tenia que traer el mate, las tostadas, la mermelada y la pava. el espacio a recorrer era de la cocina a la silla del escritorio y me separaban algo asi como 15 pasos (no exagero).
sin embargo soy de esas que siempre quieren llevar todo en un solo viaje. ¿tenés a ese tipo de gente? bueno, eso.
bajo la axila acomodé la pava electrica; en una mano el plato con las tostadas preparadas y la cuchara (bailando encima del plato) en la otra la mermelada (por si tenía que ponerle MÁS mermelada, en mis tostadas la mermelada nunca es suficiente) y el mate (tengan en cuenta que mis manos, ademas, son minimas chicos. calzo 34, imaginense). yo no soy tonta, no soy inconciente, ¿eh?. lo peor es eso, que lo pienso. pienso que se me va a caer todo y voy a mandarme cualquiera, pero eso no me frena, me impulsa, lo hago igual. ESTA VEZ VA A SER DIFERENTE, pienso; en las pelotudeces soy una optimista del gol, siempre lo fui, una entusiasta de la vida que le cree al gil de diego torres y canta color esperanza. asique sigo, doy un paso, dos. todo controlado. tres cuatro. todo equilibrado, nada puede malir sal. cinco seis siete. ocho, nueve, diez, nada se cayó, todavía es posible. podria dejar alguna de las cosas sobre la mesa de camino al escritorio para evitar conflictos. lo pienso, otra vez la conciencia conciente, pero no, no lo hago, sino después tendría que hacer cinco pasos para ir y cinco para volver del escritorio a la mesa, terrible. lo peor ya paso, me digo, mentalmente, son solo 5 pasos y ya está, vos podés. siento que el mate comienza a inclinarse hacia abajo y no puedo acomodarlo, se empieza a semi resbalar. es ahí que me pongo nerviosa, quiero hacerlo mas rapido, llegar a la meta, estiro la mano y ya estoy, y ahi, es ahi, ahi ocurre. se resbala el mate entre mis dedos. mate servido, por supuesto, y con agua hirviendo, porque soy macha y me gusta el mate caliente porque lo mio es la aderenalina. el mate se vuelca primero en mi mano, luego en mi buzo y luego se estrella en el piso haciendo un desastre. del plato que sostengo en la otra mano caen las 4 tostadas con mermelada (boca abajo, ovbiamente) al piso y, para finalizar, cae la cuchara que se ocupa de rebotar tres veces haciendo estruendo de 15 platos rotos.
me estiro para dejar lo que todavia tengo en las manos sobre el escritorio y contemplo el desastre.
limpiar el quilombo me lleva mucho mas tiempo que los 30 pasos que me ahorraba si hacia las cosas bien desde un principio.
no se por qué soy así, les juro.
tengo problemas.
sin embargo soy de esas que siempre quieren llevar todo en un solo viaje. ¿tenés a ese tipo de gente? bueno, eso.
bajo la axila acomodé la pava electrica; en una mano el plato con las tostadas preparadas y la cuchara (bailando encima del plato) en la otra la mermelada (por si tenía que ponerle MÁS mermelada, en mis tostadas la mermelada nunca es suficiente) y el mate (tengan en cuenta que mis manos, ademas, son minimas chicos. calzo 34, imaginense). yo no soy tonta, no soy inconciente, ¿eh?. lo peor es eso, que lo pienso. pienso que se me va a caer todo y voy a mandarme cualquiera, pero eso no me frena, me impulsa, lo hago igual. ESTA VEZ VA A SER DIFERENTE, pienso; en las pelotudeces soy una optimista del gol, siempre lo fui, una entusiasta de la vida que le cree al gil de diego torres y canta color esperanza. asique sigo, doy un paso, dos. todo controlado. tres cuatro. todo equilibrado, nada puede malir sal. cinco seis siete. ocho, nueve, diez, nada se cayó, todavía es posible. podria dejar alguna de las cosas sobre la mesa de camino al escritorio para evitar conflictos. lo pienso, otra vez la conciencia conciente, pero no, no lo hago, sino después tendría que hacer cinco pasos para ir y cinco para volver del escritorio a la mesa, terrible. lo peor ya paso, me digo, mentalmente, son solo 5 pasos y ya está, vos podés. siento que el mate comienza a inclinarse hacia abajo y no puedo acomodarlo, se empieza a semi resbalar. es ahí que me pongo nerviosa, quiero hacerlo mas rapido, llegar a la meta, estiro la mano y ya estoy, y ahi, es ahi, ahi ocurre. se resbala el mate entre mis dedos. mate servido, por supuesto, y con agua hirviendo, porque soy macha y me gusta el mate caliente porque lo mio es la aderenalina. el mate se vuelca primero en mi mano, luego en mi buzo y luego se estrella en el piso haciendo un desastre. del plato que sostengo en la otra mano caen las 4 tostadas con mermelada (boca abajo, ovbiamente) al piso y, para finalizar, cae la cuchara que se ocupa de rebotar tres veces haciendo estruendo de 15 platos rotos.
me estiro para dejar lo que todavia tengo en las manos sobre el escritorio y contemplo el desastre.
limpiar el quilombo me lleva mucho mas tiempo que los 30 pasos que me ahorraba si hacia las cosas bien desde un principio.
no se por qué soy así, les juro.
tengo problemas.
Vivo con "ese tipo de gente" pero estoy enamorada de la mirada que acompaña esos 15 pasos del misterio, la ilusión y el optimismo...pero sobrevive bastante a las frustración del desparramo eh, así que ambos tenemos todos los días una nueva (mini) victoria que festejar, con mate, obvio.
ResponderEliminarEl mes pasado rompí dos vasos de vidrio en dos semanas, te acompaño en el sentimiento. El segundo fue horrible porque picó varias veces contra el suelo y ya parecía que zafaba, pero no. Mi conclusión fue que tengo que tomar más del pico.
ResponderEliminarse sopla y se come
ResponderEliminarel coso este es muy dificil de armar medio en pedo
será de virginiana nomas, q sos?! yo lo hago todo el tiempo... d virginiana q soy!!! omnipotencia a full! perfeccionismo, a mi no se me cae nada...jejeje
ResponderEliminarayer, cunado llegue del laburo, preparé el mate, me dispuse a caminar a la mesa con pava, mate, plato con torta, repasador para poner abajo, posa pava.... me acorde de vos!!!! y me dije "MMMMMM... MEJOR NO"... y no lo hice... no me resulto cómodo ni eficaz... creo que podria haber llevado todo de un viaje...
ResponderEliminarla proxima, mejor, no me acuerdo de vos...
besos lilu (que apodo choto!!!)... adío...
Las tostadas siempre caen boca abajo, es ley.
ResponderEliminarVas a terminar la historia del italiano?
encima quemarse con agua caliente nena, NENA! A mi vieja la han tenido que casi hospitalizar por quemaduras así.
ResponderEliminarIgual...
yo también soy así :facepalm: así que no puedo bardear.
Me podría haber pasado, pero sólo si esos fueran los últimos 4 panes
ResponderEliminaryo suelo hacer mucho ese tipo de cosas, a razón que, de lo contrario, "pierdo tiempo". mi psicóloga le dice a eso ansiedad, y yo le digo tenés razón conchuda.
ResponderEliminarla tipografía nueva es fea.