mis padres fueron radicales, yo soy peronista, lo de progre vino por default. no entiendo lo de guardar secretos y siempre lloro en todas las sesiones con mi analista así siento que no desperdicio 700 pé. mi último gran descubrimiento es que soy una discapacitada vincular. lo específico nunca fue mi fuerte, amo odiarme y te juro que soy mejor con la cara en movimiento.

la unica diferencia entre la realidad y la ficción es que la ficción debe ser verosímil .- mark twain

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dijo de belén el caricaturista historiador bobrow: "el idiolecto de la autora de este blog asume todos los tópicos culturales más políticamente incorrectos de occidente sin por ello asumir su carga ideológica".

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martes, 19 de noviembre de 2013

el italiano y yo/10, o the end

esta historia es larga,
empieza acá
segunda parte
tercera
cuarta
quinta
sexta 
séptima
octava
novena

 just gonna stand there and watch me burn
well that´s alright because i like the way it hurts

el día posterior a que pasase esto recibí el siguiente mensaje privado en el face:

ola!
i dont want go that way. you and i bad. but i dont have internet so i came here in a kiosco to write you.
yesterday im not in the mood to kiss you. sorry for that. i choose the time to say goodbay in the afternoon, and then i saw you at the club and i dont know. thank you for the nice time that we had together, you are great.
sorry for my horrible english. in german we are saying that you will meet a human always 2 times in your life. maybe you and me be together again.



nunca le contesté.



hace tres días, sorpresivamente, me escribió por face:

ola, i go to argentina in two weeks,
maybe we will see if you want.
querés?
met two times it´s better than one.








¿ah, si? 

lunes, 18 de noviembre de 2013

tampoco

inés.- ¿estás enojada?
belén.- si.
inés.- que sorpresa.
belén.- no te burles de mi inés. es poco profesional.
inés.- jaja.
belén.- me molesta la felicidad de los otros.
inés.- ¿cómo?
belén.- suena horrible. ¿soy horrible?
inés.- estás muy lejos de ser horrible.
belén.- me da mucha envidia. los veo ser tan felices y...
inés.- ¿y?
belén.- nada. son felices.
inés.- ¿y te molesta?
belén.- si. soy horrible.
inés.- no, no sos. contame que te molesta.
belén.- me veo al lado de esa gente feliz y me siento tan infeliz en comparación. como imposibilitada de tener eso. no es que me moleste que sean felices, es lindo eso. me molesta darme cuenta de mis deficiencias e infelicidades por contraste.
inés.- ¿y por qué crees que no sos feliz?
belén.- siento que no puedo. que me pasan muchas cosas malas, como que no puedo terminar de levantarme que viene otra piedra y voy trastabillando por la vida. pero no es eso. eso tiene que ver con las circunstancias. pero hay algo más, mas adentro. tiene que ver conmigo, no se si con mi historia, con mi personalidad. no se.
inés.- aja.
belén.- los miro ser felices, los observo. me los como con los ojos. se nota en sus sonrisas, en sus maneras, en su forma de opinar. los miro y quiero ser asi y no puedo.
inés.- te acordás eso que te dijo tu amiga p.-, que me contaste, de que a vos nunca te basta nada, ¿te acordás?
belén.- que nunca me basta el amor que me dan.
inés.- ¿no tendrá que ver con eso?
belén.- puede ser.
inés.- hace mucho no te escucho quejarte del tema del amor.
belén.- ¿que cosa del amor?
inés.- de que no tenés pareja y eso.
belén.- ah, si. medio que se me pasó.
inés.- ¿por qué?
belén.- ¿por que estoy cojiendo?
inés.- con alguien que no puede elegirte. para variar.
belén.- no quiero que me elija.
inés.- ¿no?
belén.- no.
inés.- ¿por qué no? ¿no lo querés?
belén.- si lo quiero. es mi amigo, como no lo voy a querer.
inés.- ¿entonces?
belén.- no se. no me quiero hacer cargo de eso. del tema. no me preocupa la verdad.
inés.- no te querés hacer cargo.... muy propio de vos. ¿no querés que te quieran?
belén.- me quiere.
inés.- y mucho, por lo que contás.
belén.- no se.
inés.- y que sabés, belén.
belén.- nada, no se nada. no pienso mucho en el tema.
inés.- siempre estás esperando en el margen que los otros tomen las decisiones. no es así. tenés que plantarte. tal vez si vos te plantás el toma una decisión.
belén.- no la va a dejar. y no quiero que la deje. quiero que la deje, pero no por mi. que la deje porque la tiene que dejar.
inés.- ¿por qué no por vos?
belén.- porque no quiero ser responsable. y porque no la va a dejar te dije, lo conozco. y porque no se.
inés.- no querés ser responsable... aja... a mi me preocupa que nunca exijas. con tal de no perder te quedás en el molde.
belén.- ¿qué podría perder?
inés.- ¿que se quede con la novia y no te elija?
belén.- no se si quiero que me elija.
inés.- ¿cómo asi?
belén.- eso. no va a dejar a la novia igual. no te preocupes.
inés.- estás muy segura.
belén.- lo conozco.
inés.- ¿estas con el porque no va a dejar la novia y eso implica que no tengas mas responsabilidad?
belén.- no seas retorcida. pero bueno, ya te digo. no voy a pedirle a nadie que me elija.
inés.- no, eso seguro.
belén.- ese tonito inés, no es correcto de una profesional.
inés.- nunca pedís nada vos, ¿no?. y si pedís lo hacés de formas tan ridículas y enredadas que nadie entiende que estás pidiendo algo.
belén.- claro.
inés.- ¿te gusta? ¿tenés ganas de verlo?
belén.- a veces.
inés.- ¿y si la novia no existiera? ¿también?
belén.- supongo que si.
inés.- ¿saldrías con él?
belén.- eh, que es todo esto.
inés.- que le huís a cualquier cosa que implique un minimo compromiso y construcción de a dos.
belén.- soy comprometida con la gente.
inés.- ¿con una pareja?
belén.- bueno, salí 4 años con alguien.
inés.- con alguien que era tu hermano, tu amigo, tu familia, tu brazo. eso no es una pareja, eso es una simbiosis.
belén.- bueno, no sabré nada de parejas entonces.
inés.- porque le tenés terror a tener que hacerte responsable de alguien que quiera estar con vos.
belén.- tampoco es que alguien haya querido construir algo conmigo eh.
inés.- escuchate.
belén.- ¿qué?
inés.- repetí lo que dijiste.
belén.- que nadie quiso...
inés.- eso es mentira. fijate t.- o m.-
belén.- no, ellos...
inés.- igual no era eso. dijiste tampoco.
belén.- ¿qué?
inés.- usaste la palabra "tampoco". "tampoco es que alguien haya querido construir conmigo"
belén.- no entiendo.
inés.- no te escuchas. tampoco es una doble negación, o sea que estás negando lo que estás diciendo, dos veces. nadie quiso construir nada con vos, tampoco. o sea que estás negando que vos quieras construir algo.
belén.- no, bueno, me exprese mal, dije cualquiera...
inés.- el inconciente no dice cualquiera.
belén.- ¿ah no?
inés.- no.
belén.- ¿sos como el diego, el inconciente no se mancha?
inés.- no, tampoco se mancha. seguimos la próxima.
belén.- ¿ahora tirás chistes y todo inés?
inés.- si.
belén.- ¿me querés querer, y listo?
inés.- andate de acá, belén.
belén.- elegime.
inés.- jaja. bastaaaa.
belén.- ves que vos tampoco me querés.
inés.- chau dije, belén.

domingo, 17 de noviembre de 2013

lo contrario a la felicidad

me miró fijo, durante muchos minutos.
me ponía nerviosa su mirada sobre mi. tal vez porque no sabía que estaba pensando. por qué me miraba así. que estaba viendo que no podía ver yo.
yo no quería parpadear. aguanté en silencio lo más que pude. pero no me aguanté mucho.
no soy de esa gente que aguanta. soy de esa gente que explota.
aguantar, tener paciencia, esperar, no fueron nunca atributos que tuvieron calce en mi personalidad. la ansiedad me carcome porque quiero solucionar todo ya. delimitar todo ya. definir todo ya.
aguanté todo lo que pude, que no fue mucho.
y parpadié.
y ahí ya está.
porque hacer el primer parpadeo es darle rienda suelta a la ansiedad. como mandar un msj cuando sabías que no tenías que mandarlo, como escupir palabras que sabías que no tenían que salir de tu boca pero salen de pronto porque la incontinencia es peor cuando dejas salir la primera. la primer palabra. el primer mensaje. el primer parpadeo. la primer muestra del no control.
y parpadié una vez.
y después otra.
y detrás vinieron más.
como si ocultar mis ojos detrás de las pestañas me protegiera de esa mirada limpia, fresca, que me miraba fijo, que me miraba adentro.
y mi incontinencia, esta vez no de palabras, sino de parpadeos, se hizo ridicula.
parpadeaba aunque no lo necesitara, rapidamente, cada dos segundos, uno tras otro. sabía que tenía que dejar de parpadear pero no podía.
él me agarró la cara con las dos manos, me acuerdo. me agarró fuerte. los dedos de sus manos grandes me presionaron el cuello y encontré esa sensación agradable. no me acarició, solo tomó mi cara entre sus manos y yo sentí que ahí estaba, de pronto. lo vi.
lentamente el parpadeo se normalizó.
pero el seguía mirandome, fijo. el no parpadeaba. nunca.
cerre fuerte los ojos durante unos segundos y los abrí, totalmente decidida a no volver a parpadear, aunque fuese para resguardar mi dignidad.
y entonces me lo dijo.
siempre estás tan triste, belén. tan. y te juro que nunca entendí por qué.

recuerdo que me paralicé.
me sentí tan desnuda de pronto. tan obvia. tan patética y desarmada. tan expuesta.
que alguien con tan poca capacidad emotiva y empatía se diese cuenta tan fácilmente de lo que yo tanto quería disimular implicaba que era tan tonta, tan trasparente. en ese instante se me curzó p.- diciendome, tras una discusión, que a mi todo lo que ellos me querían no me bastaba nunca, y que era desesperante verme andar por la vida con las tripas para afuera, a la vista de todo el mundo. apreté los dientes.
si el veía que yo estaba tan triste, siempre, entonces todos lo veían, pese a mis parpadeos continuos, a mis movimientos ansiosos, a mis sonrisas a medias, a las palabras que brotaban a borbotones por mi boca.
los ojos se me cristalizaron repletos de agua, pero no cayó ni una gota, nada. porque esta vez no parpadié.
el agua quedó ahí. estancada. lo veía borroso, pero ya no me importaba.
la presión de sus dedos fue mas fuerte.
supe que el, que era tan feliz, siempre, en su negación inconciente, y yo, en mi tristeza consumada e inexplicable, en mi melancólica soledad, no teníamos nada que ver.
no tenía que ver con cariño, había mucho.
tenía que ver con la desesperación que había en mi parpadeo irregular. nada podía hacer ante su mirada limpia y sencilla, ante su felicidad absoluta e inapelable.
esa era la palabra: su felicidad era inapelable. tan inalcanzable.

siempre lo envidié.
estar con el me hacía bien. su liviandad me ayudaba a emerger de mis melancolias inexplicables. me contagiaba.
siempre quise poder ser como él.

quizá su último acto de amor fue el esfuerzo que le debe haber implicado, tan cuadrado, tan estructurado en su felicidad prefabricada con brillos de cotillón, entender que mi tristeza era tan profunda, tan mia, tan de siempre, que el, por más que me mirara todo el tiempo, a todas horas, por más que tomara mi cara para que yo viese que el estaba ahí, por más que sus dedos me presionaran para que yo lo sintiese tan cerca, estaba muy lejos.


como un mantra, suelo repetir su añejo descubrimiento cuando creo necesario explicarme,
es que estoy siempre tan triste. tan. y te juro que todavía... todavía no se por qué.

domingo, 10 de noviembre de 2013

que placer esta pena

entre sola al pub.
nunca voy sola a ningun lugar.
es raro, porque hace mucho que vivo sola. que no tengo pareja, ni convivo con nadie. sería normal que fuese al cine sola, o a tomar un café por la mia, no se.
pero no. siempre me pareció que la soledad era algo para tener en la intimidad. nunca me gustó andar pavonenado mi soledad, tal vez siempre senti que era una forma de realzarla. para sola, me quedo en mi casa. me preparo un te, veo una pelicula, leo un libro, me baño, escucho musica, duermo. salir siempre me parecio que tenía que ser algo de a dos o más. que uno sale al mundo a compartir.

como sea, ayer, salí por primera vez en mucho tiempo, sola.
entre y me senté en la barra. la música estaba fuerte, me aturdía. apagué el celular, cansada de estar esperando que los otros se acuerden de que existo. existis a partir de los otros, si los otros te recuerdan, belén. no puede ser así, dice inés. apagué el celular, entonces, y sentí ganas de no ser mas yo. de ser otra distinta. si pudiese divorciarme de mi un rato estaría bien. mandarme a dormir a otro lado para quedarme sola.
me reí del absurdo.
soy lo único que tengo y no me soporto.
una vida sin mi estaría bien.
el tipo de la barra me pregunto que quería tomar. me apoyé contra la pared detrás mio y cerré los ojos dos segundos.
pedí ron con coca.
miraba a la gente que me miraba a mi, a la vez. ¿con lástima me miraban?, en un rincón, sola. tan desvergonzadamente sola.
los redondos estallaban en mi cabeza y yo hacía rodar el hielo dentro del vaso. la musica estaba tan alta que interrumpía mis propios pensamientos.
una parejita peleaba unas mesas adelante. ella hablaba y el la miraba cansinamente. lugar raro para pelear, pensé. yo no me escuchaba a mi misma en mi cabeza, el tipo no debe saber que carajo le está diciendo. la piba gesticulaba y el no hacia el menor esfuerzo por demostrarle que la escuchaba, nada de su cuerpo se movia. salvo sus dedos, largos, que golpeteaban al ritmo de la musica contra la mesa, parecia concentrado en eso. me quede un rato hipnotizada en su mano, cuando un borracho se acercó a hablarme. deslizaba las palabras, balbuceaba sin sentidos. dijo algo de mis tetas. yo no podía sacar mis ojos de los dedos del pibe. de pronto el pibe me ve, me mira. yo lo miro a el, desde lejos. 5 segundos, tal vez diez. bajé la mirada y le sonreí al borracho de compromiso. me bajé del taburete y caminé hacia una mesa cercana a la de la pareja. me senté con las piernas cruzadas y mi vaso. un tema de soda estereo sonaba y los dedos del chico lo acompañaban. intenté afinar el oído para ver que era lo que la chica le reprochaba con tanto ahínico, pero el volumen de la musica lo hacia imposible. subí mi mirada de sus dedos a su cara. el pelo negro, corto. barba. no estaba nada mal. nuestras miradas se volvieron a cruzar y me pareció que me hizo una especie de guiño. avergonzada me terminé el vaso de sopetón. la chica seguía gesticulando, y yo ya estaba cansada de ella, de sus reproches que no escuchaba, tanto como de mi. dejando la cartera y el saco en la silla me volví a acercar a la barra para pedir otro ron. al darme vuelta para volver, veo al pibe acercandose. me volví a apoyar en la barra, el corazón me latía rapidamente. se apoyó al lado mio, era alto. su brazo rozó el mio. pidió una cerveza y me miró. le sonreí brevemente y me preguntó si era una mala noche.
belén.- como la tuya.
.- mi pésame entonces, para los dos.
agarré el ron que me alcanzaba el barman y me quedé en silencio.
.- me quedaría acá, con vos.
lo miré desconfiada. miré hacia su mesa. la chica hablaba por celular y me pregunté como haría con tanto ruido.
.- porque vos no sos de esas, ¿no?
y señaló brevemente a su mesa.
belén.- depende de cuales.
.- de las que reprochan.
belén.- soy de quedarme callada, más bien.
.- justo lo que necesito.
belén.- a veces es peor.
.- ¿estás triste?
belén.- quisiera ser otra persona.
.- ¿ah si? ¿quién?
belén.- adiviná.
.- ¿yo?
belén.- siempre me pareció interesante tener pito.
se rió fuerte. me miró un rato, sin decir nada. relojeó su mesa. agarró la cerveza.
.- me tengo que ir.
belén.- si.
.- sos rara.
belén.- bueh.
.- rara bien.
le sonreí.
se alejó dos pasos y volvió sobre ellos. se inclinó sobre mi y me susurró:
.- seguí siendo vos, que estás muy bien.
le sonreí otra vez y me quedé quieta, mirando como volvía a su mesa. le pagué al barman, y me acerqué a buscar mi cartera. lo miré para despedirme y me sonrió de costado, señalando brevemente mi saco.  la chica seguia al telefono.
de pronto tomé conciencia de que sonaba uno de mis temas preferidos de charly:


tararié contenta, mirandolo: trato de resistir, y al final no es un problema, que placer esta pena.
levantó su copa alentandome. 
lo saludé brevemente con un pequeño gesto de cabeza. me puse el saco y salí. a las dos cuadras metí la mano en los bolsillos y encontré un papel en donde, garabateado, decía: "y cuando sonreís, más".

una sensación de calidez me envolvió. pensé en volver. en dejarle mi número.
existis cuando los otros te ven, belén, pensé.
apreté los dientes y segui caminando.
estoy bien, pensé.

si yo fuera otro ser, no lo podría entender, pero es tan dificil ver, algo controla mi ser, puedo ver y decir y sentir, mi vida dormir...