adquirí a domingo hace un par de meses.
era algo que venía pensando hace un tiempo, cansada de mis itinerarios conurbanenses (avellaneda, jose c paz, florencio varela). finalmente adquirí un auto en el peor momento del macrismo (así soy yo, siempre tomando decisiones importantes en momentos perfectos). me endeudé con mi padre y mi tía, puse la guita que había logrado ahorrar durante el kirchnerismo y domingo se incorporó a mi vida.
jamás había manejado en capital federal o gran buenos aires. mi ex tenía auto pero nunca me lo quiso prestar (pues forro, por supuesto), por lo que el primer viaje que hice implicó mucha transpiración y sufrimiento. tampoco había manejado nunca en autopista o ruta, pero me largué. si hay algo que se puede decir de belén (entre todo lo malo) es que el miedo nunca fue una de mis cualidades. tengo que hacer algo y lo hago, sin pensarlo, como salga.
mis problemas en realidad no devienen del accionar (no me pongo nerviosa cuando tengo que hacer las cosas) sino de pensar en hacerlas. puedo darte un beso sin problemas, dar un exámen sin nervios, largarme a una ruta sin experiencia con tranquilidad. ahora, si comienzo a fantasear con eso en mi casa, segura y tapada con una frazada, las cosas comienzan a parecerme monstruosamente imposibles y termino decidiendo quedarme abajo de mi cama para siempre.
acción y reacción son mi fuerte.
el problema es cuando las elucubraciones comienzan a apoderarse de todo.
---
tengo un (mal) presentimiento desde que domingo apareció en mi vida.
me pasa cada vez que voy a buscarlo a la calle donde lo deje estacionado: pienso que no está, que desapareció, que alguien se lo llevó.
la sensación continua y molesta de que algo va a salir mal.
si lo encuentro en su lugar, lo miro atrás y adelante, buscando no se bien qué. saber si alguien se robó el guardabarros, si no rompieron el parabrisas, ni idea.
el finde habíamos quedado juntarnos a almorzar con unas amigas. caminé por aranguren con la sensación de que solo encontraría un hueco donde había dejado a domingo. la primer cuadra no estaba y el corazón me empezó a latir fuerte, ¿se lo habrían robado?. caminé una cuadra más y lo vislumbré, ahí estaba. me acerqué y metí la llave, pero no entraba. caminé unos pasos para atrás y miré la patente: empezaba con S, claramente no era domingo.
miré hacia atrás y lo ví, un gris mas oscuro, ese era domingo. caminé hasta él y chequié la patente, empezaba con O, tenía que ser. me aseguré de que el guardabarros estuviese en su lugar y que la llave entrase. todo ok.
aliviada me senté y prendí la radio. puse la dirección a la que iba en el waze del celular y quise ponerlo en el soporte dónde suelo ubicar el celular. no estaba.
me quedé unos segundos tildada. miré al piso y alrededor, en el asiento, nada.
pensé que me había subido al auto equivocado y me bajé rapidito a chequear la patente otra vez.
era domingo.
volví a subir sin entender. ¿se habría enganchado en la campera la última vez que bajé? ¿lo había bajado yo sin darme cuenta? ¿cómo podía ser?
miré en el asiento de atrás y encontré cascaras de manies por todos lados. mi cerebro empezó a procesar la información: no estaba el soporte, nadie había comido manies en la parte atrás de mi auto conmigo. me acordé que tenía los lentes en la guantera y la abrí: no estaban.
alguien había estado de fiesta adentro de domingo y se había llevado un par de souvenirs.
me dio un ataque de risa que la información del robo haya tardado tanto en procesarse en mi cerebro y noté que una de las puertas traseras estaba sin traba.
domingo me engaña con otros, pensé.
ese día almorzamos ñoquis.
las fichas se acomodaban.
domingo avisaba.
me encanta encontrarme con señales y no prestarles atención.
-----
me di cuenta que me gusta manejar, me relaja. pienso en mi ex y todo lo que se quejaba cada vez que tenía que manejar a algún lado el pedazo de forro. cualquier cosa le implicaba un esfuerzo atroz, que pelotudo del orto.
al principio escuchaba la radio pero me di cuenta de que me generaba estrés pues macrismo. asique armé un compilado con la mejor música del planeta tierra y la puse en un pendrive que domingo reproduce. los que estuvieron de fiesta en domingo no lo vieron y no se lo llevaron.
manejar distancias largas, entonces, con la mejor música del planeta tierra, me relaja. voy cantando canciones y dedicándosela a gentes diversas.
venía en eso yendo hacia josé c paz por el camino polémico para no pagar los tres millones de peajes que te cobran a precio oro, cuando un camión hecho mierda se me cruzó. frené de pedo y lo recontra putiee, además de tocar bocina porque soy una fundamentalista de dejarle en claro a la gente que es una pelotuda. frené ante un semaforo y el camión hecho mierda se frenó a mi lado pese a que había mucho lugar mas adelante. me dio un poco de miedo, pero ya les dije que ante todo soy la reina de la acción, asique bajé la ventanilla para seguir puteandolo. desde arriba un chico me miraba divertido. el pibe sonrió y juntó sus manos pidiéndome perdón. yo sonreí, pues soy débil ante la gente hermosa, y él me tiró un besito.
subí la ventanilla y encaré un tema de shakira totalmente reanimada. la vida era linda y el mundo me amaba, era claro.
-----
diez minutos después el auto de adelante que había acelerado para pasar un semáforo en amarillo decidió frenar bruscamente.
yo, que mantengo siempre una distancia prudencial, frené atrás sin inconvenientes. estaba feliz, el universo me amaba. el cover de laura no está que estaba tarareando también.
diez segundos después sentí el impacto y mi cabeza dio violentamente contra el volante.
si esta era mi hora de morir, era casi de justicia poética que fuese en el lugar mas horrible de josé c. paz con el único tema exitoso de nek siendo cantado por una banda de gordos mexicanos de fondo. era claro que si mi vida era un transcurrir azaroso de boludeces absurdas, mi muerte no podía ser menos.
Uh. Ahora me quedo con la duda de si moriste o no.
ResponderEliminar¿ya me extrañás?
Eliminar