la semana pasada fuimos con unos amigos a un congreso de historia en mendoza. en el hostel, dormiamos en camas cuchetas.
todas las noches, antes de caer agotada despues de haberme pasado horas dando vueltas o caminando, mis ojos se posaban sobre el elástico de la cama cucheta de arriba y releían, como un mantra:
chester was here - agoust 2003
es curiosa esa ansiedad de los seres humanos por sentirse existentes. en general la gente no palpa su vida, salvo que esté solo. la convivencia con uno mismo en soledad no permite distraerse. cuando uno vive con otros, tiene la ilusión que es parte infaltable de esos otros que lo acompañan. que es indispensable. la soledad te planta cara a cara la verdad verdadera: nadie es indispensable para nadie. realidad que te roza de cerca cuando se muere un padre, un hijo, cuando te deja tu primer novio y te das cuenta que sigue viviendo sin vos pese a que durante 5 años compartieron todo juntos. los otros son circunstancias externas. algunas duran mas, otras menos. en la práctica, estamos solos. somos uno, y esa ilusión de ser dos, o mas, es solo óptica. la distancia, la muerte, las peleas, la vida, las decisiones nos alejan de los otros. nuestra vida es nuestra eleccion, somos lo que pudimos hacer de nosotros luego de lo que hicieron con nosotros nuestros padres, y así vamos, a la deriva, buscando encontrarnos sumergidos en desencuentros. cada tanto una pequeña lucecita se enciende y la calidez nos inunda, pero suele pasar mas temprano que tarde. elegimos un compañero de ruta, a veces por enamoramiento, otras por amor, otras por resignacion. mejor compartir una existencia mediocre que adolecer de soledades decididas, pensamos, y soportamos a un otro con el que peleamos por que el peso del tiempo no nos termine por odiar. un día dejamos de soportar sus chistes, su aliento, ese diente chueco y esas bermudas que usa todo el tiempo. antes todo eso estaba ahí pero de pronto todo se vuelve mas patente, mas real, mas certero. nos da asco el de al lado, despues de tantos años, de tanto compartido, de tanto vivido. ¿como puede ser?. duele enterarse que no eras uno, eran dos. yo aprendí que no era indispensable cuando se quebró mi primer amor, tan joven, tan ingenuo, tan sano, tan nuevo. nada de lo que vendría se parecería porque de pronto ya estas marcado. ya entendiste que podes vivir sin la otra persona, que el mundo sigue girando sin el otro y que tus sentidos, tu sexo, tu mente, seguirá funcionando mientras se aleja de tu historia con el otro, esa que parecía tan nítida y atemporal. pronto para el otro ya no serás nada. tal vez un recuerdo que haga sonreir, si hay suerte.
si miro para atrás y veo a toda la gente que fue desapareciendo en mi camino, que fui dejando atrás, se me estruja un poco algo y no puedo evitar pensar que tendríamos que poder dejar escrito en la piel del otro lo que chester dejó escrito en la cama cucheta perdida en mendoza.
belén was here.
y así, tatuados de tanto afecto que pasó por nuestras vidas, recordar que nuestra existencia, pese a estar signada por la soledad, estuvo repleta de cariños perdidos que alguna vez pensamos indispensables.
todas las noches, antes de caer agotada despues de haberme pasado horas dando vueltas o caminando, mis ojos se posaban sobre el elástico de la cama cucheta de arriba y releían, como un mantra:
chester was here - agoust 2003
es curiosa esa ansiedad de los seres humanos por sentirse existentes. en general la gente no palpa su vida, salvo que esté solo. la convivencia con uno mismo en soledad no permite distraerse. cuando uno vive con otros, tiene la ilusión que es parte infaltable de esos otros que lo acompañan. que es indispensable. la soledad te planta cara a cara la verdad verdadera: nadie es indispensable para nadie. realidad que te roza de cerca cuando se muere un padre, un hijo, cuando te deja tu primer novio y te das cuenta que sigue viviendo sin vos pese a que durante 5 años compartieron todo juntos. los otros son circunstancias externas. algunas duran mas, otras menos. en la práctica, estamos solos. somos uno, y esa ilusión de ser dos, o mas, es solo óptica. la distancia, la muerte, las peleas, la vida, las decisiones nos alejan de los otros. nuestra vida es nuestra eleccion, somos lo que pudimos hacer de nosotros luego de lo que hicieron con nosotros nuestros padres, y así vamos, a la deriva, buscando encontrarnos sumergidos en desencuentros. cada tanto una pequeña lucecita se enciende y la calidez nos inunda, pero suele pasar mas temprano que tarde. elegimos un compañero de ruta, a veces por enamoramiento, otras por amor, otras por resignacion. mejor compartir una existencia mediocre que adolecer de soledades decididas, pensamos, y soportamos a un otro con el que peleamos por que el peso del tiempo no nos termine por odiar. un día dejamos de soportar sus chistes, su aliento, ese diente chueco y esas bermudas que usa todo el tiempo. antes todo eso estaba ahí pero de pronto todo se vuelve mas patente, mas real, mas certero. nos da asco el de al lado, despues de tantos años, de tanto compartido, de tanto vivido. ¿como puede ser?. duele enterarse que no eras uno, eran dos. yo aprendí que no era indispensable cuando se quebró mi primer amor, tan joven, tan ingenuo, tan sano, tan nuevo. nada de lo que vendría se parecería porque de pronto ya estas marcado. ya entendiste que podes vivir sin la otra persona, que el mundo sigue girando sin el otro y que tus sentidos, tu sexo, tu mente, seguirá funcionando mientras se aleja de tu historia con el otro, esa que parecía tan nítida y atemporal. pronto para el otro ya no serás nada. tal vez un recuerdo que haga sonreir, si hay suerte.
si miro para atrás y veo a toda la gente que fue desapareciendo en mi camino, que fui dejando atrás, se me estruja un poco algo y no puedo evitar pensar que tendríamos que poder dejar escrito en la piel del otro lo que chester dejó escrito en la cama cucheta perdida en mendoza.
belén was here.
y así, tatuados de tanto afecto que pasó por nuestras vidas, recordar que nuestra existencia, pese a estar signada por la soledad, estuvo repleta de cariños perdidos que alguna vez pensamos indispensables.
Te la comento toda...
ResponderEliminarTal cual, tan absurdos somos, creernos o creerlos indispensables? Mis polainas (?)
Te banco, me ha pasado,.
Yo creo que cada uno lleva su tatuaje interno. En el olor de una comida, en una foto vieja, en un pequeño recuerdo. Nadie es indispensable. Lo sabemos, lo sabés. Pero vos estás "tatuada", porque sino, no podrías haber escrito esto. Tenés mucha desolación para alguien tan joven, Belén. Trató de remontar el futuro. El pasado, ya fue. Un beso.
ResponderEliminarsi mis tatuajes hablaran...
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con Silvia.
ResponderEliminarAl final nos encontraremos en el infierno, porque en el fondo sos un poco como yo.
ResponderEliminarBelén, me encanta lo que escribís y la claridad con la cual lo expresás todo (no por nada te gusta tanto la comunicación, no?). Sin embargo noto en tus escritos una ansiedad tremenda por marcar a un otro, un "x" otro.
ResponderEliminarEste texto está genial, pero le falta aceptar que somos seres individuales! Aceptarlo, disfrutarlo, masticarlo!
La marca que uno deje en el otro, ya fue. Lo importante es la marca que le queda a uno, la cicatriz, el tatuaje, el recuerdo, la enseñanza ó [inserte aquí la figura retórica que le plazca].
Coincido totalmente en ése momento terrible después del primer amor donde te das cuenta de que el otro pudo seguir sin vos, pero eso también te deja una enseñanza: Vos también pudiste seguir sin el otro, no se terminó tu vida ahí.
Los actos más importantes de la vida son en solitario (nacer y morir), por más compañías que tengamos en la unión de esos dos puntos.
La vida es nuestra, únicamente nuestra, de cada uno de nosotros. Nunca vamos a poder ser uno con el otro, sólo seremos dos sumando dos individualidades. Y eso también es maravilloso! :)
Que importe menos el graffitti que le dejamos al otro, y que pesemos más la enseñanza que nos dejaron todos los que estuvieron a nuestro lado. En qué ayudaron a mejorar nuestra individualidad!
no habrás cojido pero estuviste en la mesa 69 :)
ResponderEliminarEstoy muy de acuerdo con Marúz. Para las mujeres otro acto en solitario es parir, aparte de nacer y morir. Ahí estamos solas! Apoyo total al párrafo "que importe menos el graffitti..." hasta el final. Muy sabia Marúz. Belén: no te pongas celosa! (se que te vas a poner...) Ah! Escribí mal mi comentario! Puse "trató" en vez de "tratá". Yo también soy una perseguida...como vos.
ResponderEliminarMuy lindo.
ResponderEliminarSalud
Wulmaro Perez
Me matan los comentarios largos.
ResponderEliminarJodido lo del primer amor, puro y feliz, irrepetible y todo eso.
Con lo de los tatuajes me acordé una asquerosidad que leí "Ese culo no miente, ahí hubo gente"