siempre me costó crecer.
tal vez porque era una forma de alejarme de la que era cuando estabas vos.
dejar de ser la nena que criaste, la mujer semi adulta que dejaste sin avisar. no me voy a morirme, me dijiste. y yo te creí, como siempre. ¿por qué no creerte? si siempre estabas ahí, para mi. te dejé irte de casa, sin mi. me quedé acá sola, sin vos.
te dejé irte porque te creí. te juro que te creí. lo que es la negación, desde su perspectiva tapar el sol con la mano basta. si no lo veo no está, no existe, no es.
no quisiste que nos despidamos.
yo acaté, todo. inconcientemente pensaba que si te hacía caso, si me portaba bien, todo iria bien.
te salude con la mano desde la vereda. no sonreiste, estabas enojada porque yo me enoje, porque no queria que te fueras. no quería que te mueras.
siempre mi reducto, último, fue enojarme. estaba enojada con vos porque me estabas dejando sin decirmelo, y no lo sabía. te dolía verme, o que yo te viese así. o no se.
nunca supe que era lo que te dolía porque nunca me lo dijiste.
nunca me hablaste de que pasaría si pasase lo que vos sabias que iba a pasar.
por primera vez no me diste instrucciones.
vos no hablabas casi. yo no se hacer otra cosa.
hablo y hablo y vuelvo a hablar.
hablo al pedo.
ya no me quiero lastimar.
me olvido de todo para tratar de alivianar el peso sobre mi cabeza.
pero seguís tan presente que aunque te borronee para intentar sobrevivir
estas acá enredada en mi garganta.
te siento en mis manos, que son identicas.
sonreís en mis comisuras
aparecés en mis miedos
y ya no me acuerdo de tu voz, de la forma en que te peinabas el flequillo ni del color con que te pintabas las uñas.
sin embargo todo lo bueno, todo lo lindo, todo
sos vos.
tu presencia es enorme
tu amor está tan vivo
que me emociona tu capacidad de trascender
y me lastima sentir que todo mi amor, todo lo que podría darte ahora, que es tanto más que antes, se queda acá atragantado.
y otra vez, una más
soy yo, recibiendo
todo lo que me das.
tal vez porque era una forma de alejarme de la que era cuando estabas vos.
dejar de ser la nena que criaste, la mujer semi adulta que dejaste sin avisar. no me voy a morirme, me dijiste. y yo te creí, como siempre. ¿por qué no creerte? si siempre estabas ahí, para mi. te dejé irte de casa, sin mi. me quedé acá sola, sin vos.
te dejé irte porque te creí. te juro que te creí. lo que es la negación, desde su perspectiva tapar el sol con la mano basta. si no lo veo no está, no existe, no es.
no quisiste que nos despidamos.
yo acaté, todo. inconcientemente pensaba que si te hacía caso, si me portaba bien, todo iria bien.
te salude con la mano desde la vereda. no sonreiste, estabas enojada porque yo me enoje, porque no queria que te fueras. no quería que te mueras.
siempre mi reducto, último, fue enojarme. estaba enojada con vos porque me estabas dejando sin decirmelo, y no lo sabía. te dolía verme, o que yo te viese así. o no se.
nunca supe que era lo que te dolía porque nunca me lo dijiste.
nunca me hablaste de que pasaría si pasase lo que vos sabias que iba a pasar.
por primera vez no me diste instrucciones.
vos no hablabas casi. yo no se hacer otra cosa.
hablo y hablo y vuelvo a hablar.
hablo al pedo.
ya no me quiero lastimar.
me olvido de todo para tratar de alivianar el peso sobre mi cabeza.
pero seguís tan presente que aunque te borronee para intentar sobrevivir
estas acá enredada en mi garganta.
te siento en mis manos, que son identicas.
sonreís en mis comisuras
aparecés en mis miedos
y ya no me acuerdo de tu voz, de la forma en que te peinabas el flequillo ni del color con que te pintabas las uñas.
sin embargo todo lo bueno, todo lo lindo, todo
sos vos.
tu presencia es enorme
tu amor está tan vivo
que me emociona tu capacidad de trascender
y me lastima sentir que todo mi amor, todo lo que podría darte ahora, que es tanto más que antes, se queda acá atragantado.
y otra vez, una más
soy yo, recibiendo
todo lo que me das.
tengo bien abierto el corazón
pero ahora,
qué importa.