezaron a caer a borbotones.
la sensación de soledad inmensa que me ataca cada tanto se apoderó de todo, y me empezaron a temblar las piernas. apoyé mi espalda contra la puerta y me deslicé, lentamente hasta el piso. puse mi cabeza entre las rodillas, como hacía hace muchos años cuando la tristeza me devoraba: aprisionar la cabeza entre mis piernas me hacía sentir que el mundo ya no giraba hacia abajo indefectiblemente. que algo me sostenía físicamente, aunque fuese mi mismo cuerpo.

me quedé ahí sentada mucho tiempo, tratando de volver a respirar con tranquilidad. lentamente volví a tomar el control y me tranquilicé.

a veces me sorprendo de la debilidad extrema que me invade de pronto, que me pega con la mano abierta un cachetazo descolocandome totalmente de una cotidianeidad inexorablemente controlada.
me pregunto si nos pasa a todos o si hay algo de desequilibrio propio que me gana no tan azarosamente cada cierta cantidad de tiempo y me hace desconocer las cosas que puedo llegar a sentir con tanta intensidad. la sensación espeluznante de perder el control de tu propio cuerpo. de no entender que es lo que genera reacciones inesperadas. un inconciente oculto que cada tanto aparece para recordarme que no tengo ni puta idea de quién soy y de qué carajo me pasa.

la señora bisman decía que hay mucha obscuridá alrededor. y yo pensaba que si, que claro, pero que ni te cuento toda la que hay acá adentro.

abro y cierro los ojos en un ejercicio infantil que me lleva a lugares mejores. si abro hay luz y formas, si cierro hay resplandores de lo que vi recién, si aprieto y nunca vuelvo a abrir, ¿el resplandor se apaga alguna vez?

inés me preguntaba por el deseo la última sesión y yo pensaba que últimamente ese deseo siempre arrinconado por mandatos sociales y deberes ser que nunca estaba muy delineado ahora empezaba a vislumbrarse tímidamente.
¿sabías que la angustia tiene una función anticipatoria y defensiva al deseo? dijo inés.
me sonreí, como siempre que aparece la teoría psicoanalítica en las sesiones.
la angustia como una tensión libidinal acumulada y no descargada, le recité rapidito.
inés se quedó callada.
no sabés las ganas que tengo últimamente de cojer. 
el silencio se mantuvo, imperturbable.

10 comentarios:

  1. Contanos de esa visita inesperada que te angustió tanto, no nos dejes así.
    Me intriga saber si durante tu noviazgo dejaste a Inés y ahora retomaste, o si seguiste.
    Muchas ganas de cojer = muchas historias en este blog, brindo por eso.
    Un cordial saludo.

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    Respuestas
    1. obvio que si. arriba tenés mi face y me instagram. espero que estés super bueno.

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  3. A todos nos pasa supongo... o espero. Esa fragilidad que no sabés de dónde viene y que te descoloca. Es horrible. No hay que pasarla sola :)

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  4. Que bueno que volviste a escribir.
    Chau
    Brian.

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