claramente la tontería esta del positivismo (de ser optimista, no de creer que el único conocimiento auténtico es el basado en el método científico) no es lo mio.
cuestión que nada, estaba mi psicologa, inés, en esta cosa de decirme: bueno ailén, basta de dar vueltas y decir que no, basta de encerrarte. empezá a decir que si. decís que si, salís, ves que tal y si no te gusta te vas y ya está, listo, no pasó nada.
para serles sincera, esto del si compulsivo no me emocionaba demasiado. a aquellas personas que tenemos el no facil (es un negoción, te quedás en tu casa segura de no pasarla mal ni aburrirte, ya que la pasas fantástico con vos misma) el si nos aterroriza. ¿y si no le gusto? ¿y si tiene 27 años y todavía vive con la madre? ¿y si es narigon? ¿y si colecciona soldaditos? ¿y si tiene un arito en la nariz? ¿y si le falta un brazo?.
pero como soy obediente (a veces) luego de esa sesión y a la primera invitación que me hicieron accedí.
el pelotudo en cuestión (pongamosle z.) habia ido al frente, y eso me gustó. aunque me descolocan un poco, creo que está bueno cuando los tipos encaran de una. me mandó un msj privado diciendome que habia visto unas fotos mias y que quería conocerme. como teníamos una amiga en común en el face, hice las averiguaciones pertinentes antes de contestar. la rta fue no negativa (me puse cobosiana de pronto). j.- me dijo: siiii nena, está re bueno, dale para adelante.
para no aburrirlos (más) con detalles pelotudos, sintéticamente lo que pasó fue que charlamos un par de veces y me dijo de salir. le propuse ir al cine. pese a las críticas de mis amigas (parece ser que el cine en la primera cita es una pésima decisión) yo, orgullosa de mi misma, no me apichoné. era un sí de primera, era una victoria personal.
me preparé; pasé una hora arreglandome (yo, la que suele atender a sus “citas” en “pijama” – un joggin y una remera vieja). el chico estaba bueno, yo iba con buena onda, nada podía salir mal.
ese día aprendí que ser positiva e ir contra nuestra propia genética tiene pésimos resultados.
llegué al cine casi en horario (tengo problemas con la puntualidad). él me estaba esperando. le sonreí con todos mis dientes y hoyuelos (que ya es decir mucho) y z. apenas hizo un semi mueca con sus labios. desalentada, noté que no se había peinado para la ocasión (¿que clase de persona no se peina para la primera salida?), casi casi que en la jeta tenía las marcas de la almohada.
dispuesta a no dejarme vencer tan rápido (si había decidido ser positiva, lo sería hasta el final), le dije que entraramos a comprar las entradas. las compré yo con la tarjeta, porque tenía un 2x1. ambas me salieron $39. el pelotudo, muy seguro de si mismo, me devolvió $15. lo miré semi costernada. volví a contar en mi cabeza, para asegurarme. lo volví a mirar. z.-, con las manos en los bolsillos y como si nada hubiese pasado, me dice: ¿vamos a dar una vuelta?.
intentando relajar los músculos de mi cara (todo bien que no me invites vos en la primera cita, aguante el feminismo y toda la bola, pero... ¿que yo te pague parte de tu entrada? ¿posta?) le dije que si, mientras intentaba convencerme de que tal vez no se había dado cuenta.
estabamos en una zona super céntrica y eran las 5pm de un día de semana. yo y mi fobia (que siempre andamos juntas) detestamos caminar por buenos aires, y mucho más durante horario pico. parece que a z.- no le molestaba, y se dedicó a dar grandes zancadas y a zigzaguear entre la gente. yo, detrás, casi trotando, no podía creer lo que me estaba pasando. fue allí donde empezó con su monologo; comenzó a hablar de si mismo y no paró. te juro que está todo bien con la gente que habla de si misma (yo soy una de ellas) pero SIEMPRE Y CUANDO seas una persona medianamente interesante. estaba tan embolada (y tan atrás debido a que no le podía seguir el ritmo de caminata) que escuché solo 1/3 de lo que dijo. no solo no se había peinado, sino que tampoco sabía sonreir y era la persona mas apática que conocí en mi vida. todo eso, sin embargo, podría haberselo perdonado. pero que hablara para dentro como mi padre era demasiado. a mis tímidos pero constantes: ¿cómo? no te escuché... respondía con el mismo tono monocorde.
en algún momento de la carrera con obstáculos le dije que ya era tarde, que teníamos que volver para ver la peli.
volvimos. llegamos al cine. nos sentamos. vimos la pelicula. nos paramos. salimos del cine.
*momento incómodo seguido de un silencio*
yo: eh... bueno, che, yo me voy.
z.-: ah,bueno. chau.
yo: ...
z.-: …
yo: chau.
z.-: perá, te acompaño a tu casa, estabas cerca ¿no?
yo, un poco más tranquila (tras comprobar que no había pasado parte de mi preciosa tarde con un zombi), le semi sonreí mientras pensaba: bueno, capaz que es tímido, al menos una bien.
caminamos dos cuadras. DOS CUADRAS. de pronto se para en seco y me dice: bueno, me quedo acá. esta es mi parada.
yo: ...
el: ...
yo: chau
el: chau.
claramente las buenas ondas y la postura positiva/activa no son lo mio.
el score final fue claro: belén 1 - inés 0.**
*los administradores de este blog esperamos (de forma no optimista, claro esta), que el último pelotudo del 2011 tenga a bien ser el último pelotudo por siempre hamás y que este nuevo año 2012 nos permita empezar una nueva vida (o proseguir la vieja pero de una forma tanto menos peor).
**okey, creo que lo de la terapia no se me da del todo bien.
Me pasaba lo mismo en esa relación tan extraña entre la psicóloga y yo.
ResponderEliminarY en cuanto al pelotudo, hay que seguir los presentimientos, cuando algo dice "no" definitivamente es porque no :P
JJAJAJAJAJJAJAJAJAJ un pelotudo matriculado.
ResponderEliminarjjajajaaja
ResponderEliminarese pelotudo no es más pelotudo porque no puedeeee
jajajajaja
Pará, pará
ResponderEliminarTuve una experiencia casi calcada en un cine con un pibe así como describís: totalmente falto de habilidades sociales
Sumo su insistencia por tocarme las gomas y que a mitad de la peli me preguntó mi nombre siendo que habíamos charlado previamente vía FB
Sweet